Fotos: Javier Noceti / @javier.noceti

Nadya Rasheed (46) es una embajadora atípica. De nacionalidad palestino-estadounidense, responsabiliza a su país de adopción por el veto para que Palestina se convierta en socio pleno de Naciones Unidas. Señala sin ambages a Israel como el culpable del infierno que, dice, vive su país desde hace 76 años y, en particular, este último año; habla de una ocupación ilegal israelí, de violaciones de leyes internacionales y humanitarias, de crueldad por un asedio feroz como respuesta tras los ataques que las comunidades israelíes sufrieron por parte de Hamás el 7 de octubre de 2023. Y señala las otras violaciones, las carnales: dice que hombres importantes del gobierno de Israel han justificado públicamente los abusos sexuales a mujeres y hombres palestinos y dicho que a los palestinos se los debe “limpiar del mapa” porque son vistos como “terroristas, animales, subhumanos”.

La charla informal, tras la entrevista, deriva a esa “deshumanización” y “demonización” que siente que Israel ha hecho de sus compatriotas, y cómo se le parece tanto a lo que los propios judíos sufrieron en carne propia con el nazismo. “Están reescribiendo la historia”, comenta. Rasheed habla en un castellano dificultoso pero correcto, y cuando necesita ser más clara y enfática, prefiere hablar en inglés.

Con una kufiya (o pañuelo palestino) colgada del hombro derecho, la embajadora con sede en Carrasco invita a probar los dátiles o las galletas que horneó su madre, quien vive con ella en Montevideo, y quien cocina comida palestina para que ella extrañe un poco menos su terruño. Antes de eso, Rasheed se expresó sobre el “silencio” llamativo de Uruguay —que recién en una tercera asamblea de la ONU votó el alto al fuego humanitario—, condena la impunidad de la que goza Israel, a quien señala como responsable de un genocidio sin igual y dice que no es su tarea calificar a Hamás de grupo terrorista y que, muy a pesar de todo, guarda esperanzas. Entonces, cita a la poetisa palestina Mahmoud Derwish: “Los palestinos padecemos una enfermedad incurable: la esperanza”.

¿Cómo fue su infancia en Palestina? ¿En qué entorno creció?

Soy una palestina un poco diferente al resto de los embajadores, porque nací en los Estados Unidos. Mis padres nacieron en Palestina. Pero después de la guerra, en los años 60, ellos se fueron del país y nunca pudieron regresar. Mis padres van a Palestina cada tanto. Tratan de ir cada año, pero solamente pueden viajar y estar ahí tres meses. Mi infancia la pasé en California. Pero cada año pasaba los veranos en Palestina. Esas siempre fueron las vacaciones de la familia. Nunca fuimos a Italia o a España, siempre nos íbamos a Dayr Dibwan, de donde es mi familia, cerca de Ramallah, en Cisjordania.

Cuando tenía 15 años cursé en Palestina el colegio secundario, y eso fue muy importante para mí. Y por eso estoy en este trabajo ahora, como diplomática. Durante los veranos, cuando íbamos con familia —vuelven todos los palestinos alrededor del mundo—, tenemos más de 7 millones de palestinos viviendo afuera, y en nuestro caso, solíamos volver a Palestina. Entonces, en ese verano, el clima, la energía, fue diferente al resto de los años, fue algo especial cuando todos (los palestinos) estaban juntos, los palestinos de todo el mundo. Pero después ellos se fueron y cuando empecé el colegio, donde necesitaba trasladarme al colegio, que estaba a más de 40 minutos de mi pueblo, en esos viajes vi cómo es la ocupación militar. Vi que los palestinos no tienen derechos humanos, como yo sí, porque vivía en los Estados Unidos. [Vi] que todas las cosas que supuestamente deben ser simples, no eran simples.

¿Cosas simples como qué?

Como ir al colegio. Pero para ir al colegio necesitábamos parar en dos o tres puntos de seguridad. Entonces, no sabíamos si íbamos a llegar tarde, no sabíamos si íbamos a llegar sin problemas. Todo era muy difícil y nadie sabía cómo iba a ser su día. Eso fue difícil. Y también porque tuve muchos amigos y vi sus dificultades. Para mí, que he vivido en los Estados Unidos, ver cómo vivían ellos fue una locura.

