La instalación de dos plantas de celulosa sobre el río Uruguay, por parte de las empresas BOTNIA y ENCE, no sólo es materia de discusión y conflicto para los gobernantes de cada orilla. En Fray Bentos las aguas también se dividen entre aquellos vecinos que ven en las papeleras una oportunidad de progreso económico, y quienes temen las consecuencias ecológicas de su instalación.
Montevideo Portal consultó a dos fraybentinas que participan activamente de esta discusión.
En una orilla está Sandra Dodera, que tiene 41 años. Es ama de casa y directora del semanario "La Fraybentina". Integra el grupo MODESA (Movimiento por el Desarrollo de Río Negro), del cual actualmente es su presidenta. Desde allí realiza distintas actividades para promover la instalación de las papeleras.
Del lado opuesto, está Delia Villalba. Tiene 71 años y es profesora jubilada de Idioma Español, ambientalista, e integrante del grupo MOVITDES (Movimiento por la Vida, el Trabajo y el Desarrollo Sustentable), desde el cual intenta impedir la instalación de las plantas de celulosa.
Dos mujeres, dos posturas. Contestaron las mismas preguntas.
¿Cuál es su vinculación con el tema de las plantas de celulosa?
Sandra Dodera (SD): En nuestro departamento tenemos una empresa como ENCE, que hace más de 10 años está radicada en el ramo forestal, y que ha generado fuentes de trabajo y distintas actividades en nuestra ciudad. Mi labor es acumular información, distribuirla, compartirla y generar ámbitos de debates e intercambios de ideas.
Delia Villalba (DV): Soy ambientalista desde el año 1987, y además una uruguaya que ama la vida y su país.
¿Deberían instalarse las papeleras? ¿Por qué?
SD: Sí. Por la dinamización económica de la región y el país; porque estas plantas son factibles en otros lugares del mundo como Finlandia, Portugal, Alemania y otros países desarrollados. Solamente en Portugal, con una superficie un poco mayor que Tacuarembó, existen 7 plantas y unas 60 fábricas de papel. El papel se utiliza diariamente, pensar en reemplazarlo resultaría imposible. ¿Qué preferimos? ¿Fabricarlo nosotros con controles que podemos hacer en conjunto, con el Estado, la Universidad de la República, organizaciones ambientalistas, empresas, etc., o que se fabrique en otros lugares donde la falta de control impera? Como por ejemplo en Argentina, donde existen plantas de celulosa sobre el río Paraná, de las que desconocemos qué normativa ambiental llevan adelante.
DV: No. Porque no debemos ser el basurero del mundo, ya que estas industrias, las más contaminantes del planeta, son desalojadas de los países del Norte. Por que no queremos que nos destruyan la tierra, nos agoten el agua, nos maten el río Uruguay, nos contaminen el aire, el agua, el suelo, nos enfermen a las personas y nos quiten las posibilidades de trabajo y desarrollo. Porque no queremos que maten nuestros niños, jóvenes y perjudiquen a los pobres. Porque no queremos que entierren nuestros sueños y proyectos bajo las lluvias ácidas, los productos tóxicos y las dioxinas cancerígenas. Porque queremos que nos transformen en un país tapizado de eucaliptos, con un aire maloliente, corrosivo, irrespirable y generador de enfermedades.
¿Qué piensa que sucederá en Fray Bentos si se concretan las instalaciones?
SD: Habrá un gran crecimiento económico, que ya se está viendo. Fray Bentos era una ciudad fantasma. En los últimos meses hemos visto cómo los locales comerciales que había a lo largo de nuestras dos avenidas, y que permanecían durante todo el año cerrados, se han alquilado todos. Grandes comercios a nivel nacional se han venido a instalar en Fray Bentos. Si bien está previsto una explosión demográfica, con un buen plan de ordenamiento territorial lograremos que eso no nos supere. Habrá un gran intercambio cultural y el cuidado del medio ambiente será el primer desafío de la sociedad civil, conjuntamente con el ejecutivo comunal y el gobierno nacional. Siempre decimos que medio ambiente no tiene por qué ir por separado con el trabajo.
DV: Se degradarán los suelos, se agotará el agua, se perderán actividades que ya generan muchos puestos de trabajo, como el turismo, la pesca, la lechería, la apicultura, la agricultura y la ganadería. Disminuirán las posibilidades para el comercio, habrá más pobreza, más desempleo, y más enfermedades. Esta situación catastrófica se proyectará a todo el país y la región. Estos emprendimientos históricamente no son generadores de trabajo ni progreso para el lugar donde se instalan, incrementan las ganancias de los empresarios y algunos "privilegiados", pero el balance laboral y económico es negativo para el departamento.
¿Qué medidas se están tomando en (MODESA/MOVITDES) en torno al tema?
SD: Desde MODESA recopilamos y difundimos información. A título personal, radiqué una denuncia por una situación fuera de lugar que se generó con la delegación del Banco Mundial, solamente por pretender entregar un documento a favor de las celulosas. Esa denuncia se la elevamos también al gobierno nacional y al gobierno departamental.
DV: MOVITDES sigue informando para que las personas tomen conciencia, se comprometan con la vida y participen en la defensa del presente y de las generaciones futuras, anteponiendo la dignidad del pueblo.