Contenido creado por Sin autor
Curiosidades

Por The New York Times

Elon Musk se prepara para incursionar en la industria restaurantera

El local, de líneas curvas, plateado y con dos pantallas de cine al aire libre, da una impresión retrofuturista de los años 50.

24.03.2025 17:00

Lectura: 6'

2025-03-24T17:00:00-03:00
Compartir en

Por The New York Times | Pete Wells

Se van viendo avances en la construcción de un restaurante retrofuturista en el bulevar de Santa Monica de Los Ángeles. El local, de líneas curvas, plateado y flanqueado por dos pantallas de cine al aire libre, da la impresión de que un platillo volador salido de un autocine de los años 50 se fue a posar en el aparcamiento.

Aún no se ha anunciado la fecha de inauguración, pero es claro que el restaurante, teatro y estación de carga de servicio nocturno de Tesla está en camino. Eso significa que el líder de la empresa, Elon Musk, está a punto de incursionar en el sector de la hostelería.

En 2023, cuando Musk publicó en su plataforma social X que Tesla planeaba construir un restaurante en Los Ángeles, lo describió como una combinación “sobrecargada de Vaselina con los Supersónicos”. Como ha hecho a menudo, se centró en un elemento importante de la cultura que ya era hora de reinventar —en este caso, ofrecer comida en una gasolinera en la era de los coches eléctricos, cuya recarga tarda más tiempo del que lleva llenar un tanque— y le dio un giro visionario y genial.

Eso fue antes de la motosierra. Antes de DOGE, del correo electrónico con el asunto “A fork in the road” (bifurcación en el camino) y el correo electrónico titulado “qué hiciste la semana pasada”. Antes de que las protestas contra Musk en las concesionarias de Tesla se convirtieran en sucesos semanales en Los Ángeles y otras ciudades. Antes de que la Casa Blanca anunciara que considera terrorismo doméstico el vandalismo contra los Tesla. Antes de que una caída del 50 por ciento en el precio de las acciones de Tesla hiciera a los accionistas experimentar un rápido bajón de sus perspectivas “geniales” a un futuro de cuidado.

Todo ello ha transformado la incursión de Tesla en los restaurantes en una perspectiva mucho más cargada de implicaciones de lo que parecía hace poco tiempo.

La construcción del complejo de 2000 metros cuadrados, diseñado por la empresa de ingeniería y arquitectura Stantec, ha avanzado rápidamente desde su arranque en septiembre de 2023. Encima de las estaciones de carga blancas que se alzan como lápidas en el aparcamiento pavimentado hay dos pantallas elevadas en las que, según una solicitud de permiso de construcción presentada en 2022, se planea proyectar películas de una duración aproximada de media hora, es decir, alrededor del tiempo que tarda en cargarse un vehículo. Detrás de las paredes y ventanas curvas del restaurante, mantas acolchadas de mudanza parecen envolver bancos circulares. Un observador avispado se dio cuenta de que la aplicación de Tesla se actualizó con un código para el menú del restaurante en enero.

Desde hace meses, la empresa se ha puesto en contacto con conocidos chefs que podrían encargarse de servir la comida.

Cuando Caroline Styne y Suzanne Goin, propietarias del grupo de restaurantes Lucques de Los Ángeles, recibieron en 2023 una oferta de Tesla para operar el restaurante, decidieron no aceptarla. Styne señaló que el restaurante no tendría licencia para vender bebidas alcohólicas, lo que dificultaba las finanzas, además de que “no somos la clase de gente de autocine”.

Styne no ha cambiado de opinión al respecto, pero ahora ve al fabricante de automóviles de forma diferente. Este mes, cambió su Tesla por un BMW eléctrico.

“Esta persona ha asumido un papel demasiado importante en todo lo que está ocurriendo y está afectando la vida cotidiana de todos”, opinó sobre Musk. “Es una locura cuando piensas que esta persona ni siquiera fue elegida”.

Tesla también se puso en contacto, más o menos al mismo tiempo, con Wolfgang Puck Catering, que suministra empanadillas de pollo y otros alimentos para la fiesta anual que se celebra tras los premios Óscar, según una persona enterada de las conversaciones que pidió el anonimato para poder hablar de conversaciones confidenciales. La empresa no respondió a la solicitud de comentarios.

La vigilancia en torno al proyecto es tan estrecha que los grupos de restaurantes deben firmar primero un acuerdo de confidencialidad que, entre otras cosas, prohíbe la divulgación del propio acuerdo, según dos personas que solicitaron el anonimato por haberlo firmado.

Tesla no respondió a la solicitud de comentarios.

Para muchos chefs, que una empresa con finanzas abundantes les ofrezca dirigir un restaurante innovador que prácticamente tiene garantizado llamar la atención podría ser la respuesta a sus plegarias. En entrevistas, varios restauradores indicaron que estarían interesados si Tesla se comunicara con ellos.

“Suena emocionante”, afirmó el chef Walter Manzke, propietario de République en Los Ángeles con su mujer, Margarita. “El otro día me dijo que quiere comprarse un Tesla, así que puedo decirte de qué lado está”.

Pocas ciudades estadounidenses han acogido a Tesla con tanta rapidez y entusiasmo como Los Ángeles, donde los elevados precios de la gasolina, el clima cálido, la conciencia medioambiental, las políticas locales y la ventaja que lleva la empresa en la carrera de los autos eléctricos contribuyen a que en ocasiones Tesla parezca el fabricante de coches por defecto de la ciudad.

El pronto afecto de la zona por Tesla inspiró a Shake Shack a hacerle una propuesta a la empresa antes de abrir su primer local en Los Ángeles, en 2016.

“Pensamos: 'Estamos en la tierra de Tesla; ¿por qué no vemos si les gustaría poner algunas estaciones de carga en nuestro aparcamiento?”, recuerda Danny Meyer, que ayudó a fundar Shake Shack. Meyer señaló que la fabricante de vehículos eléctricos no estaba interesada en ese momento.

Compartió que no ha mantenido conversaciones sobre el proyecto del restaurante y que probablemente no lo aceptaría.

Meyer explicó que, antes de que sus restaurantes lleguen a acuerdos con museos, estadios de béisbol y lugares similares, “nos preguntamos si nuestra obra de arte se vería bien en ese marco”. En cuanto a Tesla, concluyó que “no es un marco que yo elegiría”. “Quizá lo habría hecho hace 10 años, porque creo que entonces tenía un brillo diferente”. Por aquel entonces, la marca “giraba en torno al medio ambiente. Parecía algo estupendo”.

El chef Paul Kahan, de One Off Hospitality de Chicago, dijo que no le interesaría trabajar con la empresa de Musk por varias razones. “Prefiero mantenerme al margen de la locura y promover la unidad”, subrayó.

Muchos restauradores se muestran reacios a expresar su opinión sobre Tesla debido a las opiniones antagonistas, tanto a favor como en contra, que la gente tiene ahora sobre la empresa.

“Me imagino que la respuesta de la mayoría de mis amigos no sería que sí”, aseveró el chef David Chang, que vive en el condado de Los Ángeles. “Pero me imagino que tampoco querrían decirlo públicamente, por lo polarizados que están ambos bandos”.