La suba de casos de coronavirus presentaron entre noviembre y diciembre un crecimiento exponencial y actualmente la tendencia de crecimiento se ha mantenido en forma lineal.
En diálogo con Montevideo Portal, la matemática miembro del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) y del Grupo Uruguayo Interdisciplinario de Análisis de Datos de COVID-19 (GUIAD-19), María Inés Fariello, habló sobre la preocupación de un "efecto rebote" de los casos después de las vacaciones y la necesidad de reducir contactos de riesgo, entre otros temas.
"Las tendencias en este momento es lo más difícil de ver, en el sentido de que parece haber una frenada en el número de casos que no viene subiendo tan rápido, y parece estar estabilizándose la pandemia", explicó Fariello con respecto a la dificultad para realizar proyecciones.
"Saber si realmente se está retrayendo (la cantidad de casos diarios) es bastante difícil, sobre todo por el porcentaje de positividad que tenemos podríamos estar perdiéndonos un poco de la película. Ha habido una disminución en cantidad de personas de CTI. Eso tiene dos explicaciones, una que realmente se esté frenando y la otra es que se haya movida más hacia gente joven, es decir crece el número, pero se contagian menos los mayores de 65 años, que tienen mayor riesgo", agregó.
La matemática sostuvo que "por las licencias de repente las personas tiene menos contactos de riesgo, ya que no es lo mismo trabajar en una oficina cerrada durante ocho horas (por más que se use tapaboca), que en verano que si bien una persona se ve con grupos de gente puede hacerlo en lugares abiertos".
Además, comentó que "la persona se puede mover en comunidades más chicas respecto a lo que se puede mover en la vida laboral, por ejemplo, en Montevideo. Aunque estas son suposiciones".
"En las licencias podría pasar que al irse la gente de Montevideo disminuye un poco la cantidad de contactos en la capital, que es donde ha venido más fuerte la epidemia. Si la gente se mueve dentro de los balnearios se mueve en comunidades más chicas", añadió.
Fariello cree que actualmente "quizás haya una tendencia temporal debido a la disminución de la densidad".
Sin embargo, "esto puede repercutir luego cuando la gente vuelva a trabajar y eso puede generar un rebote, ya que hay gente que viene contagiada sin saberlo".
"El aumento de casos viene liderado en edades entorno a los 35 años y es necesario esperar estos días para ver cómo se mueve la pandemia ya que es difícil hoy proyectar porque es un momento atípico", aseguró.
"Tuvimos Navidad, donde las personas se juntaron con gente que no es de su circulo cotidiano, luego año nuevo y el 7 de enero (siete días después) fue uno de los picos máximos de la pandemia. La ida de vacaciones hace que sea muy variable el comportamiento de la gente y sobre todo por edades", agregó.
Fariello explicó que ese "efecto rebote" podría ocurrir "sobre todo en la gente más joven que puede ser asintomática y vuelve a su lugar de trabajo donde puede concentrarse mucha gente y al ser un lugar cerrado la posibilidad de contagio es mucho más alta".
"En los lugares de trabajo, que venían siendo el segundo lugar de brotes, es necesario tener especial cuidado en la vuelta de las vacaciones más que nada en los primeros 10 días. Hay un cambio de burbuja y es importante tomar recaudos y las autoridades lo han informado. Ese cambio de burbuja es potencialmente peligroso porque se hace un atajo de una burbuja a otra que no estaba conectada", comentó.
La preocupación por las camas de CTI
El equipo de Medicina Intensiva del GACH realizó un informe en el que analiza la capacidad de los CTI del país en un semáforo.
"Si nos mantenemos en el nivel que estamos es muy altamente probable que sigamos creciendo ya que es un equilibrio difícil de mantener en el nivel que estamos. Con la crecida entraríamos en parámetros amarillos y rojos en CTI y seguir creciendo representa un riesgo", dijo Fariello.
"Si sigue la epidemia en los niveles que está es más fácil que se contagie el personal de salud y estar corto de personal en terapia intensiva es un problema muy grande de resolver en una o dos semanas", agregó.
La matemática, que integra el grupo Modelos y Ciencia de Datos del GACH, dijo que "hay veces que puede haber camas, pero en un lugar donde hay camas y pocos médicos el problema puede ser más grande, sobre todo en el interior del país".
"Es complejo en algunos casos tener que mover pacientes de un CTI a otro por no tener camas, personal u otro montón de factores de cosas que son necesarias, más allá de la cama o el respirador que siempre es necesario", sostuvo.
La positividad de los test
Uruguay ha aumentado la cantidad de test positivos sobre el total realizado diariamente. Sobre este tema, Fariello sostuvo que "cuanto más alta es la positividad hay más posibilidad de que se estén escapando casos".
En ese sentido "puede que el testeo no es suficiente para atrapar a algunos casos positivos que quedan por fuera".
"Hay casos que son más fáciles o difíciles de detectar. Si hay una persona contagiada y testeo a las personas que conviven con ella ahí tengo más chances de encontrar positivos. Pero si voy a testear a contactos periódicos como el trabajo o el gimnasio disminuye la chance, pero puedo encontrarlos. Cuando voy a contactos ocasionales, por ejemplo, si una persona tuvo una reunión o hizo algo que no está dentro de su rutina las chances son más bajas de encontrar un positivo", explicó.
"A medida que me voy alejando del círculo de la persona cada vez es más difícil encontrar un caso positivo", añadió.
La matemática sostuvo que si no hay "un nexo los positivos son más difíciles de encontrar y se necesitan hacer muchos más test para encontrar uno". "El tema de testear por síntomas si tenés capacidad de testeo buena se puede testear mucho, si está más restringida cuesta más. Lo mismo ocurre para los contactos", explicó.
"No tener capacidad sobrada de testeo hace ir tomando decisiones e ir eligiendo a quién vas a testear en un determinado día y ahí seguramente vas a buscar a los que tienen más posibilidad de ser positivos", dijo Fariello.
Reducción de los contactos de riesgo
Con respecto a la reducción de la movilidad, que ha sido aconsejada por científicos y especialistas, Fariello sostuvo que "lo que se necesita reducir es los contactos de riesgo, ya sea trabajando, haciendo una reunión de amigos, saliendo a algún lugar, poniendo ejemplos de dónde la persona puede tener contactos de riesgo".
"El tapabocas se ha incorporado bastante al ir al supermercado o por ejemplo entrar a un edificio, pero si voy a la casa de una amigo a visitarlo ahí probablemente me saque el tapaboca y puedo estar en un ambiente cerrado", apuntó.
"La mayor cantidad de contagios viene de gente que conocemos, no de gente que no conocemos, y es donde más fácil bajamos la guardia. Es necesario reducir esos comportamientos", agregó.
La matemática considera necesario "reducir esas actividades de manera genérica".