"Me voy a ver a mi familia a otro país o me muero", dijo este martes el ex preso de Guantánamo Jihad Diyab en un video divulgado por allegados al sirio, que ya lleva 25 días sin comer y cinco sin tomar líquidos.
Bajo el usuario "Vigilia por Jihad Deyab", un grupo de allegados al sirio difundió en Youtube dos videos que muestran a Diyab en su apartamento en el Centro de Montevideo, acostado y junto a una edición del diario El Observador del martes 6 de setiembre.
Uno de los presentes en la grabación traduce al español las palabras de Diyab: "A él no le han creído desde hace mucho tiempo. Estuvo dos años y medio en Uruguay, ha pasado muy mal porque le han prometido la libertad al momento de llegar y él no es libre".
Diyab apuntó que "cuando un musulmán promete algo lo cumple". Según su traductor, "él confió en esa promesa pero el gobierno uruguayo no cumplió con que pudiera ser libre y ver a su familia".
"Él está en esta situación porque no cree en el gobierno de Uruguay. No cree en las promesas y hace dos años y medio que está así. Él quiere su libertad, quiere hacer lo que tiene ganas pero no en este país porque no confía en el gobierno uruguayo", complementa su traductor.
"Mi decisión de hacer una huelga de hambre es una decisión extrema, es mi última decisión", añade Diyab. Y advierte "o me voy a ver a mi familia a otro país o me muero".
Allegados hicieron una vigilia en apoyo a Diyab
El mismo grupo que difundió el video convocó, a través de un comunicado en el blog "El muerto que habla", a una "vigilia" este martes en la esquina de Soriano y Aquiles Lanza -donde reside Diyab- "en apoyo a su solicitud de reunificación con su familia en un país en el que las condiciones sean sostenibles, cosa que no ocurre en Uruguay".
El comunicado consigna que en la mañana del martes "un grupo de allegados" a Diyab se presentó en el Hospital Maciel para ver y conocer el estado de salud del refugiado, internado en la noche del lunes.
"La situación fue tensa desde el principio, ya que esa mañana dos policías se presentaron e informaron que tenían órdenes de no permitir que nadie lo viera, es decir, mantenerlo incomunicado (cosa que no había ocurrido la noche anterior), según nos dijeron, por mandato de la Dirección del hospital", consigna el comunicado, que aclara que finalmente la Dirección del Maciel desmintió haber dado esa orden.
"Finalmente, y luego de la intervención de la Dirección del hospital, algunos pudieron entrar a verlo. Lo que se constató al verlo, y según lo explicado por los médicos, fue su estado de debilidad y que no había sido hidratado con suero, ya que él rechazó el procedimiento, amparándose en su derecho a continuar con la huelga seca", añade.