La Guardia Civil Española abrió una investigación para identificar a las personas y grupos que, en palabras del ministro del Interior de España, Fernando Grande-Marlaska, se organizaron el domingo pasado para genera acciones violentas en Paiporta, Valencia.

Ese día, los reyes Felipe y Letizia y el presidente Pedro Sánchez visitaron la localidad, una de las más afectadas por la DANA que castigó a España y causó más de doscientas muertes. Durante su recorrido,  los reyes fueron objetos de insulto y ataques con lodo, mientras que el mandatario recibió un palo en la cabeza.

En declaraciones a la cadena pública RTVE, Marlaska hizo referencia a un grupo “muy marginal” de violentos que desplegó un “mínimo de organización” para lanzar fango, palos y otros objetos contundentes a la comitiva, de la que Sánchez salió luego de recibir un golpe.

Una vez dentro del vehículo que lo evacuó, varios individuos prosiguieron propinando patadas y golpes contra el convoy del jefe del Ejecutivo.

Según consigna Infobae, el Servicio de Información de la Guardia Civil ya desarrolla sus pesquisas para identificar a los responsables de estos incidentes. Entre esas diligencias, rastrea redes sociales y canales de comunicación como Telegram de grupos y organizaciones de ultraderecha 

El periódico español Público informó asimismo que líderes y referentes de los colectivos Revuelta, Núcleo Nacional, Desokupa o España 2000, vinculados a la ultraderecha, se desplazaron durante el fin de semana a Paiporta  “supuestamente, colaborando con el reparto de alimentos y las tareas de limpieza”. Sin embargo, tras los incidentes del domingo,  sus simpatizantes comenzaron a hacer circular en redes sociales “mensajes y consignas celebrando lo sucedido”.

Miquel Ramos, periodista y analista del fenómeno de la ultraderecha en España, identificó a uno de los instigadores de los ataques contra el presidente del Gobierno y los monarcas, que iba vestido con una camiseta de la nazi División Azul. El individuo forma parte de Revuelta, colectivo al que el citado medio denomina como “la marca juvenil de VOX”, que impulsó las protestas contra el gobierno español en noviembre del año pasado, frente a la sede del PSOE en la madrileña calle Ferraz.

En otra de las imágenes captadas en el lugar, se puede ver al rey hablando con un hombre tatuado, vestido de rojo. Uno de los tatuajes que luce el individuo está vinculado a la barra de hinchas del Valencia Club de Fútbol llamada Mario Kempes. Este grupo de aficionados está considerado de extrema derecha y fue expulsado de La Liga en 2023, por los insultos racistas contra el jugador Vinicius Jr.

Durante los ataques también se vieron saludos y camisetas con simbología nazi. Posteriormente, el sindicato Solidaridad, vinculado al partido ultraderechista VOX, ofreció sus servicios jurídicos a los manifestantes detenidos luego de dañar un auto de la comitiva de Pedro Sánchez.

La alcaldesa de Paiporta, Maribel Albalat, declaró en una entrevista televisiva que no conocía a los protagonistas de las agresiones, y sugirió que se trataría de “algo armado” desde “la ultraderecha”.

En redes sociales, varios internautas señalaron con suspicacia el hecho de que fueran precisamente los integrantes de grupos neonazis quienes lograran franquear la custodia de los reyes y acercarse a ellos para conversar.

En las últimas horas, uno de los jóvenes señalados en redes sociales hizo una publicación en redes sociales, que acabó siendo una involuntaria confesión. El joven, identificado como “Nostálgico Pablo”, fue uno de los que lograron hablar con el rey Felipe VI en Paiporta. En su publicación rechazó la existencia de un montaje ultraderechista.

Lo curioso fue que se detuvo a  explicar los motivos por los que utilizaba un buzo con el emblema de la División Azul, grupo de voluntarios españoles que se unieron a las tropas nazis para luchar contra la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial.

“Me la regaló un camarada cuyo bisabuelo luchó en Krasny Bor y me la puse por la valentía y el honor que representan los 5.900 héroes que derrotaron a los 44.000 soviéticos en una gesta histórica de la historia de España que no quieren que sepas”, escribió.

En España, las referencias y homenajes a la División Azul no cesaron con la caída del franquismo y son frecuentes hoy día. En tales eventos, las reivindicaciones totalitarias y los discursos de odios son moneda corriente, hecho que ha generado muchos escándalos y pocas consecuencias jurídicas.

Las palabras de “Nostágico Pablo”  llaman la atención sobre una estrategia de disociación común en la ultraderecha del siglo XXI, que rechaza que se la relacione  con el nazismo y el fascismo, más allá de promover las mismas ideologías.

Esa situación fue plasmada con estupenda ironía años atrás por el colectivo humorístico alemán Browser Ballett