Las audiencias generales fueron suspendidas el pasado 7 de marzo, cuando en Italia se decretaron las primeras medidas de confinamiento debido al inicio de pandemia por coronavirus.

Francisco siguió celebrando tanto las audiencias como el rezo del Ángelus dominical desde la Biblioteca del palacio pontificio.

Mientras que el Ángelus volvió a celebrarse en la plaza de San Pedro respetando la distancia social entre las personas, las audiencias con fieles seguían suspendidas.

El lugar de las nuevas audiencias generales será el patio de San Dámaso, la plaza porticada por la que los Jefes de Estado y Gobierno acceden al palacio pontificio en ocasión de las audiencias con el pontífice.

Un espacio mucho más pequeño de la plaza de San Pedro, donde cada miércoles se reunían decenas de miles de fieles, pero al aire libre respecto al otro lugar donde se celebran las audiencias: el aula Pablo VI.

El papa Francisco ha permanecido durante estos meses en el Vaticano, limitando las visitas y sin contacto con los fieles, y solo salió por primera vez desde que en junio acabara en Italia el confinamiento a una visita por sorpresa el 5 de agosto a la basílica de Santa María la Mayor de Roma, por la que siente mucho apego.

La última salida conocida del pontífice se remonta al 20 de abril, durante el confinamiento, cuando celebró misa en la iglesia de Santo Spirito in Sassia, próxima a la plaza de San Pedro.

El coronavirus, que ha afectado a una decena de personas en el Estado de la Ciudad del Vaticano (el más pequeño del mundo, con menos de un millar de habitantes censados), ha frenado los actos del papa, que durante el confinamiento fueron en soledad y medidas de seguridad, pero retransmitidos en directo.

También ha provocado la suspensión de los viajes internacionales del papa, se cree que, al menos, durante los próximos 18 meses, aunque por el momento no hay una confirmación oficial.

El diario "Avvenire", órgano de la Conferencia Episcopal Italiana, informaba recientemente de que por esa razón el papa ha trasladado a la nunciatura de Portugal al monseñor colombiano Mauricio Rueda, el encargado de organizar sus visitas pastorales por el mundo y un puesto que aún no ha encontrado sustituto.

Con información de Agencias