La sede de Uruguay de la Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP) y la Plataforma Infancias y Adolescencias (PIAS) se manifestaron después de que una bebé fuera asesinada por su padre y un niño muriera tras ser violentado por su madre.

Desde la OMEP Uruguay declararon su “profunda preocupación ante la situación de inseguridad que atenta contra la vida y el bienestar socioemocional de todos los ciudadanos, incluyendo a las niñas y niños más pequeños”.

La organización internacional no gubernamental se manifestó que “resulta imprescindible acabar de forma urgente con la inseguridad” que las infancias “sufren en sus barrios, en el entorno de los centros educativos y en el interior de sus hogares”. “La vida diaria de niños y niñas debe transcurrir en entornos seguros, protegidos de los riesgos y daños que genera la violencia de género y la criminalidad”, agregó.

De este modo, OMEP exigió al Estado que “implemente una manera inmediata y efectiva con la intervención de los organismos competentes, políticas y acciones de protección hacia las infancias en situación de riesgo”.

Asimismo, PIAS, una alianza de organizaciones de primer y segundo grado comprometida con la defenda de los derechos de los niños y niñas en Uruguay, enumeró en un comunicado algunos hechos de violencia de los últimos meses en los que niños uruguayos fueron víctimas. La plataforma recordó que el pasado domingo una bebé de cinco meses fue víctima del “infanticidio vicario” por parte de su padre, así como otra bebé en Lavalleja tres meses antes.

También señaló que “tres niños sobrevivieron de milagro en un ataque incendiario perpetrado por dos agresores en el marco de un contexto de violencia basada en género”, y recordó el caso de Juan Pablo, de 10 años, que murió después de haber sido quemado por su madre —que se suicidó—“en un contexto de violencia basada en género”.

“El Estado Uruguayo es responsable de garantizar los derechos humanos de quienes viven situaciones de violencia y de prevenir, atender, proteger en situaciones de violencia hacia niños, niñas y adolescentes, reparar el daño y sancionar a los responsables”, señalaron desde PIAS.

La organización con foco en niños y adolescentes señaló que “la crueldad y las dinámicas de la expresión de la violencia hacia las infancias obliga a estar exigiendo e insistiendo que este problema debe de ser tratado con rigurosidad y con un presupuesto ajustado a la magnitud del problema”.

Si bien reconoció “avances generados”, PIAS señaló que “aún no se ha logrado una política de Estado que esté a la altura de la magnitud y gravedad de este problema”.

“Los servicios de atención están desbordados, las infancias permanecen en listas, para obtener alivio y reparación a su sufrimiento, el acceso a la justicia es lento y revictimizante. Es urgente avanzar en la incorporación de la educación sexual integral en la currícula educativa”, concluyó.