“Cuando ingresé a los EE. UU. para empezar la universidad, ese fue mi plan: entrar a la ONU. Me gradué en Comunicación y en Ciencias Políticas. Conseguí una pasantía en la ONU, y fui contratada como diplomática”

Cuando yo viví en Palestina fue durante el primer Intifada. Entonces, la situación también fue muy intensa. Y en mi colegio había una estación de policía de Israel. Eso pasó muchas veces: cuando tiraron una bomba de gas lacrimógeno, o cuando entraron en el colegio. Para nosotros, ese no fue un día normal. Y también cuando hubo manifestaciones pacíficas en Palestina, ellos siempre respondieron con violencia. Al ver todo eso, yo supe que quería trabajar con la ONU [Organización de Naciones Unidas].

Quería trabajar en la ONU, como finalmente lo hizo…

Sí, porque ellos tuvieron una presencia muy grande en Palestina. Y también en los colegios, en la escuela, en los temas de salud. Ellos estaban ayudando mucho a los palestinos. Cuando ingresé a los Estados Unidos para empezar la universidad, ese fue mi plan: entrar a la ONU. Me gradué en Comunicación y en Ciencias Políticas. Conseguí una pasantía en la ONU en la misión diplomática de Palestina y luego fui contratada como diplomática experta en Derechos Humanos en dicha misión.

Le quiero preguntar por la situación en Oriente Medio, y la posición de nuestro país. Uruguay decidió abrir una oficina comercial en Jerusalén. Usted fue crítica, en su momento, respecto a esta determinación. ¿Por qué lo ve como una mala señal?

Porque Uruguay es un país que siempre cumple con las leyes internacionales, con los derechos humanos, con las resoluciones de la ONU, y todos dicen que esta parte de Palestina es un territorio ocupado. Jerusalén es un territorio ocupado. Eso es un hecho, no es mi opinión. Si tú vas a leer todas las resoluciones de la ONU, hay muchas sobre Palestina, hay otras específicas sobre Jerusalén, y dicen eso.

Y también es muy claro en estas resoluciones y en otras leyes internacionales, que no se pueden cambiar las características, las demografías, en una situación de un territorio ocupado. No importa si es una embajada o si es una oficina comercial. ¡Es ilegal!

¿Entonces Uruguay hizo algo ilegal?

Eso va en contra de las leyes internacionales y las resoluciones de la ONU. Eso no va a contribuir a la paz. Y también es una señal para el gobierno israelí que dice que Uruguay ha reconocido la ilegalidad de la anexión de Jerusalén a Israel. Y no hay ningún experto de derechos humanos, ninguna resolución en la ONU o algo del derecho internacional que no esté en contra. Francesca Albanese, la relatora especial de la ONU sobre los territorios palestinos, habla específicamente de este tema sobre Uruguay y la oficina comercial, y dice que no corresponde. Incluso si fuera una piedra que pones en el suelo, es en contra de las leyes internacionales. Es en contra.

Mira, cuando yo trabajaba en la ONU, vi posturas muy fuertes de Uruguay cuando se trataba de derechos humanos, de derechos internacionales. Por eso fue una sorpresa para nosotros. Uruguay es un país que en todo el mundo tiene fuerzas de paz. ¡Eso en ninguna manera va a contribuir a paz o a negociaciones pacíficas!

Frente a los atentados del 7 de octubre de 2023, Uruguay condenó a Hamás, y, a fines de ese mes, Cancillería emitió un comunicado sobre la violencia en esa región. Se pronunció en contra de la violencia contra civiles y a favor de los derechos humanos, pero no se adjudicó ninguna responsabilidad a ningún actor puntual. Después el Estado uruguayo se abstuvo en la votación de la Asamblea General de la ONU, en la que se pedía un alto el fuego. ¿Qué lectura hace de la postura inicial uruguaya?

Durante esos días hablamos mucho con el gobierno de Uruguay para entender por qué la postura de Uruguay era esa. Porque dos veces Uruguay se abstuvo en un alto al fuego humanitario, y en especial la segunda vez, cuando hubo muchos países como Australia, Canadá y otros que votaron sí al alto al fuego, Uruguay se abstuvo. Eso fue una sorpresa, y no entendimos la postura de Uruguay.

