El pasado sábado, la localidad ecuatoriana de Cayamabe, situada al norte de Quito, fue escenario de un brutal caso de justicia por mano propia.
Allí, una turba enfurecida golpeó hasta la muerte a un presunto homicida y lesionó gravemente a su cómplice.
Según informara el periódico local El Universo, ambos sujetos habían sido señalados por la comunidad como sospechosos del asesinato de un transportista, y fueron retenidos y golpeados por los vecinos. Finalmente, uno de ellos —quien sobrevivió al linchamiento posterior— confesó el crimen y condujo a sus captores hasta el lugar donde habían ocultado el cuerpo, en Oyacoto.
Posteriormente, la multitud golpeó brutalmente a los dos individuos, golpiza en la que uno de ellos perdió la vida.
Impotente ante el desborde popular, la policía solo pudo descolgar el cuerpo de uno de los linchados, que había sido colgado por la turba en un patíbulo improvisado frente a la iglesia principal del pueblo. Las imágenes del episodio se viralizaron en redes sociales.
El sobreviviente, identificado como Luis V., fue hospitalizado, y el domingo se lo condujo a la Unidad Judicial de Cayambe para la audiencia de formulación de cargos. Se lo juzga por el delito de presunta desaparición involuntaria.
En un escueto comunicado, la Fiscalía de Ecuador informó que “practica diligencias por los hechos ocurridos hoy en Cayambe” y que “la situación jurídica de un detenido por su presunta participación en la muerte de un ciudadano, cuyo cuerpo fue hallado en Oyacoto, se resolverá en las próximas horas”.
LAS IMÁGENES PUEDEN HERIR LA SENSIBILIDAD