El Papa argentino, que dio inicio el sábado a una visita de dos días a Malta, archipiélago que se encuentra en el Mar Mediterráneo llevó a cabo un discurso en el Palacio Presidencial de la Valeta en el comienzo de sus actividades en la isla.
Francisco condenó la invasión rusa en Ucrania y planteó la posibilidad de ir dada la invitación del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. En este sentido, denunció las “seducciones de la autocracia y los nuevos imperialismos que traen el riesgo de una Guerra Fría ampliada que puede sofocar la vida de pueblos y generaciones enteras”.
“Una vez más, algún potentado tristemente atrapado en reclamos anacrónicos de intereses nacionalistas está provocando y fomentando conflictos, mientras que la gente común siente la necesidad de construir un futuro que o será compartido o no será en absoluto”, expresó.
Criticó a su vez la política migratoria de la Unión Europea, en la que está incluida Malta, acusada de cerrar sus puertos a las ONG’S que socorren a los migrantes que tratan de alcanzar Europa cruzando el Mediterráneo.
Por su parte, también solicitó una respuesta ante la creciente emergencia migratoria. “Desde el punto de vista del espacio, la creciente emergencia migratoria, aquí podemos pensar en los refugiados de la Ucrania devastada por la guerra exige una respuesta amplia y compartida. Algunos países no pueden responder a todo el problema mientras que otros permanecen indiferentes espectadores”, sancionó.
El pontífice de 85 años fue invitado por Zelenski para desempeñar el papel de mediador en las negociaciones entre Ucrania y Rusia y visitar su país invadido por las tropas rusas desde finales de febrero.
Nota basada en información de AFP