“Hoy es el día 329 de asedio. Casi un año, estamos en el mes 11. Pero no podemos contar la historia solamente de estos 11 meses. Gaza ha sido ocupada por más de 17 años. Nadie puede entrar ni salir de Gaza por 17 años. Hubo cinco guerras contra Gaza antes de eso”

Luego, hubo una tercera votación en la Asamblea General de la ONU, y Uruguay votó sí al alto al fuego humanitario. Y eso fue una buena señal. Nuestra embajada cada día envió mucha información, hechos, reportes de la ONU, de las organizaciones de derechos humanos, de todo, para darles toda la información.

Y antes de la última votación, ¿qué explicaciones le dio Cancillería? ¿Qué le dijo el canciller Omar Paganini para fundamentar la abstención?

Para mí no hubo una explicación clara. Todos tienen sus razones. Capaz que, como escuché por ahí, porque no se mencionó a Hamás en la resolución. Pero bueno, tampoco se menciona a Israel en esta resolución.

En 20 años, o en 10 años, cuando la gente vaya a leer los archivos, nadie va a fijarse en los motivos o el argumento de cada postura. La gente va a ver que Uruguay, no sé por qué, se abstuvo (si no hubiera cambiado finalmente de postura), en una resolución que está apoyando el cese al fuego, el cese de las matanzas de los niños, de los civiles, de un genocidio que está pasando en vivo.

¿Lleva contabilizados los días de asedio israelí sobre la Franja de Gaza?

Sí, hoy es el día 329 [dijo el viernes 30 de agosto]. Casi un año, estamos en el mes 11. Pero si miramos Gaza, no podemos contar la historia solamente de estos 11 meses. Gaza ha sido ocupada por más de 17 años. Hubo cinco guerras. Nadie puede entrar, nadie puede salir de Gaza por 17 años, eso es mucho antes del 7 de octubre [de 2023]. Hubo cinco guerras contra Gaza antes de eso. Nunca pude imaginar que esto iba a pasar, especialmente porque ha durado 11 meses. Y la total destrucción de todo, de todo: personas, familias, hospitales, escuelas, casas, todo. Pero, por 57 años, el pueblo palestino ha estado en una situación de ocupación, apartheid, opresión.

¿Y lleva contabilizada la cantidad de muertos y heridos?

¿De los palestinos?

De palestinos e israelíes, porque hay víctimas de los dos lados.

Claro que sí, claro que sí. Para nosotros, las vidas son iguales. Cada vida es sagrada. Pero, en nuestra parte, ahora más de 40.000 palestinos han sido asesinados por Israel, estamos hablando de estos 11 meses, y unos 100.000 heridos. Si pensamos en los 76 años, estamos hablando de más de 100.000 palestinos asesinados. Pero mira, mi amigo, esos son los números que sabemos, porque hay miles de palestinos que todavía están bajo los escombros. Y hay que sumar a los palestinos que van a morir de las enfermedades, porque no hay medicina. Hay hambruna, que ellos están usando como un arma de guerra.

Estados Unidos e Israel señalan que las cifras de las víctimas tras los ataques de Israel como respuesta al atentado de octubre son sensiblemente menores que las que señala Palestina. Ataques que ven como legítima acción de autodefensa. ¿Es así?

No. Mi respuesta es un gran no. Primero, Israel no tiene el derecho para la autodefensa, porque Israel es un poder ocupante. La Corte Internacional de Justicia dijo hace tres semanas, en su declaración, este punto: que Israel no tiene el derecho de autodefensa; me refiero a la gente de ellos que están ocupando. Los ocupantes están bajo su control.

Pero comunidades israelíes fueron atacadas por un comando de Hamás el 7 de octubre de 2023. Mujeres y niñas israelíes fueron violadas, agredidas y mutiladas. Asesinaron unas 1.200 personas y unas 240 fueron secuestradas. Ellos fueron víctimas, inicialmente.

No quiero decir que no fueron víctimas. Pero si querés empezar [a contar] la historia desde el 7 de octubre, la gente va a entender una situación diferente, sin el contexto. Porque los palestinos pueden decir: “Ah sí, pero el 6 de octubre fuimos víctimas de, no sé, se les metieron en sus casas, asesinaron otras personas, había gente que estaba encarcelada en Israel”. La historia se ha extendido por 76 años. Para mí la violencia no es la respuesta.

