El pasado sábado de noche, a las 23:30, dos delincuentes llegaron a una casa de un complejo de viviendas para exigir a sus habitantes que la desalojaran porque la habían comprado.
Uno de los criminales le puso un revólver en la cabeza al padre de familia y le dijo que el domingo a las 15 horas debían estar todos afuera. Luego disparó al suelo y aclaró que el próximo tiro sería al pecho.
Según narró Informativo Sarandí esta mañana, personas cercanas a esta familia se contactaron con el exdirector de Convivencia del Ministerio del Interior, Gustavo Leal, para que los ayudara en esta situación. Como resultado, Leal se contactó con el jefe de Policía, Erode Ruiz, para colaborar en el caso. Sarandí también informó que Leal y Ruiz se habían reunido un día antes de lo ocurrido.
Este "canal de comunicación" entre las anteriores y actuales autoridades se inició ya hace algunos meses, según supo Montevideo Portal.
Aunque Leal dejó su cargo el 1º de marzo, los contactos que hizo durante su actuación en el Ministerio del Interior motivaron que aún hoy lo llamen para denunciar algunas situaciones delicadas.
El primer caso fue el asesinato de la policía Daniela Da Silva, a la que delincuentes mataron el 7 de marzo de este año para robarle el arma.
En aquella ocasión, Leal se encontró en el velorio de da Silva con el jefe de Policía, Erode Ruiz, y le comunicó que algunas personas se habían puesto en contacto con él para contarle que tenían información sobre el caso. El exdirector de Convivencia intentaba convencerlos de que declararan como testigos protegidos.
Esas personas declararon finalmente y su testimonio aportó evidencias para que se condenara a los dos adolescentes responsables del crimen. El propio Leal declaró en el juicio, porque la defensa de los imputados quiso desacreditar la prueba y saber cómo había accedido a esa información. En esa ocasión Leal actuó de nexo con los testigos.
No fue el único caso en el que Leal fue contactado por testigos o personas que querían aportar información. Ocurrió por ejemplo cuando recomenzaron las usurpaciones de viviendas. Leal canalizó a Fiscalía algunos casos, asesorando a las personas que tenían miedo de hablar.
La actuación de Leal en los operativos Mirador, que permitieron la detención de 252 personas, es el motivo principal por el que se lo contactaba a él, teniendo en cuenta que la mayoría de estos casos hubo actuación de testigos protegidos sin consecuencias.
Hace semanas, Ruiz se contactó con Leal para contarle que una de las personas que lo había amenazado por estos mismos operativos (Brian Sosa, integrante de Los Chingas) había sido asesinado a poco de salir de la cárcel.
En ese momento, Leal le dijo que quería reunirse con él para ponerlo al tanto de algunas informaciones que le estaban llegando. Ese encuentro, que fue el que reportó Gabriel Pereyra en Sarandí, ocurrió el viernes pasado.
En la reunión acordaron tener una "comunicación fluida" cuando Leal obtuviera información de casos complicados.
Ese mismo sábado Leal y Ruiz se contactaron nuevamente a raíz del episodio ya narrado, ocurrido en la madrugada, en el que una familia fue sacada de su casa a punta de pistola.
Según supo Montevideo Portal, la Jefatura de Policía estaba al tanto de este caso porque la mudanza apresurada que realizaron los dueños de casa esa madrugada despertó la suspicacia de los vecinos. La Policía notó algo sospechoso en la conducta de la familia, que sin embargo se negaba a realizar la denuncia. El exdirector de Convivencia actuó entonces de nexo en ese caso y llamó a Ruiz.
De acuerdo a lo informado por fuentes policiales, la relación entre el actual jefe de Policía y el anterior jerarca de Convivencia es buena desde el caso ya mencionado de Daniela Silva, sin que existan celos o enemistades por ser de administraciones distintas. Lo importante, destacaron, es la colaboración para "resolver casos".