El presidente argentino, Alberto Fernández, anunció este viernes una nueva etapa de restricciones para contener la pandemia de la covid-19, que durará hasta el 29 de noviembre próximo, y dispuso que Buenos Aires y su populoso cordón urbano abandonarán la fase aislamiento obligatorio (ASPO) para pasar al distanciamiento social preventivo y obligatorio (DISPO).
El paso del aislamiento a poder circular con cuidados sanitarios se debe a que la denominada Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que comprende a la capital y sus densamente poblados alrededores, registra menos de la mitad de casos que hace ocho semanas.
"Este distanciamiento básicamente autoriza a que se pueda circular sin la autorización que hoy se requiere", explicó Fernández en un vídeo grabado desde la quinta presidencial, situada en la localidad bonaerense de Olivos.
Sin embargo, el transporte público de pasajeros solo podrá ser utilizado por las personas que realizan las llamadas "tareas esenciales", porque el Gobierno entiende que allí se generan más fácilmente los contagios.
En cambio, en departamentos de diez provincias aún continuará el aislamiento obligatorio, debido a que los contagios siguen estables o están aumentando.
HACIA EL DISTANCIAMIENTO
Será la primera vez desde marzo que el AMBA, donde reside el 37 % de los habitantes de Argentina y que comprende a la capital y 40 municipios de la provincia de Buenos Aires, saldrá de la etapa de aislamiento.
"El AMBA es el único lugar geográfico de la Argentina que desde el primer día se mantuvo en aislamiento", reconoció el presidente, aunque recordó que se fueron "determinado aperturas y la vida fue avanzando en circulación y contacto social".
Argentina aplicó una cuarentena preventiva: desde el 20 de marzo pasado rigen en el país medidas de aislamiento obligatorio y de restricciones para circular, que de manera periódica se han extendido con fases de mayor o menor apertura hasta el 8 de noviembre.
El ASPO significaba tener que solicitar permisos para realizar actividades económicas, deportivas, artísticas, pero tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en la provincia de Buenos Aires muchos permisos ya habían sido otorgados y la población ya actuaba con distanciamiento, por lo que este cambio de ASPO a DISPO pone en papel lo que sucedía en la práctica.
Sin embargo, el presidente dijo hoy que "toda actividad que suponga aglomeración de gente en lugares cerrados seguirá prohibida", esto es en teatros, cines, recitales.
Los bares y restaurantes sólo podrán atender en función de lo que autoricen las autoridades de cada localidad.
ESFUERZO EN LA VACUNA
El presidente apeló a la segunda ola del virus que atraviesa Europa para advertir que el problema no está superado, al mencionar a "países como Francia, Inglaterra, España" y "el aislamiento de 30 días dispuesto por las autoridades gubernamentales tratando de parar un problema evidente".
El Gobierno quiere poner el esfuerzo ahora en preparar el proceso de vacunación de los argentinos, donde involucrará al Ministerio de Salud, de Defensa, de Seguridad, del Interior y las 24 provincias.
"Necesitamos ahora prepararnos para la vacuna", dijo Fernández, tras contar que había conversado con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, sobre la vacuna de ese país que podría aplicarse a 10 millones de personas a partir de finales de diciembre.
Argentina es el séptimo país en cantidad de casos, al acumular hasta este viernes 1.228.814 casos de la covid-19, en tanto acumula 33.136 fallecimientos, según el informe diario que difunde el Ministerio de Salud argentino.
En las últimas 24 horas, las autoridades detectaron 11.786 casos de coronavirus y reportaron 371 víctimas mortales en el país, mientras que 4.666 pacientes se encuentran ingresados en unidades de cuidados intensivos.
EFE