¿Vino a una actividad específica?

Recién llego de unas reuniones que tuve en Holanda, Alemania y Turquía estuve quince días en estos lugares por trabajo. Acá a Uruguay vine para tener una reunión con la gente de Greenpeace Uruguay.

¿De qué trataron las reuniones en Europa?

La de Holanda fue una actividad especial donde se comenzó a trabajar en ciertas líneas de acción. La de Alemania era para visitar un nuevo barco que tiene Greepeace allá y la de Turquía para una campaña de energía pacífica, en la cuál yo voy a hacer el capitán. Hay países en Oriente que tienen tecnología nuclear, especialmente Irán y posiblemente Irak. Quieren utilizar está energía y eventualmente armarse de alguna bomba, nosotros vamos a dar nuestro punto de vista. En esos países es muy difícil hacer una actividad como se hace en Argentina o Uruguay.

¿A qué se debe esa dificultad?

No, porque es otra cultura y la aproximación es distinta. Por ejemplo una protesta en Japón donde se pasea frente a un monumento puede llegar a ser un insulto. Nosotros somos muchos más relajados en ese sentido.

¿Cuándo surgió su interés por el medio ambiente?

Yo estaba trabajando desde los 17 años en actividades al aire libre. Hacía rugby, buceo, paracaidismo, andaba en moto de niño y cuando me vi medio grande me fui a Buenos Aires a estudiar en la escuela naval, quería ser marino, quería viajar. Me recibí de oficial de marina y navegué en barcos petroleros, gaseros, quimiqueros y vi algunas cosas que no me gustaron en cuanto a contaminación. Cuando me enteré que Greenpeace tenía barcos fue como algo mágico. Estaba ahí mi profesión y la solución a algo que no me gusta y dije listo voy a escribir a Greenpeace y les mandé una carta y ellos me llamaron como voluntario.

¿Qué edad tenía?

Fue hace 11 años, ahora tengo 40 años.

¿Cómo es la parte económica? ¿Cobra un sueldo fijo?

Me pagan por cada campaña

¿Cuánto le pagan?

Mucho menos de lo que ganaría si estuviera en una actividad como marino mercante con mi título de capitán navegando en un barco. Hay muchas cosas que uno hace sin compensación económica. Yo me vine aquí hasta Uruguay a hacer notas y en Argentina soy voluntario de Greenpeace.

¿Acá cuando viene tiene todo pago?

Sí te pagan pasajes y el hotel. Pero yo estoy de vacaciones. Tendría que estar en mi casa preparándome para un viaje de cuatro meses que va a ser por oriente, que es bastante especial porque hay que tener en cuenta todo un tema de seguridad.

¿Cuántas horas calcula que trabaja por día?

Te aseguro que son más de 14 o 15 horas, en el barco es permanente. Hay veces que me tiro un ratito a la noche y en seguida me llaman porque necesitan saber algo o porque me precisan de Argentina o Uruguay, que por los cambios de horario te puede tocar una llamada a las tres de la mañana. Además hay que acostumbrarse a los cambios de horarios, que te altera el estado de ánimo, las comidas, el sueño es todo una historia.

¿Le parece que vale la pena? Porque de repente a simple vista parece que no pasara nada.

Si yo considerada que no vale la pena no estaría haciendo esto. Sí vale la pena y considero que aunque seamos vos y yo las únicas personas que creemos eso es suficiente. Porque si uno se pone la mano en el corazón sabe que tenemos que seguir para adelante y aportar algo para la comunidad. Considero que tengo que retribuir de alguna manera. Lo estoy haciendo en el exterior pero siempre que voy a la provincia de Tucumán visito los centros médicos, los chicos enfermos, la gente que está sola o los hogares de ancianos, que están abandonados.

¿Qué es lo mejor que hizo en el buque Rainbow Warrior?

Hay cosas muy significativas por ejemplo oponerme al envío de armas y tropas a Irak.

Estuvo seis meses preso por eso...

Sí, eso fue un tema que repercutió mucho, pero hay cosas que no. Por ejemplo estando en África se escondieron dos chiquitos en la sala de máquinas que eran indocumentados. Uno de Eritrea y el otro de Etiopía. Estaban escapando porque a los 12 años ya tienen edad para combatir y los reclutan para la guerra. Lo paradójico es que Eritrea y Etiopía están en guerra entre ellos.

¿Cómo los descubrió?

Se subieron durante la noche en el puerto de Djibouti. Nosotros zarpamos revisamos todo el barco y no encontramos a nadie. Tres días después yo estaba haciendo un asado en cubierta y se ve que el olor de la carne los hizo salir. Los vi cuando subieron a cubierta a robar comida y lo primero que hice fue decirles que no se preocuparan, le dimos de comer, una ducha y al otro día hablamos. Los tuve que adoptar por un tiempo y por medio de Naciones Unidas logramos que ingresaran a Canadá. Se conocieron en el barco y ahora son hermanos.

Una de las cosas que más llama la atención de Greenpeace es la infraestructura con la que cuenta. Es raro ver tanto dinero al servicio de una buena causa. ¿Quiénes son los principales contribuyentes y qué intereses persiguen?

