El testimonio de uno de los guardavidas que trasladó a bañista ahogado hasta Castillos

El guardavidas Santiago Morales había terminado su jornada laboral en la playa de los Pescadores de Punta de Diablo. El pasado jueves 6, dice, había sido un día divino, de esos en los que “el calor se mezcla con el mar”. El agua había estado compleja: pusieron varias banderas amarillas, hicieron prevenciones, asistieron en su playa y en la del Rivero. Después, se fue a surfar.

Cuando ya estaba en el agua, el guardavidas notó que debajo de su caseta había “muchísima gente mirando para el lado del Rivero”. “Me extrañó, porque en realidad no pasa eso a menudo”, dijo en diálogo con Montevideo Portal.

Su primer pensamiento fue el peligro, que algo pasaba. El guardavida divisó una ronda de gente y agarró una ola para salir del mar. Dejó su tabla y corrió. En el trayecto una vecina le comentó que habían rescatado a un hombre de 60 años que estaba en el agua —después se identificaría como Julio Teijeiro, director de Desarrollo de la Intendencia de San José—.

Una vez allí, se encontró con otro colega que también fuera de su horario se acercó a la playa cuando notó que algo andaba mal y logró ayudar a sacar al contador maragato del mar. También había personal de Prefectura, médicos, turistas, que hicieron una “cadena humana” para ayudar al hombre.

Los guardavidas y especialistas intentaron reanimar al hombre con maniobras cardiopulmonares (RCP). Lo llevaron a la arena seca, el lugar adecuado y seguro para utilizar un desfibrilador para restablecer el ritmo del corazón.

Continuaron haciendo RCP y también solicitaron un ambú para que el hombre recibiera “oxígeno puro”. Intentaron reanimarlo, pero no pudieron, por lo que consideraron que la mejor opción era llamar a una emergencia.

Para trasladarlo, los tres guardavidas y la Prefectura subieron al sexagenario a un cuatriciclo. Después, lo subieron a una camioneta de Policía, que lo trasladaría hacia un centro de salud.

Primero, los rescatistas se dirigieron a la policlínica local, pero estaba cerrada. “No había nadie disponible, estaban atendiendo otra cuestión”, dijo el guardavidas. La siguiente decisión fue llevarlo hacia el Hospital de Castillos, el más cercano a Montevideo y a 35 kilómetros de Punta del Diablo.

“En esos casos, hay que ir a los centros asistenciales próximos que tienen más capacidad para resolver un suceso de esos. Empezamos ahí, en la caja de la Policía como a 130 km/h haciendo RCP hasta que llegamos a Castillos”, narró Morales.

Los enfermeros del hospital los estaban esperando. Sin embargo, una vez allí constataron que el hombre había fallecido.

Morales destacó que el rescate ocurrió fuera de horario laboral. “Podríamos no haber estado en la playa”, dijo. Según el guardavidas, varias personas que “conocen bastante el mar” frecuentan las playas rochenses, por lo que “hacen rescates antes y después” de su horario oficial, que es “bastante corto”.

Algunas brigadas cuidan a los bañistas de 10:00 a 18:00, mientras que otras de 10:30 a 18:30. “Hace más de 20 años que intentamos que eso mejore. Esperamos en algún momento poder cumplir un horario que abarque más tiempo, como las otras brigadas que ya pudieron lograr eso. Nosotros todavía no”, insistió Morales.

Sobre el rescate de Teijeiro, aseguró: “Intentamos todo lo que teníamos para hacer nosotros con los pocos mecanismos que tenemos para resolver”. 

De todos modos, la situación resonó en los pedidos que ya habían solicitado: más médicos, más ambulancias, más equipo.