El chofer del ómnibus de Cutcsa que chocó y terminó en la playa Pocitos hace dos semanas sigue internado y, pese a que declaró, dijo que no recordaba nada de lo que sucedió en el trayecto desde Ciudad Vieja hasta la orilla del Río de la Plata.
Hasta el momento la Fiscalía dispone de las declaraciones que han hecho algunas de las víctimas, y espera la información clínica que aportará el prestador de salud del hombre. Los investigadores, enfilados detrás del fiscal Leonardo Morales, centrarán sus esfuerzos en el entorno del conductor para ver si hubo episodios o sucesos extraños antes del siniestro que puedan explicar el fatídico desenlace.
Lo último responde a que se descartó la hipótesis de que el hombre haya sufrido un accidente cerebrovascular (ACV), una de las teorías que más fuerzas había cobrado durante los días pasados.
Uno de los últimos movimientos que hubo en la carpeta fiscal fueron las declaraciones de Renzo y Eloísa, las dos personas que se acercaron al conductor antes de que el vehículo de pasajeros se estrellara contra el muro.
Según la versión de ambos, desde que se subieron al transporte el conductor presentaba una “actitud agresiva” que se dejaba ver porque “les tiraba la plata y les hablaba mal a los que no agarraban el boleto”.
Ambos testimonios coinciden en que el quiebre de la situación fue cuando el ómnibus pasó por la calle Libertad, frente a la Embajada de España en Uruguay, y siguió por avenida Brasil en el trayecto donde comienza la bajada hacia la rambla.
Desde ese momento, el chofer decidió acelerar el coche a fondo y eso motivó que Eloísa se acercara a donde estaba él con el fin de saber si le pasaba algo. A los gritos le pidió que parara porque se iban a matar. “¡Nos vamos a matar, pará, por favor, pará!”, repitió la joven en varias ocasiones.
Renzo se acercó minutos después al ver lo que sucedía y, en un momento, los videos muestran que intentó quitar al hombre del volante, pero se dio cuenta de que estaban a pocos metros de chocar y, por la velocidad a la que circulaban, el final era inevitable.
Durante toda la secuencia anterior, el conductor no emitió una palabra y solo se limitó a seguir manejando a toda velocidad. Pese a esto, tanto Eloísa como Renzo aseguraron que se lo veía consciente y en las grabaciones del interior del coche se lo ve mover una de sus manos para decirle a la mujer que dejara de “interrumpirlo”.
Varios de los testimonios de los pasajeros coinciden en que iban en “caída libre” por la bajada de avenida Brasil, y esta sensación se da por la combinación entre los kilómetros por hora a los que circulaba la unidad y el impulso propio de la bajada.
Qué puede pasar
El fiscal Morales está esperando las pericias finales, así como también la información médica del chofer. Luego de que una mujer de 55 años, Karina Dafonte, falleciera, se añadió un presunto delito de homicidio por el que se espera sea imputado el conductor en las próximas semanas.
Morales deberá esclarecer qué motivó al hombre a no frenar o detener el ómnibus de alguna manera. En caso de que se compruebe una intención —lo que jurídicamente se conoce como dolo— el caso deberá pasar a una Fiscalía especializada en homicidio.
Morales prevé tener hipótesis más firmes sobre la mesa dentro de 10 días y también espera que el conductor vuelva a declarar ante la Fiscalía en las próximas jornadas.