El descargo de dueño de La Papoñita tras cierre del clásico restaurante: “Mucha tristeza”

Este domingo, después de medio siglo en una clásica esquina del Centro de Montevideo, cerró sus puertas el tradicional restaurante La Papoñita.

En diálogo con Telemundo, el propietario del comercio gastronómico, Gustavo González, recordó que estaba ubicado en la esquina de Minas y 18 de Julio desde el año 1961.

“Fueron un montón de años. Aparte, enfrente tenemos el Teatro El Galpón, un clásico del centro, por lo que pasaron por este lugar un montón de personas vinculadas al arte. Y políticos ni que hablar: intendentes, presidentes”, señaló González.

Consultado sobre el cierre, el empresario mencionó la causa fundamental: “La razón económica, que se viene arrastrando desde hace mucho tiempo”.

“Cada vez se factura menos. Se ha diversificado mucho el centro, se ha abierto hacia otros lugares. Independientemente de las autoridades que haya, todos los comerciantes del centro necesitan cierto apoyo de los gobernantes. No tiene que ser económica, pero pequeños beneficios, como por ejemplo hoy en día el tema del estacionamiento. El tema del estacionamiento en el Centro ha sido un sablazo muy fuerte. Cada vez más”, dijo.

“Hay cosas que se han colocado y que han complicado. Y después uno va a otros lugares donde tiene estacionamiento gratis, vigilado. Mientras tanto, uno viene al Centro y cada vez tiene menos espacio. Todo eso va sumando”, apuntó González.

A su vez, recordó que cuando comenzó a trabajar en el lugar, en 1992, se consumían promediamente entre 2.500 y 3.000 kilos de muzzarella”.

“Hoy, 500 kilos con suerte. Éramos 40 y algo de empleados cuando vine, y actualmente éramos 16, cuando habíamos llegado a la pandemia siendo 20 y algo. No fue solo la pandemia, esto se viene arrastrando desde hace mucho tiempo”, reflexionó.

El empresario gastronómico recordó con nostalgia los días de clásico, antes de que el cable existiera: “La parte deportiva, futbolística. Los domingos de clásico esto era una locura. La gente parada en el mostrador, afuera en las ventanas. Un domingo de clásico se abarrotaba. Con el cable, esas cosas empezaron a bajar. Hoy en día solo la selección convoca gente”.

“Mucha tristeza”, finalizó González por el cierre obligado de la empresa.