El expresidente chino Jiang Zemin, que piloteó la transformación del país desde finales de los años 1980 hasta el inicio del siglo XXI, falleció el miércoles a los 96 años, informó la agencia de noticias oficial Xinhua.

Jiang tomó el poder luego de la represión de la plaza Tiananmen y lideró al país más poblado del mundo hacia su surgimiento como una potencia global.

“Jiang Zemin murió de leucemia y fallo multiorgánico en Shanghái a las 12:13 p.m. del 30 de noviembre de 2022 a la edad de 96 años, se anunció el miércoles”, indicó Xinhua.

La agencia afirmó que el anuncio se realizó mediante una carta de las autoridades chinas dirigida a todo el Partido Comunista, las fuerzas militares y el pueblo chino.

“El camarada Jiang Zemin fue un líder excepcional [...] un gran marxista, un gran revolucionario proletario, estadista, estratega militar y diplomático, un luchador comunista de larga data y un líder excepcional de la gran causa del socialismo con características chinas”, afirmó Xinhua, citando la misiva.

La muerte de Jiang tiene lugar en momentos en que China vive las protestas más importantes desde 1989, motivadas por las estrictas políticas para luchar contra la pandemia de covid-19.

La televisión estatal CCTV afirmó que las banderas estarían a media asta en los edificios gubernamentales en China.

Los portales en internet de los medios estatales aparecieron en blanco y negro y mostraban una foto en blanco y negro de un crisantemo en sus cuentas oficiales de la red social Weibo. 

El presidente ruso Vladimir Putin fue uno de los primeros líderes mundiales en rendirle tributo.

“Como amigo sincero de nuestro país, Jiang Zemin hizo una contribución inestimable al desarrollo de las relaciones ruso-chinas y las llevó al nivel de una asociación de confianza e interacción estratégica”, dijo el presidente ruso, según un comunicado del Kremlin.

Un lento ascenso

Cuando Jiang reemplazó a Deng Xiaoping como líder en 1989, China se encontraba en su primera etapa de su modernización económica. Presidente durante dos mandatos de cinco años (1993-2003), cuando dejó el cargo a Hu Jintao China era miembro de la Organización Mundial del Comercio, había obtenido la organización de los Juegos Olímpicos de 2008 y avanzaba hacia su papel de superpotencia.

Los analistas afirman que Jiang y su grupo conocido como “Shanghái Gang” continuó influyendo en las políticas comunistas mucho tiempo después de que abandonase el poder, incluyendo la elección de Xi Jinping como presidente en 2012.

Sin embargo, su poder se fue disolviendo a medida que Xi se afirmó como nuevo líder. Este último se convirtió en el dirigente chino más poderoso desde Mao Zedong y recientemente se aseguró un tercer mandato como líder del Partido Comunista.

Oriundo de la provincia de Jiangsu, Jiang nació en 1926 en una familia relativamente rica de la ciudad de Yangzhou y creció bajó la ocupación japonesa durante la guerra.

Tras participar en movimientos estudiantiles clandestinos, se sumó al Partido Comunista en 1946. Luego se formó como ingeniero en Moscú y más tarde se distinguió en la industria estatal.

En el inicio de su carrera, Jiang carecía de credenciales revolucionarias y del prestigio de Deng Xiaoping, que lo impulsó para encabezar una nueva generación de líderes.

En 1985 se convirtió en el alcalde de Shanghái y más tarde en el jefe del Partido Comunista local, lo que lo impulsó a nivel nacional.

Visto por muchos como una figura de transición, Jiang fue elogiado por frenar las manifestaciones en Shanghái de manera pacífica en la época de la represión de Tiananmen.

Tras una gira de Deng en 1992 por las provincias del sur de China en plena desarrollo económico, Jiang se convirtió en un firme defensor de la “reforma y apertura” propiciada por su jefe para sacar al pueblo chino de la pobreza.

“Sin ocuparse primero del problema [de la supervivencia económica], será difícil lograr cualquier otro derecho”, afirmó Jiang en 1997.

En las calles de Shanghái, muchas personas consultadas por AFP no quisieron comentar su muerte, y una de ellas indicó que era un tema “demasiado sensible”.

“Había muchos problemas de corrupción en esa época, pero era una persona animada y jovial [...] Tal vez esa sea la imagen que la gente conserve de él”, dijo a AFP Wang Yi, residente de Pekín. 

Según la profesora Patricia Thornton, de la Universidad de Oxford, la muerte de Jiang “no puede dejar de suscitar la reflexión sobre algunas marcadas diferencias entre el pasado no tan lejano y la realidad de la vida en la China de Xi hoy”, escribió en Twitter.

Jiang Zemin estaba casado con Wang Yeping, su ahora viuda, con quien tenían dos hijos, que también lo sobreviven.

AFP