Tenemos buenos administradores y las cuentas son muy claras. Uno puede verlas en los sitios de Greenpeace. Hay mucha gente que aporta, que se preocupa por esto y hay gente que tiene el dinero y es como que le calma lo que le puede remorder la conciencia de alguna otra cosa. Si uno empieza a sumar, uno más uno da mucho y ése es el dinero que mantiene a la organización. En Alemania hay ingresos y la plata va a parar a oficinas como la de Manaos en el Amazonas. También hay gente que dice yo voy a donar 20 dólares para proteger las ballenas y entonces el dinero va directamente a esa campaña.

Greenpeace tiene un gran capacidad de Marketing. Hay un apunte al impacto mediático a explotar el valor del show. ¿Eso no le quita seriedad a la organización?

No es nada montado, todo está ahí. A medida que están ocurriendo los hechos hay alguien que lo está escribiendo y un fotógrafo que cuenta con su cámara y su laptop. Necesitamos de ese impacto porque no podemos competir contra monstruos de la televisión. Lo que sí podemos es darle los lineamientos. Los medios de prensa están con derecho a tomarlos o no, o llevar a su gente y hacer sus propias notas. Muchas veces en las campañas llevamos a los periodistas y a los fotógrafos.

¿Qué imagen cree que tiene Greenpeace, en las diferentes zonas del mundo?

Según una estudio realizado en Estados Unidos, Greenpeace está en tercer lugar en popularidad y confianza. Esa es la imagen que hay en EEUU pero en Uruguay hay una idea particular. No creo que Greeneace tenga mala imagen en Uruguay. Nosotros dijimos esto y a pesar de que es antipopular mantenemos la palabra y eso da confianza. La gente sabe de repente dice yo no estoy de acuerdo con lo que hacen con esto, pero me gusta lo que hacen con otros temas . No es que nosotros no dedicamos sólo a tóxicos, estamos trabajando muy fuerte en otras áreas y queremos abrir otros trabajos aquí. Por ejemplo el tratamiento de la basura.

¿Cómo sería el proyecto? Se llama el plan basura 0, prácticamente toda la basura que sale de mi casa va hacia algún lugar en que se regenera de otra manera.

¿Cómo piensan implementarlo?

Bueno eso lo verá la gente de Uruguay. En el caso de Argentina fue muy particular se entró por medio del Congreso. Se le mostró a varios congresales de distintos partidos que tomaron el proyecto y lo hicieron ley.

¿Cuáles son los criterios a la hora de elegir dónde operar y dónde no?

Se hacen planificaciones anuales en setiembre. Hay ciertas áreas que merecen prioridad a nivel nacional o mundial. Entonces se ve cuál es la prioridad del año. Cada uno presenta el proyecto. Hay muchos.

Me imagino que habrá que hacer un equilibrio entre lo urgente y lo que llena el ojo

Alemania puede presentar un proyecto muy significativo para su país pero no hay nadie que diga algo para Papúa-Nueva Guinea se hace un equilibrio. Hay una mesa directiva que es la que decide qué es lo que va a ir.

¿Cuáles son las principales victorias de Greenpeace?

Creo que la principal es haberse posicionado a nivel mundial como un referente de ecología. Cuando se habla de ecología se habla de Greenpeace y eso es importante. A nivel de campañas hay muchas, como las que lograron suspender las pueblas nucleares que hacía Francia. En Alemania se diseño lo que se llama el Greefrezer que son heladeras que usan gas ecológico, un gas que no afecta la capa de ozono.

¿Cuáles son las principales contradicciones de Greenpeace?

Bueno es lo que pasa con todas las instituciones. Si estoy encargado de la campaña de pesca voy a decir que mi campaña es mucho más importante que la de los demás. Hay ciertas discusiones internas. Eso por suerte se soluciona bien, pero es lo que lleva más tiempo. A veces todas esas peleas hacen dar la impresión de que hay una maquinaria burocrática por detrás y no la hay.

¿Qué relación hay para Greenpeace entre el cuidado del cuerpo y el cuidado del ambiente? ¿Fuma, usa alguna droga o alcohol o eso es para usted parte de cuidar el medio ambiente?

No fumo, a veces tomo alcohol, una cerveza o vino tinto con la cena y no uso drogas. Me cuido. ¿Por qué tengo que meterle a mi cuerpo algo que es tóxico? No me interesa estoy bien así. En materia de medio ambiente, en mi casa trato de no comprar productos que sean modificados genéticamente, que no utilicen ciertas técnicas. No compro productos de Nestlé, y no voy a Mc Donalds porque es una fábrica de basura. Para comprar una hamburguesa en Mc Donalds uno compra la cajita, el plastiquito y al final uno termina comiendo una hamburguesa pequeña y generando medio kilo de basura. Tengo una conducta, trato de ser solidario, no tiro papeles en la calle, no dejo la canilla abierta, si tengo una pérdida de agua en mi casa la arreglo, si estoy a una distancia en la que puedo caminar camino. Me gustaría que la gente tome conciencia. Hay muchas Organizaciones No Gubernamentales locales con las que se puede trabajar hay que tener más conciencia y ser solidario con el medio ambiente y la gente.