“El objetivo, para ellos, es que Gaza sea inhabitable. Israel tiene el control sobre todo eso. Cortaron el suministro de agua, destruyeron todo, y cuando la gente fue para arreglarlo, ellos asesinaron a estos trabajadores”

Israel dice que nada puede justificar lo que pasó el 7 de octubre, pero todo justifica lo que está pasando ahora. Nada puede justificar lo que pasó el 7 de octubre: esa es la lógica de Israel, pero todo puede ser justificado debido a lo que pasó el 7 de octubre: la violación de los hombres (que ahora Human Rights Watch solo hizo un reporte sobre el tema), el asesinato de niños, la hambruna de la gente, la denuncia del acceso médico, la denuncia de falta de comida y de agua. Todo eso justificable debido a lo que pasó el 7 de octubre.

Cada vez que algo sucede, la reacción de Israel es bombardear más, matar más, oprimir más. ¿Qué es lo que logra? Lo que logra es enojo, resentimiento, odio. ¿Qué pasa si intentamos una aproximación diferente? ¿Qué pasa si intentamos afirmar el proceso de paz? ¿Qué pasa si intentamos parar de construir asentamientos? Te pregunto: ¿tú puedes decirme por qué Israel ahora está en Cisjordania, donde no está Hamás? ¿Por qué han asesinado miles de personas desde el 7 de octubre? ¿Por qué ellos están construyendo más asentamientos, robando más tierra? Porque el punto siempre es así: menos palestinos, más tierra palestina. Siempre fue así, y por eso nunca pararon, en 76 años.

Tiene una maestría en Derechos Humanos y Asuntos Humanitarios, realizada en la Universidad de Columbia. Precisamente, ilústreme sobre la falta de ayuda humanitaria y atención médica hacia la población civil. ¿Cuán desprotegidos están los civiles en este conflicto?

Ese ha sido el problema por muchos años: que los palestinos no tienen protección. No tenemos ejército. No tenemos Policía que pueda defendernos. Por el derecho internacional, los palestinos, que son el pueblo que está ocupado, tienen el derecho a defenderse. Pero estos años, pedimos por una fuerza de protección para el pueblo palestino, y hasta hoy no hay. La protección para nosotros es la ley, son las leyes, los derechos humanos. Si todos pueden aplicar los derechos humanos y las leyes internacionales, en el caso de Palestina, no vamos a estar en este punto ahora.

¿Se redujo el suministro de agua a la población en el verano que termina?

¡No hay agua potable! Ahora en Palestina tenemos hepatitis A, polio, la primera vez en 25 años, porque no hay agua potable. Porque ellos han destruido toda la infraestructura para los civiles: el agua, el saneamiento, la electricidad. El objetivo, para ellos, es que Gaza sea inhabitable para la gente. Israel tiene el control sobre todo eso, es decisión de ellos. Cortaron el suministro de agua, destruyeron todo, y cuando la gente fue para arreglarlo, ellos asesinaron a estos trabajadores.

¡No hay baños para la gente, no hay duchas para la gente! ¡No hay jabón para lavar su piel! Y por eso tienen diferentes enfermedades en la piel, por eso hay hepatitis A u otras. Los médicos no tienen jabón para lavar sus manos. ¡Es una locura!

¿Usted reconoce en Hamás a un grupo terrorista? ¿La Autoridad Nacional Palestina condena a Hamás como debería?

Yo soy la representante de la OLP [Organización para la Liberación de Palestina], que es para todos los palestinos, incluyendo los millones en la diáspora. Hamás no está en el gobierno.

Reformulo la pregunta: ¿Usted o la OLP condenan a Hamás como debería? ¿Los considera un grupo terrorista?

No, porque Hamás, como muchos otros partidos, son parte de la esfera política de Palestina. Cada sociedad tiene ideas diferentes y posturas diferentes, que tal vez no concuerden. Y es por eso que tenemos esta idea de que necesitamos incluir a todos para que todos tengan las mismas responsabilidades. Por ejemplo, la OLP tiene una estrategia y una postura contra la violencia. Nuestra estrategia durante los últimos 30 años ha sido un proceso de paz, negociaciones que han durado durante 30 años que han fracasado, porque solo permitieron a Israel tomar más tierra, para darnos menos derechos. Fue un proceso de paz que falló. Esta fue la estrategia de la OLP.

