Un estadounidense murió tras un accidente de caza en la mañana del pasado sábado 28, en el estado de Kansas. El trágico episodio se convirtió en noticia en el país por un detalle llamativo: Joseph Austin Smith, de 30 años, recibió un disparo accidental de su propio perro, ocurrido cuando ambos estaban dentro de la camioneta de la víctima.
Según informara la revista People, la Oficina del Sheriff del condado de Sumner explicó en una serie de comunicados de prensa que el hombre estaba en el asiento de acompañante de su vehículo cuando el perro “pisó el rifle” que el hombre llevaba en al asiento trasero. La bala habría alcanzado a Smith, quien “murió a causa de sus heridas” mientras aún estaba en la escena.
Con el fin de apoyar a la familia de Joseph Austin Smith tras su muerte, un amigo de la víctima identificado como Chris creó una campaña de recaudación en GoFundMe, donde describe al difunto como “único” y “amado”. Según la descripción de la campaña, las donaciones “irán directamente a la familia” para ayudar a cubrir los gastos del funeral y “cualquier otro gasto que surja para la familia en los próximos meses”.
Según Chris, las donaciones deberían ayudar a la familia de Smith al menos a “sufrir sin la carga del estrés financiero”. Al momento, la campaña recaudó más de 22.000 dólares y ya superó su objetivo inicial, que era de 20.000.
Si bien no son frecuentes, este tipo de accidentes ocurren en ocasiones. El antecedente más reciente sucedió en noviembre pasado en Turquía.