El segundo hombre más rico del mundo, el CEO de Louis Vuitton, vendió su avión privado después de que la gente comenzara a rastrearlo en Twitter.
Bernard Arnault, director ejecutivo de LVMH, confesó que vendió su avión privado tras los intentos de la gente de rastrear su transporte aéreo en las redes sociales. “El resultado de este cambio es que ahora nadie puede ver a dónde voy", dijo Arnault , según un informe de la cadena Bloomberg.
Durante el último año, varias cuentas de Twitter que rastrean y comparten datos de vuelos disponibles públicamente, divulgaron la actividad aérea de personajes como Elon Musk y Taylor Swift.
Dos de las principales cuentas que rastrean los vuelos del cofundador de Louis Vuitton son @i_fly_Bernard y @laviondebernard. Las cuentas tienen un seguimiento combinado de casi 100.000 y ambas se crearon en los últimos seis meses.
"Nuestra industria es hipercompetitiva", dijo Alexandre Arnault -hijo del empresario- en un programa de televisión, según un informe de Insider. "No hemos encontrado nada mejor que un avión privado para ganar esa carrera todos los días y estar solo un pequeño paso por delante de nuestros competidores".
Bernard Arnault no es el único multimillonario que ha sido objeto de escrutinio en los últimos meses por el uso de aviones privados. En julio, la prensa amarillista criticó a Swift después de que ella y su avión encabezaran la lista de los principales causantes de las emisiones de carbono. En ese momento, los portavoces de la estrella de la música dijeron que "el jet se presta regularmente a otras personas".
Otras figuras públicas han expresado preocupaciones de seguridad sobre el intercambio de datos de vuelo en las redes sociales.
A principios de este año, Musk ofreció 5.000 dólares a la persona detrás de una cuenta de Twitter que rastreaba su viaje y le pidió al usuario de Twitter que la cerrara. No pudo cerrar la cuenta.
"No me encanta la idea de que me dispare un loco", sentenció Musk en una entrevista a Enquire.
Mientras tanto, el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, cambió de avión después de que una cuenta comenzara a rastrear su avión, y el inversionista multimillonario Mark Cuban negoció un trato con un hombre que rastreó y compartió los datos de su vuelo ofreciéndole consejos comerciales a cambio de eliminar la cuenta.