En su sitio web, la empresa Kasoku, competidora local de Airbnb, promueve ahora sus viviendas amuebladas como "refugios temporales" a disposición de quienes quieren escapar por un tiempo de sus familias, ya sea para trabajar más tranquilamente o para ventilar la mente.
Los japoneses no tienen prohibido salir de sus hogares desde que se declaró el estado de emergencia en varias partes del archipiélago hace una semana.
Sin embargo, el gobierno recomienda encarecidamente que se limiten los desplazamientos a lo esencial. El teletrabajo se ha extendido y las escuelas están cerradas.
Kasoku tuvo esta idea después de enterarse de los picos de divorcios en China o Rusia tras las medidas de contención, explica a la AFP Kosuke Amano, portavoz de la empresa.
Ofrece una tarifa de entrada bastante accesible de 4.400 yenes (37,50 euros) por noche, con la opción gratuita de 30 minutos de consulta de un abogado especializado en los procedimientos de divorcio.
Esta campaña de comunicación, lanzada el 3 de abril, habría atraído ya a una veintena de clientes, según Amano.
Kasoku tiene alrededor de 500 viviendas en todo el país, principalmente en Tokio, que actualmente están vacías en su mayor parte debido al colapso del turismo, aunque la demanda de "oficinas a distancia" permite compensar parcialmente este impacto.
AFP