La Plaza Libertad lucía desierta la última hora muerta de la tarde del feriado, así que por lo menos resultaba extraño ver un flaco melenudo tomando fotografías de la marquesina del Cine Plaza. No era para menos, tratándose de Fósforo, bajista de PEZ; el nombre de su banda compartía, quizá por única vez en la historia, cartel con el ex gobernador y eterno bufón real Palito Ortega. Dudoso mérito o jugarreta del azar, la instantánea pasará a la posteridad.
- ¿Hay una búsqueda de lo visual? Desde las carátulas de los discos, esa foto de la marquesina con Palito Ortega
PEZ: En ese sentido únicamente; en las tapas de los discos es que verdaderamente nos interesa. De los discos, de toda la vida, siempre nos gustaron las tapas, pero no somos una banda que haga muchos video clips, en vivo somos cinco tipos tocando, nunca nos preguntamos qué remera nos vamos a poner mañana. Las tapas de los discos sí, nos interesan tanto como el contenido.
Llevamos doce años juntos. Fuimos durante mucho tiempo un trío. Sacamos cuatro discos con ese formato, a partir del cuarto empezamos a tener invitados para darle un colorcito a la sonoridad de la banda, y después se nos dio de aumentar; teníamos más ganas, habíamos crecido. Ahí ingresaron un tecladista y un saxofonista, que después se fueron, y ahora hay un pianista y un tecladista. Con ellos grabamos Folklore, y grabamos un disco en vivo que va a salir en octubre.
- Pez lleva una carrera de edición independiente; ¿es complicado ese doble laburo de músicos y a la vez de "empresarios"?
PEZ: Sí, totalmente. Es un laburo que no nos gusta hacer, pero tampoco nos hacemos cargo de la cuestión del sello. Es el vehículo por el cual sacamos nuestros discos, y un par de amigos sacaron el suyo, pero no funcionamos como un sello discográfico, es algo bastante "casero", pero no tenemos la mentalidad de un sello. Tal vez sea una falla de nuestra parte el no tener esa mentalidad, pero preferimos abocarnos más a la parte creativa, musical, y el resto vamos a los ponchazos. No sabemos, sinceramente, cómo sería si estuviéramos en una compañía grande, pero hacemos lo que nos gusta de esta manera. Siempre esperábamos a tener catorce temas, nos metíamos y grabábamos un disco. Ahora capaz que con el tiempo elegimos, tenemos más material a la hora de elegir. Siempre fue eso, laburar sobre lo que nos gusta.
- ¿No pesa ser la banda que la prensa argentina define unánimemente como la "última banda de rock"?
PEZ: Pesar no nos pesa. Mientras la prensa hable bien de nosotros estaremos contentos, y el día que hable mal nos pondremos tristes, pero eso no cambia nuestra música. Además, si la prensa incidiera tanto, nosotros hoy seríamos La Renga, estaríamos tocando en estadios. La prensa no es tan importante para la opinión de la gente, simplemente está ahí, te muestra, pero nadie le dice a nadie qué escuchar. Está sí la gente que escucha la radio, que compra las revistas, pero a la prensa le dan más importancia los músicos y los propios periodistas que la gente en sí; la gente después define si le gusta o no. Tampoco tenemos tanta obsesión con la prensa. Capaz que mañana sacamos un disco y unánimemente dicen "Pez se fue a la mierda: se reblandecieron, están viejos y perdieron las ideas", y ahí capaz que sí, decimos "che, qué cagada", pero no va a condicionar nuestro trabajo. Y sí está bueno que te digan que está bueno, que te den cualquier premio, una caricia al ego, salvo que seas un cabrón, que no te guste ni que tu mamá te haga una caricia, te va a caer bien que hablen bien de vos. Pero no, no nos pesa. No tenemos que demostrarle nada a nadie, salvo a nosotros mismos.
- ¿Y cuál es la obsesión de Pez?
PEZ: El movimiento. Movernos. No estancarnos en una idea, en una situación para toda la vida. La banda se mueve como cualquier persona. Hay bandas, ACDC, por ejemplo, que sonaron toda la carrera de un modo, y está buenísimo, pero a nosotros nos interesa transitar por diferentes lados. Pero es nuestra naturaleza, no lo hacemos para hacernos los superados, decir "bueno, llegamos a dominar un estilo y ya está, hacemos otro". A mí me pasa. Hace un año escuchaba todo el día Mars Volta y King Crimson, hoy estoy escuchando Bob Dylan y León Gieco; no sé, cualquier cosa.
Uno, no como artista, sino como persona, se mueve de diferentes maneras; estás escuchando muchos discos, una cosa, otra, hacemos así para responder a nuestro propio placer. No tratamos de recrear el sonido o la situación que vivió Pescado Rabioso, que me parece una super banda, que está buenísima. Pero también nos gustan las mismas bandas que les gustaban a ellos en esa época. No consideramos que seamos retro, que nos interesen específicamente los 70 s argentinos; nunca quisimos ser nada, siempre quisimos ser PEZ, y ojalá que con el tiempo, y por más que cambiemos de estilos, haya una cosa que sea PEZ, que se mueva por todos lados. Nunca vamos a estar de moda porque nosotros no estamos dentro de una escena, una movida o algo. No nos interesa sonar 70 ; lo que sí es cierto es que los discos que más escuchamos son de esa época, pero no hay una intención de recrear un momento, o de ser nostálgicos.
- ¿Cómo es el trabajo de Pez como banda independiente, autoeditada, en Argentina, y ahora más que nunca que, después de Cromagnon, se cerraron un montón de puertas?
PEZ: Complicado. Nosotros justo habíamos pegado el saltito de tocar en lugares un poco más profesionales, que son los que todavía están abiertos. Ahora en Buenos Aires no hay otros lugares, el tema es ése. Está mucho más complicado para bandas más pequeñas, las que tendrían que estar empezando ahora, que no tienen dónde tocar, y eso se va notar en un par de años, la falta de renovación. Esperamos que se normalice. Nosotros venimos de una época en la que se tocaba en millones de lugares que no reunían las condiciones mínimas para tocar, y fue ahí donde se desarrolló la escena, donde las bandas se decantaron y maduraron. Cuando llevás cien personas a los recitales no sos negocio para nadie. Las bandas chicas que empiezan no tienen dónde hacerlo.
Si no hay renovación, dentro de un par de años va a salir el nuevo disco de Bersuit, el nuevo de Pez, el nuevo de Divididos, el nuevo de Massacre, pero ¿dónde se desarrolla una banda nueva si sólo toca en el garaje de su casa? Cómo va a mostrarse a los demás, salvo que esa banda pase directamente al mega contrato y la pasen todo el día en MTV, y no sé si seré muy fanático de esa banda. Nosotros vivimos esa situación romántica y terrible de tocar en lugares horribles a las cinco de la mañana, y todo eso es un caldo de cultivo del que salen cosas buenas. Al menos nosotros salimos de ese tipo de escena, en la que no todo era perfecto. Había lugares de encuentro, donde cruzarse con gente, y ahora todo eso se ha perdido. Es muy difícil, hoy en día. Por más que cuatro pibes se junten y se pasen ensayando, no creo que terminen conociéndose entre ellos.