"No hemos alcanzado el pico ni lo hemos superado. Todos debemos ser conscientes de esto, tenemos señales de ralentización que nos hacen vaticinar que estamos cerca de ello, pero no hay datos que nos permitan afirmarlo", sostuvo el profesor en una rueda de prensa.
Y agregó: "Claramente las señales que tenemos son positivas y las medidas adoptadas están teniendo su efecto y frenando el crecimiento. Esperamos poder llegar al pico en los próximos días".
Italia, epicentro de la pandemia en Europa, vivió esta semana 4 días consecutivos de descenso en el número de contagiados, cifrados actualmente en 62.013 personas, si bien ayer se produjo un repunte en la curva.
Brusaferro alegó que esto puede deberse al retraso en la entrega de los datos de algunas regiones, que fueron computados todos en el balance de ayer: "Hay un leve retraso de algunos días en la elaboración de los datos", subrayó.
En cualquier caso los expertos italianos han constatado que la curva ascendente de los contagiados "parece atenuarse" concretamente desde el pasado 20 de marzo.
Por el momento, el factor de transmisión del coronavirus (R0), que indica el número de personas que puede contagiar cada enfermo, es superior a 1 y para interrumpir la circulación del patógeno es preciso reducir ese indicador "considerablemente bajo el uno".
El Presidente del Consejo Superior de Sanidad, Franco Locatelli, confirmó estas "señales claras" de la ralentización del contagio pero insistió en perseverar en las actuales restricciones de movimiento, el aislamiento de la ciudadanía y la distancia social.
"Las medidas han sido absolutamente determinantes para lograr contener el problema. No debemos aligerar la intensidad de las medidas de contención social porque si no el trabajo hecho hasta ahora quedaría en vano", apuntó.
En la misma línea Brusaferro apostó por seguir con las medidas: "Cuando alcancemos el pico, el descenso en los contagios será construido con nuestros propios comportamientos", refirió.
En concreto detalló que "el gran reto" es que la pandemia, que afectó especialmente a las regiones del país, no llegue a las del sur, más pobres y con un más precario sistema hospitalario.
Por otro lado, en Italia ya se registraron 8.165 fallecidos de los que más del 80 % tienen más de 70 años y la mitad de esos tienen otras graves enfermedades, explicó Locatelli.
Con información de EFE