Hace un mes que a Juan Pedro Núñez, conocido como Juampi, lo desconectaron del respirador que lo mantenía con vida, luego de que su madre lo envolviera en una sábana y lo prendiera fuego en Young.

El menor, de 10 años, se encontraba durmiendo cuando fue sorprendido por la mujer a las 7:00. Pensando que ella llegaba al cuarto para abrazarlo, cerró los ojos, pero minutos después notó que la sábana con la que estaban tapados ambos tomaba fuego.

En el interín, desde que la mujer llegó y lo “abrazó”, decidió echar gasoil a la tela para luego quemarla. Ella murió en el momento, pero el niño logró zafarse y corrió para pedir ayuda. Si bien estuvo internado algunas semanas, el 80% de su cuerpo resultó con quemaduras y varios órganos comprometidos, lo que terminó causándole la muerte.

Desde el fallecimiento, la Fiscalía siguió adelante con la investigación que demostró que la madre presentó algunas actitudes “preocupantes” antes de cometer el asesinato y la autoeliminación.

Sin embargo, aún la causa no se ha archivado, algo que llamó la atención de la defensa del padre del niño. Se esperaba que el archivo se diera luego de la muerte del menor, dado que no había más testimonios para recoger y ya estaba claro el desarrollo de la secuencia de hechos. El niño llegó a dar su testimonio ante las autoridades durante los días en los que estuvo consciente. 

La fiscal del caso, Solana Puglia, decidió seguir con las actuaciones luego de que la Policía incautara un arma en la casa de Núñez. Si bien las pericias sobre este nuevo elemento no arrojarían novedades, desde el Ministerio Público quieren descartar cualquier otra hipótesis, según dijeron fuentes del caso a Montevideo Portal.

El resultado de las pericias al arma aún no ha llegado, lo que explica por qué la investigación sigue en curso.