¿Cómo describiría la actual Montevideo?
Es una ciudad que en los últimos años cambió, es diferente, con nuevos espacios, abierta al mundo y a la región. Al mismo tiempo, es una ciudad que ha sufrido los embates de una crisis importante que determinó una fractura en la sociedad. Pero también los ciudadanos comenzaron a sentirse protagonistas de la construcción de su desarrollo.
¿Cómo describiría a los montevideanos?
Ser montevideano es tener una serie de referencias culturales muy particulares, tener apego a ciertos paisajes urbanos, a ciertos valores y tradiciones que cobran presencia en la vida de la ciudad. Algunos paseos, monumentos y costumbres, la rambla es el momento preferido de los montevideanos, la rambla del Cerro con el termo y el mate. Hay un Montevideo cultural, de cine, teatro, música popular, el Montevideo de los barrios. Creo que una de las características que yo resaltaría es la fuerte referencia al barrio, con sus centros de enseñanza, con sus clubes sociales y deportivos, con sus boliches, la feria. Hay cosas que han cambiado debido a la crisis económica en los últimos veinte años. Montevideo era una ciudad con mucha actividad barrial y ha cambiado ese paisaje urbano. Eso nos marca un referente para mirar para adelante, no podemos reconstruir el pasado, mirar para atrás. Pero lo que ha sido esa vida barrial, lo que eran los cines que han ido cerrando progresivamente y una serie de comercios muy particulares nos muestra qué camino debemos seguir para desarrollar una ciudad integrada.
Existe un proceso de homogenización social a la interna de los barrios, ¿Cuáles son las propuestas al respecto?
La ciudad sufrió un proceso de fractura y fragmentación. Fuerzas de exclusión, que marcan una gran urgencia: desarrollar iniciativas de inclusión , atacar las causas, detener ese proceso. Medidas de emergencia, que ya se tomaron y que se van a tomar a nivel municipal para estar en primera línea complementando con el Plan de Emergencia. También atacar los efectos de esa fragmentación con educación. La sociedad se fragmentó por razones diversas como el proceso de globalización, la irrupción de las nuevas tecnologías de comunicación, que han llegado a una sociedad que estaba en un proceso de crisis importante. Entiendo que la sociedad sufrió una inmensa fragmentación que provocó la marginación de diversos sectores. Se margina a las mujeres, a nuestros pobres, a quienes el país les dio señales muy duras durante muchísimo tiempo, a los jóvenes para los cuáles la forma de cumplir los sueños era la emigración. Hay que integrar a los adultos mayores, a los que se les han cerrado espacios y afectos. Tenemos muy alto número de personas con capacidades diferentes, y sectores con distintas sensibilidades. Además esos sectores están en diversos lugares, con niveles socioeconómicos variados. Una ciudad integrada es la base de la ciudad futura a la que aspiramos.
Los candidatos blancos y colorados dicen que esta fragmentación también se refleja en el acceso a los servicios municipales. ¿Comparte esta visión?
Creo muy firmemente que los servicios que son responsabilidad de la Intendencia tienen que ser de alta calidad y eficiencia y a la vez expresar nuestra convicción de democracia de solidaridad, y tienen que llegar a todos por igual. Se han hecho esfuerzos importantes. Del tema del transporte, que es una de nuestras preocupaciones centrales para esta nueva etapa, recuerdo que se hicieron esfuerzos significativos en una primera etapa en el gobierno del Dr. Tabaré Vázquez, con renovación de flota, a costo de boleto. Desde el año 1994 se ha visto una crisis muy aguda, la venta de boletos desde ese año bajó de una manera dramática y afectó a todas las empresas. Desde entonces, se ha articulado un trabajo estrecho entre los trabajadores. las autoridades del transporte y la intendencia para que el sistema no colapse. La intendencia subvenciona una importante cantidad de boletos de estudiantes y jubilados, lo que representa un 6% del presupuesto total.
