La Asociación de Funcionarios del Servicio Exterior (AFUSEU) emitió un comunicado este viernes en relación a la información brindada estos días sobre los casos de coronavirus detectados en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
En el texto informan que la semana pasada AFUSEU "realizó un almuerzo de despedida a dos asociados que partían en los próximos días a cumplir funciones en el exterior por un período de cinco años".
"En especial atención a la situación actual de pandemia y para respetar los protocolos sanitarios vigentes, la asociación decidió realizar un encuentro exclusivamente con parte de los integrantes de la directiva, en lugar del encuentro tradicional con todos los asociados en Montevideo que desde hace muchos años es de estilo organizar", señala el comunicado.
"Se trata de una actividad que se realiza a costo de la asociación, que contó con un total de 9 asistentes", explican en el texto. Además, señalan que una vez se conoció que hubo un caso de coronavirus "se procedió inmediatamente al aislamiento de todos los asistentes y a contactar a los respectivos prestadores de salud, tal como lo establece el protocolo sanitario".
En ese sentido, "como medida preventiva cada uno ubicó a aquellas personas con las que se tuvo contacto cercano en los días previos para informarles de la situación".
Los resultados de los test realizados permitirían concluir que dicha actividad no habría tenido vínculo alguno con un "brote en Cancillería", señalan en el comunicado.
"De los cinco embajadores que participaron en dicha instancia solamente dos tienen resultado positivo", explican.
Por otro lado, comentan que "el Ministerio de Relaciones Exteriores cuenta con una Unidad de Salud Ocupacional y vías de comunicación interna formal para informar y activar los protocolos necesarios que coadyuven a restringir la propagación del virus, así lo han demostrado los hechos con la activación inmediata de los protocolos, la trazabilidad de los contactos, los testeos y finalmente el alto número de resultados negativos".
Por último, entienden que "la utilización de los datos personales sin el consentimiento de la persona no solamente constituye una falta jurídica, sino también una falta ética y profesional que poco suma a la solución del problema, creando por el contrario un innecesario estado de alarma y atentando contra los derechos esenciales de las personas que cursan la enfermedad, al constatar el manejo público de sus datos sin que medie previamente su consentimiento".