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ENTREVISTA A PABLO LIGRONE

Cambios

El arquitecto Pablo Ligrone, del equipo técnico de Ordenamiento Territorial de MVOTMA explica cómo se prepara Fray Bentos para recibir la instalación de las plantas de celulosa. Cuáles son los peligros que existen y cómo puede aprovecharse las inversiones para aspirar al desarrollo local.



¿Cuáles son los objetivos principales de la Planificación de Ordenamiento territorial en Fray Bentos, ante la instalación de las plantas de celulosa?

Existen varios objetivos, por un lado el ver cómo la ciudad se prepara para recibir a las empresas que se instalan y por otra parte analizar cómo las empresas encuentran el mejor ambiente para realizar su tarea.

Es una filosofía ganador-ganador, a diferencia del estudio del impacto ambiental que cuenta una parte de la historia. Este estudio permite, dado una situación concreta, ver qué genera en el espacio en que se implanta, eso es una lectura. La otra es; para qué me sirve y cómo interactúo en sinergia positiva con una ciudad y la empresa.

Por la posición relativa que tiene Botnia en relación a la ciudad, estamos en una situación de borde externo y justo en el cruce de una vialidad principal como es todo la red de viabilidad de rutas. Una está a la derecha y otra a la izquierda del puente, con una diferencia bastante importante. Botnia se arrima bastante más a la planta suburbana y a los eventuales conflictos de paisaje, funcionamiento del tránsito que Bopicuá.

Todo esto se puede solucionar, ningún impacto se puede minimizar a cero, pero hay que hacer un balance entre los impactos negativos y positivos. La idea es que la industria desencadene un proceso de planificación que sea estratégico y urbanísticamente adecuado.

Estratégico, de modo que las actividades económicas y sociales puedan aprovechar esta circunstancia para poder relanzarse y tomar otra dimensión. Si nosotros queremos compatibilizar los objetivos del desarrollo industrial y portuario con los objetivos del desarrollo turístico, no alcanza con evitar impactos si no que hay que hacer algo del otro lado. Intendencia, Ministerios, actores sociales, empresas privadas vinculadas al turismo tienen que hacer una planificación, elaborar proyectos.

En ese sentido Fray Bentos tiene a Las Cañas y otro que está ahí latente es el barrio el Anglo, y la implantación fantástica que tiene eso es un elemento que pudiera tener un fuerte impacto patrimonial. En cualquier otro país ya tendría un valor. Debe ponerse en valor para no hacer de la economía local una monoeconomía.

Si uno en una economía muy frágil muy pequeña como esta que tiene unos 20 mil habitantes, implanta dos grandes empresas sobre un solo tipo de economía, en este caso la de la madera y la celulosa, y el puerto público a su vez está también alineado a esa industria, estamos ante una monoeconomía como en otros países, existe la banana. Desde nuestro punto de vista, una de las cuestiones fundamentales es buscar la diversidad económica de la microregión.

¿Cómo es el trabajo de campo para realizar ese objetivo?

Se trata de ir al lugar recorrerlo, conocerlo, hablar con los actores locales y sobre todo trabajar con los técnicos en las instituciones locales. Hemos armado equipos mixtos que tienen componentes del Ministerio y de la Intendencia.

Pero la Planificación también tiene su componente urbanístico, ahí está el objetivo de compatibilizar las zonas de residencia con las implantaciones industriales. Desde principios del siglo XIX, y buena parte del XX, el urbanismo salió de la lógica de la ciudad llena de carbón, humos y contaminación. No tiene sentido decir pongo una fábrica y al costado pongo un barrio obrero.

Si nosotros recomponemos una estructura de industria con el obrero al lado estamos retrocediendo en la civilización. La gente tiene que vivir en la ciudad y la industria en la lógica industrial.


¿Y eso se evita a través de las ordenanzas?

Justamente los instrumentos que tiene el urbanismo son las ordenanzas, que dicen "en esta zona precisa se admite tal tipo de actividad y tal tipo no". En general se excluyen las que más afectan a la residencia. Si yo tuviera mi casa en la oficina en la que estamos mi vida sería un tormento. Es nefasto desde el punto de vista cultural, social, etc. Las ordenanzas también pueden ser condicionadas a horarios, o a cantidad de elementos de jardín o construcción que pueda haber en un predio.


¿En qué está ese proceso de trabajo, ya se han redactado ordenanzas vinculadas a la instalación de las plantas?

Estábamos esperando la asunción de los nuevos gobiernos departamentales porque cambian los equipos técnicos. A partir de las primeras reuniones, comenzó a trabajarse en un paquete de medidas cautelares que se llaman así, porque buscan evitar acciones previas a que se determine el plan definitivo.

Hoy no podemos dar ningún detalle de esas medidas cautelares porque tienen que generar la menor expectativa posible; si uno dice a partir de esta medida no voy a dejar de vender más caramelo y yo lo aviso, todo el mundo se va a poner a vender caramelos antes que se apruebe.


¿Cuáles son los principales riesgos en la relación ciudad empresa?

Está el riesgo de no hacer nada, imaginemos que uno no se prepara para aprovechar los cambios de la ciudad lo que va a ocurrir es lo siguiente: la expectativa de trabajo por lo general tiende a muchos; si la empresa dice que ofrece 300 empleos, todos los que tengan expectativa se van a arrimar al lugar.

