Marc Emery es un famoso militante canadiense en pos de la legalización de la marihuana. Editor de la revista de cultura cannábica Cannabis Culture, también incursionó en la política canadiense, donde fundó el Marijuana Party of Canada, entre otros, y se presentó como candidato en las elecciones municipales de Vancouver en reiteradas ocasiones.

El "Príncipe del Porro" -apodo por el que es conocido; en inglés, "Prince of Pot"- viajó a nuestro país en los últimos días y, además de fumar en múltiples lugares y tomarse fotos en ellos, dio sus impresiones de cómo funciona la regulación del consumo de marihuana y hasta fue un partido de futbol, del que también dejó sus sensaciones al respecto. La forma que eligió para comunicar su punto de visto fue su Twitter, red social en la que es muy activo, y en la que fue comentando a medida que pasaba su estadía.

"Estoy agradecido de que a un convicto de 14 años se le ocurriera la legalización en Uruguay, en lugar de la mierda distópica canadiense que surgió de nuestros genios sin principios educados en la universidad", comenzó diciendo, en relación a que la decisión se tomó en el gobierno de José Mújica.

Emery se mostró muy contento con la libertad de consumo que existe en Uruguay, y se maravilló con poder fumar en cualquier lugar, posibilidad que denominó como "cordura". "Puedo fumar un porro en cualquier lugar en Uruguay. No hay interacción con la policía. Estoy en la Plaza Juan Pedro Fabini. No hubo aumento del presupuesto de la policía cuando la marihuana se legalizó. En general, a nadie le importa en absoluto el cannabis, no es una amenaza para nadie", sostuvo.

Por otro lado, el militante cannábico también concurrió al partido de Defensor Sporting contra Gremio en el Estadio Luis Franzini, donde también fumó y dejó su punto de vista.

Aunque no se mostró demasiado entusiasmado con la cantidad de policías que habían en el estadio ni con la separación de las hinchadas, que es una "nueva experiencia" para él, recalcó que el consumo de marihuana se hace sin ningún tipo de problema. "Prendimos un porro en nuestros asientos y nadie lo nota o le importa", comentó.

A lo largo de su estadía, si bien percibió que la legalización tiene algunos impedimentos, opinó que es "adecuada" y resaltó las posibilidades de los clubes y el autocultivo. "Si la legalización significa que nadie sea arrestado y que nadie vaya a la cárcel por marihuana, entonces Uruguay es legalizado. Sin arrestos. En absoluto. Durante años. No es la libertad máxima, pero sigue siendo una legalización adecuada", concluyó en ese sentido.