Pero sigue sin contestar mi pregunta. La OLP ¿no condena a Hamás? ¿No lo considera un grupo terrorista?

No es nuestro trabajo decir quién es y quién no. Todos tienen una idea muy diferente de lo que es un grupo terrorista. Y la idea de terrorismo siempre está relacionada a un tipo de gente. Mira lo que está pasando en Israel con ministros como Ben-Gvir [Itamar Ben-Gvir, ministro de Seguridad Nacional] y [el ministro de Finanzas, Bezalel] Smotrich, que están pidiendo la exterminación de los palestinos, le están diciendo a su gente que está bien violar a las palestinas, que deberían limpiarnos del mapa, que necesitan bombardearnos nuclearmente. Eso también es terrorismo, ¿no?

El terrorismo debería ser una palabra para cualquiera que haga algo contra los civiles inocentes. Nosotros estamos contra el terrorismo en toda su forma. Israel hoy tiene el gobierno más extremista de su historia. Los colonos que están viviendo en nuestro territorio, que están armados hasta los dientes, están llegando a todos los pueblos de Palestina. Ellos pueden hacerles lo que quieran a los palestinos. Quemaron sus casas, sus olivos, mataron palestinos, todo sin consecuencia. Porque hay ministros en el gobierno que están diciendo: “Ellos son héroes, están defendiendo nuestra tierra, la que Dios nos dio a nosotros”.

¿Entiende que Uruguay ha sido benevolente y condescendiente con Israel? ¿El Estado uruguayo empatiza más con Israel que con Palestina?

Si yo hablara sobre la gente de Uruguay, la respuesta es que no. ¿El gobierno de Uruguay? No puedo decir eso. Yo sé que, por ejemplo, en resoluciones de la ONU, Uruguay votó sí para, por ejemplo, otorgarles a los palestinos el derecho a la libre determinación, por los derechos de los palestinos a sus recursos naturales. Entonces, no voy a decir eso. Pero en este caso, si queremos solamente hablar de estos 11 meses, es verdad que Uruguay no se está manifestando mucho sobre qué está pasando del lado de los palestinos.

No está manifestando basándose en los derechos humanos y en las leyes internacionales, como sí lo hacen otros países. Pero no sé si empatizan más con los israelíes.

En agosto escribió: “A pocos días de la masacre cometida por Israel en la escuela de al-Tabin, donde asesinó a más de 100 personas desplazadas, y tras 10 meses de genocidio, nos preguntamos: ¿Cuáles son las líneas rojas para el gobierno uruguayo ante las claras violaciones del derecho internacional y los derechos humanos? ¿No ha sido suficiente el asesinato de más de 40.000 palestinos, incluidos más de 16.000 niños brutalmente masacrados?”. ¿Recibió alguna respuesta de Cancillería?

No, no sobre eso. Pero siempre tenemos una línea abierta para hablar.

Es que fue muy dura con el gobierno uruguayo. Señala cierta indiferencia o pasividad del gobierno uruguayo.

Sí, pero mira, cada día también... Después de este evento muy trágico, tenía que decirlo, no solamente porque soy la embajadora de Palestina, o porque soy palestina, sino que soy un ser humano y soy madre. Porque lo que está pasando en Palestina no solamente va a afectar a Palestina, va a afectar a todos.

Ese comunicado terminó así: “ESTE GENOCIDIO TERMINARÁ Y LA HISTORIA LO REGISTRARÁ TODO; INCLUSO EL CÓMPLICE Y ENSORDECEDOR SILENCIO DE MUCHOS”, así, en mayúsculas. ¿De quién es el silencio? ¿Aludió a Uruguay?

No, es para todos. Todos los que no están diciendo nada sobre lo qué está pasando. Es mi opinión: que todos tienen responsabilidad para decir o para hacer algo. Porque el silencio no es aceptable, cuando todos pueden ver qué está pasando en vivo, a gente inocente, gente que no tiene una manera para defenderse.

¿Pero también incluye a Uruguay este apartado?