Algunos cálculos dicen que el proceso de construcción de las plantas va a tomar algunos miles de personas. Esa gente va a llegar a Fray Bentos, algunos van a venir de afuera, van a necesitar vivienda, y servicios de todo tipo, que habrá que satisfacer. Se puede hacer "al golpe del balde" a medida que se vaya solicitando y de manera sectorial, que es lo que generalmente ocurre en Uruguay. Si no se hace un plan se van a juntar la veta sectorial con la respuesta de corto plazo y la respuesta a medida de la demanda, eso da un desorden, una deseconomía, y pan para hoy hambre para mañana.

Hay innumerables ejemplos en la historia uruguaya de despilfarro de economía, el clásico de ubicar un territorio en una chacra alejada a kilómetros de la ciudad porque sale más barato, pero luego hay que llevarle saneamiento, agua potable, electricidad, servicios y además esa gente van a quedar siendo "los de las casas", "estos son los de las viviendas". Eso es provocado por una decisión forzada, cortoplacista, que piensa en una economía inmediata.

Los planes intentan el camino de la coordinación y la integración, porque ya el Uruguay de los años 50´ quiso ser un Uruguay expansivo que ocupa todo el territorio como en Estados Unidos. Pero no vio que EEUU ha podido hacer esas extensiones en baja densidad por todos lados porque tienen un ingreso per cápita enorme y además tienen un petróleo que les permite una movilidad muy intensa.

Para mí uno de los problemas del costo país uruguayo se debe a que las ciudades tienen una bajísima densidad y son extremadamente caras. El Plan, si todo marcha bien, va a tener un enfoque integrador y va intentar una cosa que es de lo más importante: la compatibilización de objetivos económicos, que si se dejan sin organización, son contradictorios. Porque la lógica económica determina que un sector ocupe el territorio de la manera que le sirve y cuando se dan cuenta, estropearon un paisaje.

Es fundamental que en un departamento haya herramientas jurídicas que estén establecidas por una ordenanza. Si no están los instrumentos definidos, el Plan va a usar unos nuevos que no tienen sustento más que en el propio Plan y pueden resultar injustos en comparación con otros planes, incluso dentro del mismo departamento.


¿Qué representa la zona en la que se instalarán las plantas?

La ubicación de estas plantas responde a un hecho geográfico, un puerto se ubica donde hay una costa que tiene cerca profundidades importantes. Ese es el caso entre el barrio del puerto del Anglo y el predio Bopicuá. Eso no significa que los uruguayos tengamos que poner puertos en toda área con profundidades importantes. Hoy es impensable instalar un puerto comercial en el puertito del Anglo, sería absurdo porque deberían transitar camiones por la ciudad que arruinarían el patrimonio, el potencial turístico, etc.

Tenemos que ver de ese frente que va del Anglo hasta la instalación de Botnia, que es potencial para instalar puertos con qué parte nos quedamos para destinarlo a eso y qué otra la usamos a valoración paisajística. Otra cosa importante, es que la distancia entre una fábrica y una ciudad no sólo se mide en metros sino también en interferencias.

Uno puede poner un colchón arbolado entre la industria y la ciudad que sirva para generar distancia. La estética industrial no es la más atractiva para el turismo, sobre todo cuando la industria está en funcionamiento.

En algún caso excepcional pueden ser compatibles, por ejemplo la industria del queso, pero no es el caso de la celulosa. Allí no hay manera de hacer de este tipo de industria un objeto turístico, ''vienen de todas partes del mundo a ver la planta de celulosa", yo eso no lo conozco.

En toda el área que va entre la implantación de Botnia y Bopicuá tiene que privilegiarse para el área portuaria e industrial y dejar el resto del territorio para otras actividades.


¿Trabajan en coordinación con ordenamiento territorial de Argentina?

Nuestro equipo técnico no, no sé a nivel de las autoridades del Ministerio. Las referencias que yo tengo hasta ahora tienen más que ver con temas de contaminación eventual del río, que de ordenamiento territorial en el sentido de la economía puesta en el espacio.


¿Cuáles son las claves del Plan?

Una de las líneas claves del Plan de Fray Bentos es la diversificación de la producción, y sobre todo no cerrar puertas, segundo la compatibilización entre paisaje estructura y servicios del crecimiento. El relleno urbano, en el sentido de habitar los baldíos que tiene Fray Bentos, con viviendas, construcciones que existen en áreas que tienen buenos servicios.

En los barrios que están cerca de la vía férrea, por ejemplo, tenemos buenos espacios baldíos que pueden ser aprovechados. El tema es cómo mejorar la ciudad existente con la actividad que incorpora esta implantación industrial. Va a venir más gente y más actividad y eso trae otra actividad, pero las cadenas no son infinitas.

Con 300 empleos directos, se generaran servicios indirectos de suministros para la industria o servicios para la población que no van a ser miles, van a ser decenas, es decreciente la cadena. Salvo que no sea una única la cadena económica por eso es tan importante la diversificación de la economía.

Si lo único que va a haber acá es madera y celulosa, tenemos un gradiente que se va perdiendo. Pero si nuestro plan y la actividad del Estado y el gobierno local y los privados locales generan desarrollo propio, la puesta en valor de las capacidades y recursos locales, y de lo acumulado a nivel local, generamos una diversificación de la economía. La implantación de una gran industria no es conceptualmente desarrollo local, es desarrollo externo que viene a una localidad.

Política impositiva y desarrollo local

Montevideo COMM / Portal / Pablo Méndez