Así, manifestó que todos los hombres son" "portadores de alegría". "Cuando las tristezas y las amarguras de la vida tratan de sofocar nuestra gratitud y alabanza a Dios, la contemplación de las maravillas de su creación enciende, de nuevo, en el corazón el don de la oración, que es la fuerza principal de la esperanza. Y la esperanza es la que nos manifiesta que la vida, aún con sus pruebas y dificultades, está llena de una gracia que la hace digna de ser vivida, protegida y defendida".
Prosiguiendo con el ciclo dedicado a la oración el Santo Padre se referió también al misterio de la creación.
Para el Papa, la creación no es fruto "de una ciega casualidad, sino de un plan amoroso que Él tiene para sus hijos". De ahí que haya explicado que "cuando el hombre mira extasiado la creación, toma conciencia de que él es la única criatura capaz de reconocer la belleza que encierra la obra divina y, ante tanto esplendor, eleva al Creador su oración de agradecimiento y de alabanza por el regalo de la existencia".
Con información de DPA