En una entrevista con Montevideo COMM, Mujica aseguró que siente el "tironeo de los años" y que tiene más ganas de "quedarse en la chacra e ir al boliche" que continuar en la arena política pero no lo hace porque "sería una traición a la gente que confía en mí" y agregó: "Salgo porque tengo que salir y volveré a salir". "Los buenos matungos un día se mueren con los arreos puestos y se caen arrastrando el carro; seguramente yo seré de esos matungos", enfatizó.
Para el legislador tupamaro el respaldo de la gente con los votos y el reconocimiento en la calle es un "halago" pero siente que lo "sepulta" porque "un abrazo es macanudo, trescientos abrazos es una paliza". "Lo que más añoro es una vida común y corriente, pero me está vedado", reflexionó.
Según el senador de la 609 el resultado que posicionó a su sector como el mayoritario dentro del Encuentro Progresista "es el premio al sudor y a los cayos en los pies de tanto caminar". Mujica llamó a sectores como Asamblea Uruguay, la Vertiente Artiguista y a la Alianza Progresista a que "emulen" el trabajo realizado por el MPP "para que puedan crecer mucho". En este sentido, pidió "laburar más, embarrarse más y caminar más".
Lo que sigue es un resumen de la entrevista de Montevideo COMM con el senador del EP-FA, José Mujica.
¿Cómo se siente en lo personal luego que la lista que usted encabeza haya sido la más votada en las elecciones internas?
Es un halago, lo que pasa que me sepulta porque un abrazo es macanudo, trescientos abrazos son una paliza. La gente tiene que representar ideas en figuras y ahora me agarraron a mí porque para poder vivir en la vida hay que creer en algo. La gente necesita creer, me tocó en parte en este momento a mí pero la ventaja de ser viejo, o por lo menos veterano, es que no se me suba los humos a la cabeza.
¿Por qué dice que el cariño de la gente lo sepulta?
Porque hay un problema físico, todo tiene medida en la vida. El exceso de cariño también te puede matar.
¿Siente que no aguanta?
No, yo aguanto por temperamento. Los buenos matungos un día se mueren con los arreos puestos y se caen arrastrando el carro; seguramente yo seré de esos matungos. Soporto porque estoy educado con un fuerte carácter moral y ético pero bueno... de todas maneras siento el tironeo de los años y salgo de casa porque tengo que salir y volveré a salir...
Pero, ¿tiene más ganas de quedarse?
Ganas de quedarme en la chacra... ir al boliche. Lo que más añoro es una vida común y corriente, pero me está vedado.
¿Se va a quedar a un lado?
No lo puedo hacer porque es una traición a la gente que confía en mí y vuelvo a estar en cana de otra manera, no hay barrotes pero hay excesos en la solidaridad de la gente.
¿Qué lectura hace de las pasadas elecciones internas?
Es una elección singular en el sentido de que buena parte de este país -tan montevideano y tan urbano- se está comiendo la pastilla de que en el interior del país que se estaba disputando acerbamente la convención para elegir intendentes. Existieron departamentos como Cerro Largo, con 100 listas blancas y una movilización de hace meses porque aparte de elegir el candidato presidencial, que es lo que más suena, del punto de vista departamental lo más trascendente es la elección del intendente. Creo que este fenómeno explica en mucho la movilización del Partido Nacional.
¿Cree que el resultado es un reflejo de la elección de octubre?
No, creo que están un poco desvirtuados porque me da la sensación que el Partido Nacional llegó cerca de su techo y además arrastró no lo puedo medir- una parte de votantes colorados. No sé si esa situación se mantendrá para octubre, porque el Partido Colorado naturalmente tiene que disputarse su espacio aunque queda rezagado, necesita diputados y senadores. Creo que la situación puede variar.
La izquierda no consiguió la votación que aspiraba...
Si se compara con la elección interna de 1999, resulta que aumentamos la proporción electoral prácticamente en todas partes. Daría la impresión de que estamos en nuestro piso. De todas maneras otra docencia que deja esta elección es que la gente quiere ver resultados con su voto. Hay sectores de la ciudadanía, numéricamente importante, que tiene un interés de que el voto sea útil. De ese punto de vista hay que reconocer que nuestra convocatoria era una cosa abstracta. Por ejemplo se dice que somos mayoría, nos felicitan pero en realidad la paradoja es que no tenemos ningún edil más ni un diputado más, pero tenemos 110 mil dólares menos que fue el costo global de la campaña.
Me parece que hay mucha bulla en todo esto y el partido principal se va a jugar en octubre.
Con las elecciones nacionales si se eligen diputados y senadores....
El desafío es lograr un triunfo global. Que Asamblea Uruguay, la Vertiente Artiguista y que los compañeros de las 738 ocupen más el espacio que sociológicamente tienden a representar y espero que levantemos también por ahí.
¿Hay que cambiar la estrategia en la campaña política?
Creo que es una polea de transmisión. Hay que moverse para incidir en nuestros militantes que a su vez incidan en los simpatizantes. De cualquier manera creo que tenemos un desafío hermoso que es totalmente posible. No creo que haya que cambiar la estrategia, lo que hay que cambiar el ritmo hay que laburar más, embarrarse más, caminar más, buscar más el contacto que es nuestro fuerte. Nosotros somos absolutamente conscientes de que lo hicimos, en todo caso el resultado nominal en parte es el premio al sudor y a los cayos en los pies de tanto caminar. Lo digo a esto para que otras fuerzas que puedan crecer mucho de alguna manera lo emulen porque todos precisan esto.
¿No estima que parte de los votos los ganó por el carisma de su figura y no por la militancia?
Esa cuestión personal inevitablemente también juega lo reconozco pero en realidad creo que eso está representando ciertos contenidos. Vamos a reconocer que el envase no es muy atrayente más bien todo lo contrario entonces cuando se remonta la calidad del envase es porque debe haber contenido. Creo que la gente es mucho más racional de lo que parece. Nuestra prédica es por el sentido común, ni nada más ni nada menos, una lucha desesperada por incorporar el sentido común a la decisiones políticas y visión política eso es lo que está premiando la gente.