La semana pasada sorprendió el hallazgo de una roca, oculta bajo la tierra, marcada con una esvástica, y también se encontró una pieza similar con simbología nazi en una vivienda de Nueva Helvecia, en el departamento de Colonia.

Según informó el semanario Helvecia, el hallazgo se produjo sin querer mientras se realizaban tareas de limpieza en la propiedad. Las intensas lluvias ocurridas durante las últimas semanas también colaboraron a que la tierra cediera y apareciera la gran roca tallada con el signo alusivo al régimen nazi y con el año 1943 inscripto.

El pasado 22 de marzo, el director del periódico Helvecia y propietario de Helvecia Libros Café, Pablo Cribari, relató en una nota periodística el origen de esta simbología en dicha propiedad, hecho que no fue tan sorpresivo en realidad para los neohelvéticos.

Según se consigna, el historiador Omar Moreira había dado cuenta de la existencia de dichos objetos, incluso con imágenes, en En el ojo de la lupa, un libro publicado en 2010.

Fue así que la nueva propietaria de la vivienda —que la adquirió en diciembre de 2023—, se interesó por dar con esta pieza histórica y comenzó la búsqueda durante los primeros meses de 2024.

El soldado alemán

Con base en la investigación del profesor Moreira, quien fue integrante de la Academia Nacional de Letras y declarado ciudadano ilustre de Colonia en 2017, el medio local entrevistó al también historiador neohelvetico Miguel Delfino.

Delfino afirma que, años después de terminada la Primera Guerra Mundial (1914-1918), emigró a Uruguay Carlos Hurst, el jefe del Batallón de Cañoneros del Imperio alemán.

Hurst compró algunas hectáreas de campo, armó su granja y formó su familia en dicha ciudad.

“Hoy esta es una familia muy grande, con respetados descendientes. Y esta persona era un vecino integrado a la comunidad, al ser un excombatiente de la Primera Guerra, donde el nacionalsocialismo aún no existía, comienza a recibir noticias —las cuales llegaban en cuentagotas— de que había un nuevo partido que estaba levantando a su Alemania natal. En ese entonces, Hurst se identifica con este sector y lo plasma años después (1943) en esta roca tallada que mostramos, también en el aljibe y en un carro donde iba al pueblo a buscar ración para sus animales”, contó Delfino.

Según consigna el semanario, Hurst habría dejado por lo menos una esvástica más, entre otras que existen en la localidad de Colonia.

Sin embargo, aclara Delfino brindando contexto histórico: “Hurst ignoraba las atrocidades que el nazismo cometía en la Segunda Guerra Mundial, como lo ignoraba todo el mundo acá, hasta que terminó la guerra y se comenzaron a descubrir tantas cosas”.

“Esa es la verdad, y el que diga otra cosa miente”, apuntó el historiador.

Según reconstruye el medio local, durante aquellos años de guerra en Europa, vivían allí muchos descendientes alemanes, “con el patriotismo a flor de piel”, por lo que la utilización de la simbología nazi o símbolos de apoyo a los Aliados eran moneda corriente en la localidad en aquel momento.