El domingo, un Boeing 787-8 con el con el código de registro P4-787 llevó a cabo un inusual vuelo sin escalas desde Seúl a Buenos Aires.
Este vuelo de 12,106 millas se completó de 20 horas y 19 minutos, lo que sin duda lo convierte en uno de los vuelos más largos de la historia de esos aparatos.
Poco después de aterrizar en Buenos Aires, el avión repostó y viajó por 40 minutos hasta Punta del Este (PDP), algo que permite inferir que tal vez el avión realmente estaba sobrepasando su alcance, ya que el vuelo desde Corea a Argentina sobrepasa dicho alcance. Presumiblemente el avión estaba más o menos vacío, por lo que podría operar mucho más lejos que en condiciones típicas. Este lunes, el avión ya había partido de nuevo rumbo a Ezeiza.
El extraño periplo que el avión realizó en la última semana llamó la atención del consultor de viajes Ben Schlappig, que le dedicó un artículo en la web especializada en viajes aéreos One Mile at Time.
Schlappig detalla que el Boeing 787 en cuestión tiene siete años y entró en servicio en 2013 para la compañía Aeroméxico. Sin embargo, dicha compañía lo sacó de servicio a principios de este año y en febrero ya había sido transferido a la firma suiza Comlux, que lo registro en su filial de Aruba.
En su artículo, el experto detalla que el avión ha estado volando sin escalas durante las últimas semanas, y se pregunta las razones de ese extraño derrotero.
El 11 de marzo el avión voló de Punta del Este a Buenos Aires (36min).
El 13 de marzo fue de Buenos Aires a Mascate (15 h 26 min).
El 14 de marzo de Mascate a Seúl (7 h 37 min).
El 17 de marzo, de Seúl a Osaka (1h17min).
El 18 de marzo, el avión voló de Osaka a Guam (2 h 54 min).
El 18 de marzo, viajó de Guam a Auckland (7 h 37 min).
El 19 de marzo fue de Auckland a Tahití (4 h 48 min)
El 19 de marzo el avión voló de Tahití a Copenhague (16 h 37 min).
El 21 de viajó de Copenhague a San Petersburgo (1h32min)
El 22 de marzo el avión voló de San Petersburgo a Zúrich (2 h 30 min)
El 22 de marzo, fue de de Zúrich a Londres (1 hora y 12 minutos).
El 22 de marzo el avión voló de Londres a El Cairo (4 h 2 min)
El 23 de marzo, el avión voló de El Cairo a Malé (6 h 5 min)
El 23 de marzo el avión voló de Malé a la isla de Gan (54min)
El 24 de marzo, el avión voló hacia y desde la isla de Gan en dos ocasiones distintas (22 minutos cada una)
El 26 de marzo el avión voló de la isla de Gan a Malé (50min)
El 26 de marzo, el avión voló de Malé a Seúl (8 h 1 min)
Desde allí, el avión voló de Seúl a Buenos Aires a Punta del Este, como se mencionó anteriormente, y hoy volvió a partir rumbo a Buenos Aires.
"¿Alguien sabe realmente lo que está pasando aquí? ¿Hay un solo cliente de vuelos chárter? ¿Fueron todos estos chárter separados, hay un motivo de carga o qué?", se pregunta Schlappig, quien se considera bastante bueno leyendo entre líneas cuando se trata de seguimiento de vuelos. Sin embargo, este caso excede sus capacidades deductivas.
"Realmente, estoy perdido aquí: esto casi parece una especie de ‘crucero aéreo', excepto que la falta de tiempo entre vuelos hace que sea poco probable", especula.
Luego aborda la posibilidad de que se tratara de algún vuelo chárter entre Seúl y las Maldivas, algo que no explica "los dos vuelos de 20 minutos en la isla de Gan que simplemente despegaron y aterrizaron" en el mismo lugar.
"El resto de la ruta simplemente no puedo entenderla, como el vuelo de Guam, Tahití a Copenhague, etc", expresa.
Posteriormente considera la posibilidad de que pudiera tratarse de algún tipo de entrenamiento para la tripulación, uno que resultaría "terriblemente costoso y con una ruta bastante inusual".
"No creo haber visto nunca un solo avión operar rutas tan variadas en el transcurso de un par de semanas", sostiene el autor, que fantasea con lo fascinante que debe ser formar parte del equipo de vuelo de ese aparato.
"En las últimas dos semanas, el avión ha estado en todas partes, desde Muscat hasta Guam, Auckland, Tahití, Copenhague y las Maldivas, y en realidad no tengo ni idea de lo que está pasando", concluye.