Pablo Rosselli, economista y socio de la consultora Exante, criticó este sábado a través de las redes sociales el proyecto presentado por el senador del Partido Nacional Sebastián Da Silva, que propone prohibir la venta de alimentos producidos de forma artificial, entre ellos la carne realizada a partir de componentes vegetales o carne sintética.
En redes sociales, el economista se manifestó en contra del proyecto y cuestionó que puede perjudicar a potenciales consumidores y también a la industria.
“Un proyecto que tiene la capacidad potencial de perjudicar a los consumidores y simultáneamente de excluir al complejo cárnico uruguayo de un desarrollo tecnológico cuyo futuro no podrá ser detenido por Uruguay. Cómo prohibir los telares para proteger a los tejedores”, escribió Rosselli en su cuenta de Twitter, con referencia a el movimiento encabezado por los artesanos ingleses en el siglo XIX conocido como Ludismo, que protestaron por la introducción de la máquina de hilar durante la Revolución Industrial.
Entre otros usuarios, el tuit de Rosselli fue replicado por el también economista y exfuncionario del Banco Central del Uruguay José Licandro.
Un proyecto que tiene la capacidad potencial de perjudicar a los consumidores y simultáneamente de excluir al complejo cárnico uruguayo de un desarrollo tecnológico cuyo futuro no podrá ser detenido por Uruguay. ???????????????
— Pablo Rosselli (@PabloRosselli) July 1, 2023
Cómo prohibir lo telares para proteger a los tejedores. https://t.co/11d7nlapay
En el proyecto de ley, Da Silva argumenta que “la venta de productos de origen animal puede contribuir a mejorar las condiciones económicas de producción y comercialización de esos alimentos, así como su calidad”.
La iniciativa pretende prohibir la importación, fabricación y comercialización en el país de productos alimenticios que contengan células de cultivo animal producidas en laboratorio de manera artificial.
El senador nacional y también productor agropecuario expresa en el proyecto que la carne sintética “emite más gases de efecto invernadero”.
“Esto se debe a que las emisiones de metano de la industria ganadera no se acumulan en la atmósfera, lo que provoca un menor calentamiento global, mientras que las emisiones que genera la carne sintética son en su totalidad de CO2, por la generación de energía”, agrega.