Nicolás Jodal recuerda que el 13 de marzo de 2020 sintió pánico. Referente de la industria uruguaya de software y fundador de GeneXus, el ingeniero de sistemas sabía por su profesión que los procesos exponenciales ponen los sistemas al límite. Pero, al mismo tiempo, imaginaba que la tecnología aplicada era la única solución posible para algunos problemas que vendrían.
“Si yo tengo que describir mi estado de ánimo en ese momento, yo tenía pánico. Y vos me vas a decir: por qué tenes pánico, flaco, si vos sos de tecnología. Lo que pasa que no sabemos nada de virus, pero sabemos de procesos exponenciales. De cómo el iPhone destruye a Nokia en dos años”, resume Jodal, tres años después, en entrevista con Montevideo Portal.
“Un virus, que era nuevo para el cuerpo humano, tiene la potencialidad de un proceso exponencial y en tecnología tenemos ese terror innato a los procesos exponenciales. Lo que podía pasar era que ibas a tener un poco de tos e ibas a pensar que tenías el virus. Entonces empiezan a colapsar los sistemas. Primero llamás a tu mutualista, y no te atiende. Después llamás al Ministerio de Salud Pública. En realidad más por una profecía de autocumplimiento, porque no es que hubiera tantos casos. Pero la única forma de reaccionar a esas cuestiones que escalan tan rápido es de forma digital”, agrega.
Según el ingeniero, no se podía poner un call center de más personas. No se podían poner más líneas telefónicas o más doctores. Lo que había que hacer era reaccionar de forma digital.
Bajo esa premisa, junto a su equipo, pensaron en crear una aplicación con distintos servicios que la población podía necesitar.
La charla con Jodal tuvo lugar en las oficinas de GeneXus Labs, en el Latu, a solo metros de donde un equipo de desarrolladores, en la mañana del sábado 14, resolvieron avanzar en generar la app CoronavirusUy. El empresario cuenta que ese día se comunicó con representantes de la Agencia de Gobierno Electrónico (Agesic), y por la tarde le dijeron que un equipo de Presidencia los recibiría el domingo a las 11 de la mañana.
“Ahí le dije a mi equipo: no podemos ir a una reunión en Torre Ejecutiva con una PPT. Tenemos que llevar la App funcionando, aunque sea una parte. Ese fue uno de los primeros días que no dormimos”, relata.
En los primeros días de desarrollo, el ingeniero incluso participó en la elaboración de códigos —algo que no es común para un CEO— y, al viernes siguiente, estaba en una conferencia de prensa de Presidencia de la República presentando la aplicación en público.
“Lo divertido es que el viernes 13, en una charla en Colonia, entre las cosas que dije es que nunca le crean a nadie que tenga saco y corbata. Una semana después le estaba hablando a un millón y medio de uruguayos, y cuando veo cómo estoy vestido, estaba de saco y corbata. No me podía sacar la corbata. Le estaba pidiendo a la gente que tuviera confianza”, recuerda entre risas.
La solución digital y el dilema de las alertas
A mediados de 2020, alguien le preguntó a Jodal por qué seguían actualizando versiones de la aplicación, si casi no había casos activos. Y volvió a las bases. “Le digo: mirá, ojalá que sí. Pero en los procesos exponenciales, no pasa nada, no pasa nada, y después explota. Y fue lo que pasó en diciembre de 2021”, explica.
Además de permitir el contacto con las mutualistas y equipos médicos, la aplicación también habilitó una función que permitía generar alertas de exposición, para advertir a los usuarios si podían haber estado en contacto con alguien contagiado.
Esto, evalúa Jodal con la distancia que el tiempo otorga, tuvo un doble dilema. Por un lado, la solución era sofisticada de implementar desde lo tecnológico. Pero además había un tema de privacidad.
“Había que decirle a la gente que había estado expuesta con otra persona, pero tampoco podías seguirlo como un GPS. El presidente de la República, con mucha razón, no quería que una aplicación del gobierno estuviera siguiendo a sus ciudadanos. Entonces era un desafío enorme cómo decirle a alguien que estuvo cerca de otra persona, pero sin saber dónde estaba”, explica.
Para esto, recurrieron a una solución implementada en conjunto por Google y Apple. “Es como Pepsi y Coca-Cola”, acota Jodal.
Agenda de vacunas y la penca del Mundial
Una vez que en 2021 estuvieron disponibles las primeras vacunas, las inyecciones generaron tanta expectativa que llevaron a colapsar un primer sistema de agenda de vacunación. Entonces GeneXus también intervino para dar soporte.
Jodal vuelve otra vez sobre el principio para explicar la solución: “La clave es cómo hacer que las cosas no colapsen”.
En este caso, la tecnología aplicada en este caso tuvo su origen en una penca masiva para el Mundial de Rusia 2018.
Pero ¿cómo es trabajar bajo una presión en la que todo el mundo está enojado con lo que está pasando y al mismo tiempo espera una solución de la tecnología?
Jodal cuenta que tenían “mucha fe” en que lo que idearan iba a funcionar. “Es que en el Mundial de 2018 habíamos hecho un sistema de pencas para un cliente que al principio se nos había caído. Lo que pasaba es que terminaba el partido y todo el mundo entraba [al sistema de la penca] y quería saber cómo iba con su grupo de amigos. Y había 40 mil grupos. Entonces ahí le dedicamos mucho tiempo a cómo hacer que ese sistema de pencas no se cayera”, comenta.
El nuevo sistema de la agenda de vacunación registró 800.000 personas en sus primeras dos horas.
La solución consistió en utilizar servidores en función de la demanda.
“En ese momento vas usando computación en la nube, donde vas usando servidores para atender a todos. Después, cuando va cayendo la demanda, los vas soltando, de tal manera que no hubiera un gasto excesivo de servidores. Entonces ese proceso elástico no es fácil, tecnológicamente, de construir. Pero como teníamos la experiencia anterior, fue lo que usamos, y por eso nos funcionó perfectamente”, dice el fundador de GeneXus.
A la distancia, Jodal valora que la tecnología ayudó “a que las cosas no colapsaran y poder atender a la gente en los momentos más críticos”.
“El principio [con la aplicación] fue muy importante para parar esa sensación de que podía ser un caos. Y las vacunas fue un momento de mucha ansiedad, mucha tensión. Fue un momento donde trabajamos sobre mucha presión”, admite.
El reconocimiento y “un mundo lejano”
Nicolás Jodal es desde hace años uno de los empresarios tecnológicos más relevantes de Uruguay. Sin embargo, recién a partir de la pandemia empezó a sentirse observado y reconocido en la calle.
“La primera vez que me pasó eso, iba por el supermercado con mi hija. Ella me dice: papá, qué antipático que sos; la gente te mira y vos no la saludás. A lo que yo le digo: es que no los conozco, no sé quiénes son”, recuerda el ingeniero entre risas.
Algunas personas lo paraban para preguntarle cosas, otros le agradecían, y hasta le hacían regalos. “Sentí claramente el agradecimiento de la gente”, dice.
A tres años del inicio de la pandemia, Jodal lo siente como “un mundo lejano”. “Me acuerdo de ir varias veces a Torre Ejecutiva y que no hubiera nadie en la calle. Me acuerdo de haber visto cisnes en avenida de las Américas. Y siempre la duda que teníamos era si después de la pandemia iba a ser un mundo diferente o no. Y yo creo que la respuesta es que volvió prácticamente a lo mismo”, concluye.