A lo largo de su camino por el exterior, Milagros Costabel, la uruguaya ciega de nacimiento que recibió una beca para estudiar en Harvard, ha compartido sus aventuras a través de redes sociales.

Uno de los hitos para la joven al estar lejos de su país fue su encuentro con Indio, el perro guía que se transformó en su “mejor compañero de vida”, y a quien le dedicó un conmovedor mensaje en X en el que explica cómo es su dinámica día a día.

“Hace mucho tiempo no les hablo de Indio. No porque no tenga nada que contar, sino porque normalmente todo lo tomo por sentado… Pero hace unos días estábamos solos en Viena, más perdidos que otra cosa, y no paré de recordar por qué es el mejor compañero de vida para mí”, comenzó la uruguaya.

En un hilo de X, la uruguaya contó de sus andanzas con Indio, que incluyen trabajar en ocho países, subirse a 29 aviones, andar en barco, en tren, en subte y en ómnibus. Es que, según dice la estudiante de Harvard, al perro guía “nada le parece mal”. Por ejemplo, en Praga, donde residen temporalmente, han usado transporte público, algo “nuevo” para ambos, aunque Indio la guía a Costabel “como si lo hubiese hecho toda la vida”.

La estudiante contó cómo es viajar con Indio y cómo reconoce cada casa en la que se hospedan, aunque estén a “cuadras de distancia”. Según narró, el perro guía logra llevarla siempre a donde ella debe llegar. “Hace unas semanas, en España, nos quedamos en tres hoteles distintos y dos apartamentos. Por unos días todos eran casa para él”, narró.

Así, Costabel, quien ha dicho que Indio le cambió la vida, dijo que si va a un hotel, no tiene que preocuparse por buscar su cuarto, porque él sabe dónde está. “Le digo vamos al cuarto y ahí va, llevándome al ascensor y luego al cuarto… Y lo hace súper entusiasmado, como si fuera el mejor pedido del mundo”, expresó.

Para la joven, lo más destacable de su mascota guía “es la forma en la que enfrenta todo”. “Siempre quiere salir y trabajar, y cuantos más obstáculos y personas hayan, le parece mejor. Se aburre si las cosas son muy fáciles. Hoy en día nos entendemos como nunca”, expresó.

Una de sus últimas aventuras fue en Viena, Austria, donde “los cruces no estaban marcados”, por lo que dependía de Indio para que parase y la mantuviese segura. Es que en esa ciudad, según relató la uruguaya, “había muy pocas referencias, muchísima gente y ruido”, pero él la mantuvo en el camino, rodeando todo como si nada. “Me sentí imparable”, contó.

En la ciudad austríaca fueron a conciertos y a restaurantes, y ella no dependía de nadie más que de Indio para moverse. “Podía seguir a gente sin tocarla, encontrar una silla de forma independiente y, si quería salir, íbamos hasta la salida, aunque estuviese muy lejos”, dijo.

Para Costabel, el vínculo y los logros que alcanzó gracias a Indio “era impensables” hace años atrás. “Él es la razón principal por la que hoy me siento libre de vivir mi vida de la forma en la que quiero hacerlo. Nunca pensé que diría algo así, pero es como si fuese parte de mí”, confesó.

De todos modos, la uruguaya fue sincera: “Les mentiría si dijese que no tengo miedo. Indio ya tiene 6 años, y el tiempo no espera a nadie. No quiero imaginarme lo que va a pasar el día en que no pueda trabajar más. Mi sueño es quedármelo como mascota, pero realísticamente no sé si voy a poder costear algo así”.

Es que los perros guías se retiran, lo habitual es que trabajen entre siete y 10 años. Después de ese tiempo, la mascota pasa a vivir con una familia nueva.

Sin embargo, Costabel intenta no anticiparse y disfrutar de todo lo que puede. “De fondo hago todo lo posible para que, cuando llegue el día, podamos seguir juntos. Mientras escribo esto, él ronca en mi cama, con su cabeza contra la mía, y ahora mismo no me imagino otro lugar en el que quisiera estar”, concluyó.