A los uruguayos, no. Al gobierno, sí, al ministerio [de Relaciones Exteriores], porque veo en diferentes temas que cuando se trata de derechos humanos no hay problema para manifestarse. Cuando yo estuve en la ONU, siempre estuve muy impresionada con Uruguay. Un país chiquito, como Palestina, pero siempre tuvo una voz alta. Y todos tenían mucho respeto por Uruguay. Por eso Uruguay también es un ejemplo en muchos procesos, por ejemplo, de los derechos de los niños. ¿Por qué? Porque Uruguay siempre ha tenido posturas consistentes, principales, en todos los temas. Por eso me llamó la atención el silencio de Uruguay durante estos meses del genocidio, especialmente con las cosas muy graves que están pasando y cuando todo el mundo está manifestando algo.

¿Usted cree que Uruguay está en silencio?

Durante estos meses de genocidio, sí.

“El silencio no es aceptable cuando todos pueden ver qué está pasando en vivo, a gente inocente, gente que no tiene una manera para defenderse. No hablo del pueblo uruguayo, sí del gobierno”

Hay analistas que dicen que Hamás usa al pueblo palestino como escudo humano. ¿Comparte?

¿Qué analistas lo dicen? Porque ese fue siempre el argumento de Israel durante todas las guerras contra Gaza en estos últimos 17 años. Siempre usan como justificación para explicar por qué hay matanzas de niños. Pero nunca, nunca, ninguna organización ni la ONU ha encontrado evidencia de esta información. Por el contrario, la evidencia que hay es que ¡es Israel quien usa a los palestinos como escudos humanos! Hay videos. Ellos mismos dicen que ya no usan más perros, porque la vida de los perros es más importante. Ellos usan palestinos, porque creen que los palestinos son subhumanos.

¿Quién lo dijo?

Gente del gobierno de Israel. Dicen que los palestinos no tienen el derecho a vivir porque son terroristas, animales, subhumanos. Los palestinos han sido deshumanizados, demonizados, porque… cuando tú crees que esa gente no es nada, no te sientes mal. Tú has visto videos que los soldados publican en redes sociales con la ropa de las mujeres, están muy orgullosos de mostrar los crímenes que ellos están haciendo. ¿Por qué? Porque por más de 76 años nunca sufrieron consecuencias. Hay total impunidad.

Por lo pronto, Uruguay fue uno de los firmantes en la asamblea general de la ONU para la resolución adoptada que le da a Palestina más derechos de participación y le pide al Consejo de Seguridad que reconsidere su membresía plena, algo que la embajada destaca en un tuit fijado y por lo que agradece a nuestro país. ¿En qué está eso? ¿Estima que a la brevedad el Estado Palestino será miembro pleno de la ONU?

Los palestinos estamos siempre agradecidos por el apoyo. Para nosotros eso fue una buena señal, pero también Uruguay es un país que ha reconocido el estado de Palestina. Entonces, para ellos fue fácil votar sí. ¿Si yo tengo esperanza? Claro, hay 146 países que han reconocido el Estado de Palestina, son muchos. Cuando los israelíes dicen: “Palestina no existe, no hay palestinos, es algo inventado”. Claro que existimos. Mira Europa: ahora se sumaron España, Noruega, Irlanda, entre otros, nos han reconocido en los últimos tiempos. Es una manera de ayudar a la paz, es una manera pacífica para tener paz.

En este contexto de crisis permanente en Medio Oriente, ¿es viable y realista pensar en una solución con dos estados?

Sí, la solución es muy fácil. Los palestinos decidimos en 1988 que vamos a aceptar un país en 22% de la Palestina histórica, pero ¿qué sucedió después de acordar esto? Israel quiso más tierra, entonces pusieron más colonos en ese 22%, construyeron muros, separaron a los palestinos, separaron Gaza, Cisjordania, Jerusalén del Este. El plan del proceso de paz era: Jerusalén Oeste para Israel, Jerusalén Este para los palestinos, y los lugares sagrados son para todo el mundo.

Nosotros siempre aceptamos la propuesta de dos estados, porque todo el mundo está de acuerdo en esto. Si en el futuro algo cambia, si aparece algo diferente, bueno, pero por ahora todo el mundo que está con esta idea de dos estados.