En relación a otros temas ha mejorado de manera importante el tema de la recolección de residuos, ya hay mil contenedores más en el puerto de Montevideo para incorporarse a otros barrios. La idea es continuar esa experiencia, porque además va a tener otro tipo de consecuencias. Se ha hecho un esfuerzo grande en momentos de crisis asumiendo que la intendencia tuvo que asumir responsabilidades en políticas sociales que correspondían al gobierno central. Eso llevó a priorizar las políticas sociales. Si comparamos los aportes de los distintos ciudadanos, en las zonas de menor poder adquisitivo y lo que invierte la intendencia se ve una clara política solidaria, se invierte más en las zonas de menores recursos.
¿Qué no le gusta de la actual gestión?
Creo que tenemos que llegar mucho más lejos en el proceso de descentralización y participación ciudadana. Una ciudad moderna, que tiene casi un millón y medio de habitantes, requiere una gestión descentralizada, que sus ciudadanos sean actores plenos en la construcción del futuro. Este proyecto fue comenzado por Tabaré Vázquez, en una primera etapa, pero hacerlo y generar participación no es algo sencillo.
Tenemos que aprender a informar a los ciudadanos, ceder poder, y confiar en una ejecución presupuestal descentralizada. Y todo eso va justo con la gestión, estás mini-intendencias que deben ser los centros comunales zonales, requieren ser un ejemplo de funcionamiento y servicio al vecino, lo mismo que la intendencia central, eso es un gran desafío. Por eso nuestra fuerza política ponía arriba de la mesa con mucho énfasis, en 1990, que nuestra ciudad se construye trabajando juntos, los ciudadanos, los vecinos y los funcionarios municipales, sumados a sus autoridades
¿Qué fue lo que falló? Estamos hablando de un proceso de descentralización de 15 años.
Esos cambios requieren cambios funcionales, políticos, también hay procesos de construcción de una nueva propuesta. Pero tampoco falló todo, si Ud. va a los barrios y hace una recorrida, los vecinos le señalan una serie de problemas. Que haya problemas de gestión implica que no hemos logrado cambios adecuados, y que tal vez las políticas municipales en relación a los funcionarios no lograran estimular, apoyar o confiar lo suficientemente en ellos. Ahí va la autocrítica. Yo no voy a justificar errores, hay que asumirlos plenamente, pero es un desafío mayor, implica un cambio cultural importante a nivel de la sociedad y de las fuerzas políticas. Esos cambios culturales tiene que ir un poco más lejos para ser eficientes para asumir con energía los nuevos desafíos. Somos un país que desde el punto de vista territorial no es pequeño, sí a escala de América del sur, pero somos pequeños en cuanto a población, sin embargo hemos creado instituciones demasiado rígidas y orgullosas que tiene dificultades para colaborar, cooperar, sumar sus esfuerzos con otras instituciones. Y al mismo tiempo esa cultura se reproduce hacia adentro, las instituciones se nos fragmentan y se compartimentan. Eso alimenta la burocracia, lo que es sin duda uno de los mayores males a compartir siempre.
¿Cuáles son las propuestas que usted tiene para combatir esa burocracia?
Creo que se precisan cambios culturales, creo que hay que acudir a nuevos referentes, estamos convocando a un foro ciudadano, pero fundamentalmente se va a requerir que el intendente esté en primera línea. Debemos dar formación y señales de aliento y confianza a los distintos actores. En la descentralización hay una figura muy importante que es la del secretario de la junta vecinal, persona clave que conoce las personas, las situaciones, y es muy importante que los 18 secretarios de junta local puedan trabajar en forma estrecha con el intendente. Esa es la manera para que el intendente esté más presente en cada uno de los rincones de la ciudad.
Usted tuvo una reunión con Pérez Piera, en la que el intendente les entregó los datos del 2003. ¿Qué números fueron los que más le llamaron la atención?
En números grandes son 52% en salarios, alrededor de un 30% en gastos y un 20% en inversiones. En esas cifras lo que se destaca es una caída importante en el quinquenio del salario, hubo una reducción muy importante de extensiones de horario y de horas extras. La reducción de funcionarios es algo muy significativo, hay en este momento 8.400 y había 12.000. El gobierno central aporta a las diferentes intendencias partidas que no han sido aportadas para Montevideo, o exoneraciones que se le negaron.
