En la noche del martes, la extensa y sonada causa contra el senador desaforado Gustavo Penadés tuvo un punto de inflexión: en la audiencia de formalización, el legislador resultó imputado por 11 delitos de retribución a la explotación sexual de menores de edad.
La fiscal de Delitos Sexuales de 6º Turno, Alicia Ghione, pidió además la formalización de la investigación por cuatro “delitos de abuso sexual especialmente agravado, tres delitos de abuso sexual agravado y un delito de violación”. También se lo acusó por los delitos de “desacato, de corrupción de menores y de atentado violento al pudor”.
Como medida cautelar, se dispuso la prisión preventiva por 180 días.
Tas la difusión de la noticia, en el ámbito político comenzaron a producirse manifestaciones al respecto.
“Es horrible todo. Que se haga justicia, para un lado o para otro. Pero el sentimiento es de mucha bronca, impotencia y dolor”, declaró a Montevideo Portal el legislador suplente de Penadés, Rodrigo Blás, quien actualmente ocupa la banca dejada por el imputado.
Más contundentes fueron las declaraciones de Fernando Pereira, presidente del Frente Amplio. “Es verdad que queda una parte del juicio, pero todos nos damos cuenta de que estamos ante uno de los hechos más aberrantes de la historia política del Uruguay”, aseveró.
Posteriormente, el senador nacionalista Jorge Gandini también se expresó sobre el tema, y lo hizo a través de su cuenta de Twitter.
“No puedo guardar silencio, ni dejarlo pasar. Aunque lo deseara, es mi obligación no hacerlo”, escribió.
“Impacta la gravedad de los hechos que se imputan a Penadés. Excede lo peor que pude imaginar”, añadió.
“Por eso no me puede sorprender ahora que nos haya mentido a todos en bancada, y a cada uno en persona. Nos ahorró la vergüenza de tener que expulsarlo”, concluyó Gandini.
Asimismo, el senador frenteamplista Óscar Andrade también se volcó a Twitter para expresarse sobre el caso y exigió una señal desde el Ejecutivo.
“El presidente de la República y el ministro del Interior debieran salir públicamente a reconocer la gravedad de su error. El respaldo de las autoridades tuvo un efecto negativo en la investigación por la que hoy es imputado”, escribió Andrade.
Las palabras del legislador hacían referencia al apoyo que Lacalle y Heber manifestaron hacia Penadés en el inicio del caso, antes de que las investigaciones avanzaran y se conociera más información.
“Yo les pregunto a ustedes: viene un amigo de ustedes de hace 30 años y les dice que no hizo nada. Me mira a los ojos y me dice ‘yo no fui’. ¿A quién le cree cualquiera? Sería un mal amigo si no le creo, si no le tengo confianza”, dijo Lacalle Pou en mayo pasado. Antes, a fines marzo, Heber también había cerrado filas con su correligionario. “Esto es una difamación y lo tiene que demostrar en la Justicia”, manifestó el ministro del Interior.
“Hasta conferencias en el Parlamento hubo”, recordó Andrade, en alusión a las primeras declaraciones de Penadés tras las acusaciones.