El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, llamó este domingo a la calma tras horas de infructuosas búsquedas después de que el helicóptero en el que viajaba el presidente iraní, Ebrahim Raisí, hiciera un aterrizaje forzoso en una zona montañosa del noroeste del país y permanezca en paradero desconocido, según medios oficiales.
“El pueblo de Irán no debe de preocuparse, no habrá interrupciones en las funciones del país”, afirmó Jameneí en un encuentro con las familias de los miembros de la Guardia Revolucionaria en Teherán, dijo la agencia IRNA.
El líder supremo iraní llamó a rezar por la salud presidente y de sus acompañantes, entre ellos, el ministro de Exteriores iraní, Hosein Amir Abdolahian.
“Esperamos que Dios Todopoderoso devuelva al respetado y honorable presidente y a sus compañeros a los brazos de la nación. Todos deberían orar por la salud de este grupo de servidores”, rogó el religioso.
El helicóptero que transportaba a Raisí se encuentra en paradero desconocido tras realizar un “aterrizaje forzoso” en la zona de Kalibar y Warzghan, de la situada en la provincia de Azerbaiyán Oriental y se desconoce el estado del mandatario.
Las autoridades iraníes han puesto en marcha un amplio dispositivo para hallar el aparato.
Los guardabosques del Ejército y de la Guardia Revolucionaria se han unido a unos 46 equipos de rescate para dar con el helicóptero, pero las operaciones se han visto afectadas por el mal tiempo, la lluvia y la densa niebla, cuando ya ha oscurecido en Irán, informó la Media Luna Roja.
“Debido a las desfavorables condiciones climáticas y al difícil acceso a la zona, la operación de búsqueda es complicada y no existe posibilidad de realizar búsquedas con drones y helicópteros”, indicó la Media Luna Roja a medios iraníes.
Raisí volvía esta tarde a la ciudad de Tabriz, en el noroeste del país, después de haber inaugurado este domingo una presa junto con su homólogo azerbaiyano, Ilham Alíev, en la frontera entre los dos países.
El mandatario ultraconservador llegó al poder en 2021, tras imponerse en las elecciones presidenciales con la participación más baja en la historia de la República Islámica.
Durante su Gobierno se ha intensificado la represión contra activistas, mujeres y críticos con el régimen.
EFE