El Gobierno ya desmintió el fin de semana que Duterte hubiese abandonado Filipinas y este lunes el portavoz presidencial, Harry Roque, ha explicado que la seguridad oficial se encarga de que nadie se acerque demasiado al mandatario para prevenir riesgos, según 'The Philippine Star'.
Los guardaespaldas, según Roque, han hecho "un buen trabajo" para proteger a Duterte, que no se habría acercado por tanto a Año en estas últimas semanas. Otros miembros del Gobierno sí han optado por aislarse por sus contactos con el responsable de Interior.
Las autoridades del archipiélago informaron este lunes de 3.314 nuevos casos de COVID-19, lo que eleva el balance provisional de positivos hasta los 164.474. Al menos 2.618 han perdido la vida desde el inicio de la pandemia, 18 más que en el informe previo, mientras que el número de casos activos ronda los 49.000.
La región metropolitana de Manila y cuatro provincias aledañas están confinadas hasta este martes, en un intento de las autoridades por contener el repunte de los contagios.
Con información de Agencias