El tráfico se reanudó el domingo entre Francia y España, que reabrió su frontera poniendo fin al estado de alarma y a un confinamiento de casi 100 días para frenar la epidemia de coronavirus.
Los españoles también pueden salir de sus respectivas regiones para viajar a otras y encontrarse con familiares o amigos a los que no veían desde el 14 de marzo.
En esa fecha, el gobierno español había decretado el estado de alarma para coordinar la lucha contra el virus, que causó 28.322 muertos en uno de los países más perjudicados por la pandemia.
En el puesto fronterizo del Pertús, entre la región francesa de Occitania y la española de Cataluña, circulaba un coche cada dos o tres minutos a las 09H20 de la mañana. Las entradas hacia Francia eran más frecuentes que hacia España.
La frontera está abierta desde la medianoche del sábado.
Los ciudadanos de la Unión Europea y otros países miembros del espacio Schengen ya pueden entrar libremente en España sin obligación de guardar una cuarentena de 14 días.
Portugal, relativamente poco afectado por el nuevo coronavirus, prefirió esperar al 1 de julio para abrir su frontera terrestre con España.
España entró en lo que denominó "la nueva normalidad" con nuevas reglas para evitar un rebrote.
El uso de mascarilla es obligatorio en los lugares cerrados y al aire libre, cuando no es posible mantener una distancia de seguridad física de 1,5 metros. El acceso a las salas de espectáculos, piscinas y playas, hoteles y restaurantes sigue limitado a un porcentaje de aforo que varía según las regiones.
AFP