Dijo en entrevista con Brecha que “un país —se refería a Israel, supongo— manipula las reglas del derecho internacional para su beneficio”, y la comunidad internacional se lo permite. Explíqueme esto.

Israel, claro que sí, Israel, claro que sí, que siempre está reescribiendo las leyes como ellos quieren, sin consecuencia alguna.

¿Y por qué la comunidad internacional se lo permite?

Primero, ellos tienen la protección de los Estados Unidos. Si tú vas a ver las resoluciones en la ONU, todo el mundo está con el pueblo palestino cuando estamos hablando en cosas basadas en los derechos humanos y leyes internacionales. Pero si Israel nunca tuvo que pagar ningún precio, ¿por qué ellos van a cambiar? Bueno… ahora hay algunas cosas que están pasando: hay una corte criminal [Tribunal Penal Internacional] y un fiscal de esa corte está pidiendo arrestar a [el primer ministro de Israel, Benjamin] Netanyahu. Es algo muy, muy importante. Y la Corte Internacional de Justicia también.

¿Cree que impera una mirada prejuiciosa sobre el pueblo palestino?

En muchas partes del mundo, sí. Pero, por ejemplo, en Uruguay, donde no hay muchos palestinos que estén viviendo aquí, eso no pasa. Vi miles de personas marchando en las calles por el pueblo palestino. Y ellos nunca conocieron a una persona palestina. Pero porque es un tema de justicia, de igualdad, de derechos humanos. Aún bajo la lluvia, ellos salieron a la calle y marcharon. Eso me conmovió mucho. En Uruguay hay conocimiento de lo que está pasando, que esta es una historia que ha durado por muchas décadas. Pero en Estados Unidos, donde crecí, si pienso en los jóvenes, me parece que sus ojos se han abierto, se dieron cuenta de que les habían mentido. Se dieron cuenta de que habían escuchado solo una narrativa, y no la otra.

¿Es optimista de llegar a ver algún día, en vida, el final del conflicto con Israel y que se reconozca a Palestina como un Estado soberano e independiente?

Claro que sí. Todos los palestinos somos optimistas. Mahmoud Derwish, una poeta nacional muy famosa y querida por nosotros, dice: “Los palestinos padecemos una enfermedad incurable: la esperanza”.

“Dicen que los palestinos no tienen el derecho a vivir porque son terroristas, animales, subhumanos. Los palestinos han sido deshumanizados, demonizados; cuando tú crees que esa gente no es nada, no te sientes mal”

¿Sus hijos (Liya de 14 años, Keyan de 11 y Kais de 9) se han adaptado a Uruguay?

Yo vivo aquí con ellos tres, mi mamá y mi esposo. Mis hijos aman Uruguay. Ellos pasaron días malos con sus mejores amigos en Uruguay después del 7 de octubre. Los padres de sus amigos les prohibieron juntarse con mis hijos, porque les dijeron que éramos “terroristas”. De nuevo la mirada prejuiciosa de la que me preguntabas. A mis hijos les dijeron eso, que se criaron en Estados Unidos. ¿Cómo?

Tanto yo, como palestina, como mis padres en Estados Unidos, siempre estuvimos juntos con los judíos y con los israelíes, que tenían los mismos pensamientos. Pero para mis hijos, que nunca sufrieron racismo en Estados Unidos, fue raro eso. Esos amigos estuvieron en mi casa, comieron mi comida, ¿y después somos terroristas? Pero no todos, eh. No puedo generalizar. No hay gente como los uruguayos.

Se han adaptado, entonces. ¿Hinchas de?

De Peñarol, los tres.

¿Qué extraña de su tierra?

La comida no, porque a mi mamá la tengo conmigo y me cocina comida palestina, con los ingredientes que podemos conseguir aquí. Siempre estoy pensando en Palestina. Extraño la hospitalidad de nuestra gente, la generosidad de mi pueblo… Hay mucha esperanza en un lugar donde es difícil ver la esperanza. Extraño los campos de olivos, el clima, el aire con el olor a jazmín.

¿Es feliz?

Sí, muy feliz, muy feliz. Pero claro que estoy muy preocupada con la situación. De todos modos, el espíritu de los palestinos siempre es alegre.