El Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), integrante del Frente Amplio, elaboró un documento que busca aportar al proceso de autocrítica del partido luego de haber sido derrotado en las pasadas elecciones nacionales. Este escrito fue elaborado "como reflexión necesaria" para la acción política futura del Frente Amplio.
Si bien se redactó en agosto de 2019, se divulgó este jueves como un insumo para el plenario que llevará adelante la fuerza política el próximo sábado. En cuanto al contenido, el documento tiene una primera parte en la que se analiza el contexto regional, mundial y local. Allí se indica que "es necesario analizar el contexto que surge luego de estos 15 años de gobiernos progresistas y de los límites del progresismo".
Se consideró que si bien "las políticas sociales" aplicadas "mejoraron las condiciones de vida de importantísimos sectores de la población" a nivel regional, había una "especie de pacto no escrito" que "establecía que esos avances en políticas sociales no afectaban la concentración del capital y el desarrollo de esas corporaciones, o sea, no iban a entrar en contradicción con los centros de poder".
"Esos que nosotros -de forma balbuceante y que necesitamos profundizar más- y otros sectores de la izquierda latinoamericana le llamábamos 'los límites del progresismo', han marcado los 15 años del gobierno del Frente Amplio con sus contradicciones. Pero no nos tienen que hacer desconocer los cambios sustanciales que se han dado en materia de redistribución de la riqueza, de superar ampliamente los límites a los que nos llevaron los gobiernos neoliberales, también gobiernos de coalición", se apunta en el documento.
En cuanto a los avances y su relación con la movilización popular, en el documento se afirma que, así como sucedió con el primer batllismo, también el Frente Amplio se apropió conceptualmente de logros que fueron al menos propiciados por movimientos populares.
"Cuando dicen que 'el primer batllismo, el gobierno de José Batlle y Ordóñez, consagró una serie de mejoras y avances sociales', es absolutamente cierto, lo que no es cierto es que haya sido a pura iniciativa de los gobiernos batllistas de la época. La ley de 8 horas se manda al Parlamento por Batlle y Ordóñez en 1906, los propios sectores del Partido Colorado trabaron esa ley en el Parlamento que se consagró diez años después, cuando la inmensa mayoría de los gremios organizados ya habían conquistado con la lucha las 8 horas, con la movilización, las huelgas, los enfrentamientos, los muertos en las calles. En este período del Frente Amplio a veces nosotros mismos también cometemos el error de decir 'lo que ha hecho el gobierno del Frente Amplio' como si fuera una cuestión autónoma, como si fuera distanciado de las luchas sociales", añade el escrito.
Por otro lado, el documento del PVP habla de la "disputa por la hegemonía que se viene". "Hay un estratega, el principal del gobierno de la coalición, y se llama Julio María Sanguinetti. Estratega fundamental de la construcción de la impunidad en Uruguay, pero con la suficiente capacidad durante su gobierno y en los siguientes de derecha para tratar de presentar cada una de las luchas de los trabajadores y diferentes sectores como contrapuestas con el interés general. Van a tratar de que cada lucha que esté planteada para enfrentar la rebaja salarial, la eliminación de la negociación colectiva, etcétera, sean presentadas como contrapuestas al interés general", ejemplificó el sector.
"Ahí hay cuestiones fundamentales, nosotros como izquierda vamos a tener que hacer lo que no hicimos estos quince años, que fuimos incapaces de traducir lo que implicaban cada uno de los avances y los logros que obtuvimos, no fuimos a discutir con la gente, no lo discutimos en los barrios, vaciamos los comités de base y en realidad la tarea de comunicación la hacía el enemigo a través de los grandes medios de comunicación", se agregó.
Talleres
El PVP también tomó como insumo de discusión aportes que surgieron durante la elaboración de talleres que "se abocaron a analizar y plantear nudos problemáticos" como parte necesaria de la autocrítica.
Allí se plantearon temas como "por qué en quince años de gobierno el Frente Amplio no se generó conciencia política a nivel social". Entre los conceptos que surgieron aparecieron los siguientes: "Lo que faltó fue la tarea de generación de conciencia a partir de cada política e iniciativa que se planteaba, la clarificación de los fundamentos de esas acciones, el diálogo mano a mano. Esto está unido al proceso interno dentro del Frente Amplio como fuerza política que llevó al vaciamiento de comités de base"; "no se trabajó para que se pudiera comprender que los logros no fueron milagros. No se realizó un trabajo político que permitiera comprender lo que se hacía, por qué y para qué".
También se entendió que hubo "procesos de desideologización y despolitización en la sociedad que no se combatieron" y que "el Frente Amplio no tiene una política comunicacional", por lo que "la prensa manejó la agenda y el Frente Amplio no supo imponer la suya".
A su vez, se plantearon temas como el "alejamiento o falta de relación del gobierno con la estructura frenteamplista y con los movimientos sociales". Algunos de los aportes fueron en el sentido de que "esta derrota electoral nació desde el primer gobierno del Frente Amplio, de la separación del gobierno con la fuerza política". Allí se señaló que hubo "una tendencia a la desmovilización de los movimientos sociales" y que incluso "se llegó a desacreditar algunas huelgas, por ejemplo, de la enseñanza".
Sin embargo, también se advierte que hubo errores en la campaña electoral. "Solo al final se logró que la campaña fuera con la gente", se indicó en dichos talleres, además de que "el candidato (Daniel Martínez) no representó al colectivo y a su vez presentaba flancos débiles como candidato".
También "el comando de campaña tuvo cambios y debilidad", hubo "falta de acuerdo conceptual" y "el discurso tuvo temas ausentes como lo rural y lo geopolítico".