Estados Unidos anunció este sábado que suspende su acuerdo de asociación estratégica con Georgia por la decisión del partido prorruso Sueño Georgiano de congelar el proceso de adhesión a la Unión Europea (UE) y alejarse de 'la ruta Euro-atlántica'.

“Las acciones antidemocráticas de Sueño Georgia han violado los principios centrales de la Asociación Estratégica Estados Unidos-Georgia, que están basada en valores compartidos y un compromiso por la democracia, imperio de la ley, de la sociedad civil, el respeto por los derechos humanos y los esfuerzos contra la corrupción. Como resultado, Estados Unidos suspendió este mecanismo”, indicó en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.

Miles de opositores europeístas se congregaron este sábado por tercer día consecutivo junto al Parlamento de Georgia para protestar contra la decisión del Gobierno de congelar hasta 2028 el comienzo de las negociaciones de adhesión con la Unión Europea (UE).

Las protestas anteriores desembocaron en violentos enfrentamientos entre los manifestantes europeístas y efectivos antidisturbios, que se saldaron con cerca de 200 detenidos y más de 70 policías heridos, según datos del Ministerio del Interior.

Estados Unidos criticó que el partido de gobierno Sueño Georgiano, considerado alineado con el Kremlin, congele los procesos de “integración completa” en la UE y en la Alianza Atlántica de la OTAN.

“Al suspender el proceso de adhesión a la UE de Georgia, Sueño Georgiano ha rechazado la oportunidad de lazos más cercanos con Europa y ha hecho que Georgia sea vulnerable al Kremlin”, aseguró Miller.

“El pueblo georgiano apoyó por amplia mayoría la integración con Europa. Los Estados Unidos condenan el uso excesivo de la fuerza por la Policía contra los georgianos que buscan ejercer su derecho de asamblea y de expresión, así como de protesta pacífica”, añadió el portavoz.

Según las encuestas de opinión, alrededor del 80% de los georgianos apoyan una adhesión con la Unión Europea y un distanciamiento con la Rusia de Vladímir Putin.

EFE