La emoción, quizás, fue el sentimiento que estuvo más a flor de piel durante gran parte de la caravana que acompañó a la fórmula presidencial desde el Palacio Legislativo hasta la plaza Independencia este sábado 1° de marzo.

Los constantes cánticos y mensajes de aliento de los militantes frenteamplistas —algunos de ellos notoriamente afectados— que se acercaron hasta avenida del Libertador contagiaron a la vicepresidenta Carolina Cosse, quien no pudo contener las lágrimas durante la mayor parte del trayecto.

La exintendenta se sintió conmovida frente a las muestras de cariño de los asistentes y, desde la sede del Poder Legislativo hasta 18 de Julio, les devolvió los saludos mediante gestos de abrazos, corazones y golpes con el puño cerrado en la zona del corazón, entre otros.

En más de una ocasión optó por secarse el contorno de los ojos con un pañuelo o servilleta que tenía a mano. Ya avanzado el traslado de la fórmula, se pudo notar que la vicepresidenta tenía el maquillaje corrido.

Orsi, en tanto, fue más discreto. Respondió los saludos de los frenteamplistas con el pulgar hacia arriba, alguna sonrisa y cara de sorpresa cuando se cruzó con conocidos, y movimientos de brazo pronunciados cuando, por ejemplo, vio una pancarta en un apartamento que decía: “¡Orgullo! Mi presidente es docente”.

Ambos arribaron a la plaza Independencia a las 16:50 horas. Unos minutos después, comenzó oficialmente la ceremonia en la que Luis Lacalle Pou le entregó la banda presidencial a Yamandú Orsi.