En el marco de la presentación de su balance trimestral, que registró una ganancia de US$ 72 millones en los primeros tres meses del año, las autoridades de Ancap presentaron este miércoles también datos sobre el mercado de combustibles y en particular las estaciones de servicio.

Según información aportada por el ente, en total en Uruguay hay 471 estaciones de servicio, de las cuales 285 (60%) operan bajo el sello de la subsidiaria de Ancap (Ducsa), 98 lo hacen bajo el sello de Axion (21%) y 88 lo hacen con el sello de Disa (19%). Ancap, sin embargo, gestiona de forma directa solo cuatro estaciones de las 471 que hay en el país.

Sobre el mercado de combustibles, la empresa informó que el 20% de las estaciones de servicio más grandes venden el 47% del volumen total (876.000 metros cúbicos) de lo comercializado en el país, mientras que el 50% de las estaciones de servicio más chicas venden el 20% (408.000 metros cúbicos).

El impacto de la distribución de los combustibles y la competencia entre las estaciones de servicio ha sido tema de controversia entre la Unión de Vendedores de Nafta del Uruguay (Unvenu), el propio presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic y economistas especializados en temas de competencia como Sebastián Fleitas.

Aunque desde Unvenu se afirma que las estaciones de servicio no tienen margen de ganancia suficiente para bajar las tarifas, que es fijada en el precio máximo al público que decreta el Poder Ejecutivo, Fleitas afirmó en un artículo publicado en el blog Razones y Personas que “las estaciones de servicio representan un mercado donde hay señales que hacen pensar en la posibilidad de generar ganancias de eficiencia y mejoras de costos vía una mayor intensidad de la competencia”. La postura de Fleitas es compartida por el presidente de Ancap.

Ante el argumento de que ninguna estación de servicio puede bajar los precios al público, Fleitas señaló que “parece poco probable que todas las estaciones fijen independientemente el mismo precio y dio tres razones en su explicación.

“En primer lugar, existe heterogeneidad entre las estaciones, tanto de estructura de costos como de diferenciación de productos. No todas las estaciones son iguales, y por lo tanto sorprende que sus precios lo sean. En segundo lugar, si no existieran márgenes ligados al poder de mercado y dada la heterogeneidad de costos, esto implicaría que en el mercado algunas estaciones con costos más altos deberían estar acumulando pérdidas y deberíamos verlas cerrando y saliendo del mercado”, argumentó el especialista.

Agregó, en tercer lugar, que también hay que considerar el “contraste en la política de fijación de precios entre diferentes productos de la misma empresa cuando analizamos la diferencia entre las naftas y el gasoil”.

“Para el gasoil muchas estaciones de servicio parecen ofrecer diferentes precios a los consumidores”, apuntó.   

Según informó el diario El Observador, la Unidad de Servicios de Energía y Agua (Ursea) trabaja en un borrador que pretende establecer algunas modificaciones para promover la competencia entre estaciones de servicio.

Entre algunos de los aspectos que se plantean como posibilidades se incluye eliminar las restricciones de distancia entre estaciones de servicio, que grandes consumidores puedan adquirir combustibles directamente de los distribuidores mayoristas (Ducsa, Axion, Disa) y cambios en las modalidades de expendio autorizando el autodespacho.

La distribución geográfica de las 471 estaciones de servicio que hay en el país es la siguiente: Montevideo tiene 145, Canelones 66, Maldonado 27, Rocha 16, Lavalleja 12, San José 23, Colonia 39, Soriano 19, Río Negro 13, Paysandú 20, Salto 14, Artigas 7, Rivera 8, Tacuarembó 12, Florida 14, Durazno 12, Flores 7, Treinta y Tres 7 y Cerro Largo 10.