En el presupuesto total sólo un 1% viene del Gobierno Central, en cambio en las demás intendencias la cifra variaba de 15 a 57%. Cuando un ciudadano hace las contribuciones bajo forma de IVA y otros impuestos está financiando lo que se hace en otros departamentos. No quiero decir que no haya que asumir una relación solidaria con el resto del país, creo que sí. Pero eso no fue una política de solidaridad sino de discriminación. Piera nos dijo que los datos de 2004 no son significativamente distintos a los de 2003.
¿Qué opinión tiene en cuánto a la relación inversión-gastos de funcionamiento?
En cualquier institución es bien interesante tener un equilibrio razonable en ese aspecto. En el contexto actual eso ha sido muy difícil, se hicieron inversiones muy importantes como el Plan de Saneamiento 3, una de las obras que fueron asumidas en un primer momento por el gobierno nacional, y que progresivamente fue pasando a manos de la Intendencia.
¿Cuáles son las propuestas para el Montevideo Rural?
Debe haber un poco más 50.000 personas viviendo en el Montevideo Rural, 1500 empresarios, 5000 trabajadores. Representa una producción muy importante en verdura de hoja, fruto de hoja caduca, con cifras trascendentes a nivel nacional. Montevideo rural tiene algunos problemas en cuanto a la logística y la comercialización de los productos y entendemos que tiene que ser objeto del área de desarrollo y propuestas vinculadas a los programas de políticas sociales. Al mismo tiempo requiere explorar formas de participación diferentes que posibiliten la plena integración de los ciudadanos que viven en el área rural a la vida política y la construcción del departamento.
¿Qué aprendió en estos meses, como candidato a la intendencia?
Bueno, aprendí lo que sería la materia municipal, descubrí lo que es la vida de esta ciudad. En la primer entrevista que me hicieron en la prensa, mencioné una experiencia que me hizo sistematizar una serie de reflexiones que tenía sobre la ciudad y los hombres. Me tocó estar en una mesa presentando tres películas relacionadas a ese tema; en las tres estaba: la construcción de la ciudad, la ciudad del ser humano y la ciudad de la sociedad. Rever esas películas que había visto varias veces me sacudió mucho, me aportó mucho. Nunca pensé en terminar asumiendo el desafío de ser candidato a participar en el desarrollo y seguir la construcción de la urbe. El visitar los barrios y caminar me hizo descubrir primero la gran cantidad de problemas que hay a resolver, los valores solidarios que fueron renaciendo a partir de la crisis.
Pensando en la forma en la que usted fue elegido como candidato, alguien podría pensar que usted aceptó para hacerle un favor al partido. ¿Qué diría frente a ese pensamiento?
Mi candidatura implicó un desafío y una responsabilidad muy grande. No podía no asumir dar un paso adelante, creo que las distintas etapas de mi vida estuvieron marcadas por una fuerte vocación de servicio y compromiso con la sociedad, que yo creí haber asumido plenamente con mi vida de futuro. Pensé que era hacer ciencia y construir una plataforma científica nacional para las nuevas generaciones. Yo creí que mi aporte a la sociedad era desde ese ángulo. Está visto que todavía me quedaba una etapa nueva a transitar en la vida.
¿Por qué no debatir?
Cuando me plantearon eso yo estaba recién asumiendo la candidatura, me pareció en ese momento que era muy improbable por mi forma de trabajo. Creo que el debate que puede generarse en cierto contexto, por lo general televisivo, en una hora, no sustituye la riqueza de explicitar los planteos como estamos haciendo ante la prensa en distintos ámbitos, como estamos haciendo a nivel de la ciudadanía que puede confrontar en profundidad el detalle de los planteos que realizamos. El debate lo estamos dando a través de nuestro propio contacto con la población. Nuestro programa ha estado plenamente abierto a la prensa y a la población.
¿Cómo se imagina Montevideo en 2009?
Yo puedo decir cómo quisiera que fuera. Me gustaría que fuera un Montevideo donde la fractura social esté en proceso de reversión, un Montevideo más integrado donde haya oportunidades de trabajo, donde los jóvenes tengan espacios de participación plena. Donde los espacios de dimensión humana, que creo que son los barrios, sean los reales espacios de integración ciudadana. De aquí al 2009 tal vez no todo esté completo, pero espero que se haya dado un paso en ese sentido y que encontremos el camino para generar una sociedad que no excluya, avanzando en la integración de la misma.
Montevideo COMM/Portal/Pablo Méndez