Los bailarines del Ballet Nacional del Sodre (BNS) se declararon en preconflicto por “despidos” que consideran “injustificados”, y a los que en un comunicado calificaron como “represalias personales disfrazadas de criterios artísticos”. Ante esto, también, reclamaron la renuncia de la directora artística del cuerpo, María Noel Riccetto, y de su directora ejecutiva, Chiqui Barbé.

El Ministerio de Educación y Cultura (MEC) no demoró en reaccionar ante esta situación. El ministro Pablo da Silveira señaló, en primer lugar, que no se trata de despidos, sino de contratos a término que no serán renovados. Además, dijo que no recuerda un comunicado tan duro de ninguna unidad ejecutora de la cartera en lo que va del período.

En diálogo con Montevideo Portal, Da Silveira remarcó que el sindicato “plantea una cosa inaceptable”, con relación a las solicitudes de destitución. “Yo quiero ser muy claro y enfático en que, en una república, esas decisiones las toman los representantes de los ciudadanos. No corresponde a los miembros del cuerpo de baile decidir quién va a dirigirlo. Y ese es un punto en que no estamos dispuestos a negociar nada”, enfatizó el ministro.

Los contratos que finalizan son de tres integrantes del cuerpo de baile, según dijeron a Montevideo Portal fuentes del Poder Ejecutivo y sindicales. El conflicto surgió luego del aviso realizado en octubre de que los contratos cesarán en diciembre. En tanto, una de las personas involucradas en estos contratos es la pareja de Ciro Tamayo, primer bailarín del BNS.

Las no renovaciones fueron justificadas por la dirección a partir de motivos artísticos, en el entendido de que por condiciones físicas los involucrados no cumplían con determinados estándares para permanecer en la compañía.

Da Silveira dijo a Búsqueda que “se trata de desvinculaciones para el siguiente año, que se hacen en tiempo y forma y con apoyo de los servicios de recursos humanos, para dar todas las garantías”. “Es algo normal en un cuerpo de baile, es la manera correcta de hacerlo”, agregó el ministro.

“Si la dirección artística pasara cinco años sin haber hecho eso, en realidad estaría en omisión, porque en el ballet el tiempo pasa muy rápido y para mantener los niveles de excelencia hacen falta esta serie de cosas con cierta periodicidad”, explicó por su parte el ministro en declaraciones a El Observador.

En efecto, la renovación del cuerpo de baile ocurre periódicamente, aunque hace tres años no se daba. Desde el gobierno entendían que, tras la pandemia, debían permitir a los bailarines recuperar su estado físico, y se alcanzó un acuerdo con los trabajadores para preservar los lugares, dijeron fuentes sindicales y del Poder Ejecutivo. Sin embargo, ahora se procedió a un recambio de algunos bailarines.

En su diálogo con Montevideo Portal, el ministro remarcó que el recambio paulatino de los cuerpos de baile es lo usual en las compañías a nivel mundial, ya que si se sustituye una proporción mayor se pierde la identidad del cuerpo.

“En una carrera exigente y corta como es la de bailarín, la práctica normal es ir renovando de a poco el plantel, y eso es lo que se está haciendo. Una vez superada la etapa excepcional de la pandemia, se está haciendo de manera muy cuidadosa. Y me importa señalar que no hay despidos. La declaración sindical miente cuando dice que hay despidos. Lo que hay son desvinculaciones por la vía de la no renovación de contratos a término”, dijo.

“Tampoco es cierto que haya sido sin preavisos. Estos son los preavisos. No es algo que va a pasar la semana que viene. Es algo que va a pasar a fin de año. Y se avisa con tiempo justamente por respeto a los implicados, y por ser cuidadosos en el manejo de las relaciones laborales y personales”, agregó el ministro.

El cuerpo de baile del Sodre funciona bajo contratos de función pública, en la órbita del derecho privado; a través de un fideicomiso se contrata al personal, en general con vinculaciones a término. Esto implica menos garantías para estas personas que aquellos que son funcionarios estatales. Un salario promedio de un integrante del cuerpo de baile ronda los $ 65 mil.

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Pero más allá de los contratos, desde el sindicato aseguran que la situación tiene, además, otras aristas. Uno de los temas es el relacionamiento con Barbé y Riccetto, que ha sumado tensión en lo que va de la administración, dijeron las fuentes sindicales.

La directora ejecutiva y la artística son las encargadas de la gestión cotidiana de la compañía, pero desde el sindicato advirtieron a Montevideo Portal que “las formas” del relacionamiento han incrementado el desgaste personal entre las partes. Esto fue expresado este miércoles durante una reunión entre unos 50 bailarines y la dirección del Sodre, encabezada por Adela Dubra como presidenta.

La posición del sindicato es que, más allá de la no renovación de contratos, la dirección del ballet debería haber abordado antes la cuestión del desgaste en el relacionamiento con los trabajadores.

El ministro Da Silveira, por su parte, también señaló que las afirmaciones no tienen sustento, y dijo que el Poder Ejecutivo recibió llamadas de patrocinadores del Sodre consultando sobre la eventual continuidad de Riccetto.

El titular del MEC consideró como “muy curioso” que las denuncias “aparezcan justo en el momento en que se anuncian estas no renovaciones de contratos”. “No es casualidad que ahora aparezcan esas cosas, cuando hasta ahora no se había hablado de eso. De modo que nuestra percepción es que esto, en realidad, es una reacción corporativa ante el anuncio de la no renovación de unos pocos contratos”, afirmó el ministro.

Consultado, Da Silveira dijo que un cuerpo de baile es un lugar de mucha exigencia, en el que puede haber problemas, pero en el que las autoridades se manejan “con mucho cuidado” en relación al vínculo humano y laboral.

En el marco de este conflicto, los bailarines reclaman que el cuerpo de baile, hoy integrado por unos 56 artistas, se ha reducido a lo que era años atrás, cuando tenía más de 70 integrantes. Esto genera mayores exigencias entre los bailarines, que a su vez quedan más expuestos a lesiones.

El semanario Búsqueda informó, en tanto, sobre un caso de una bailarina que fue violentada de forma física y verbal por un maestro extranjero invitado. El MEC asegura que el tema ya tuvo una respuesta ante el cuerpo de baile.

El sindicato espera ahora por una respuesta del Poder Ejecutivo por sus planteos.

Sin embargo, al ser consultado por Montevideo Portal, el presidente de la Asociación de Funcionarios del Sodre (Afusodre), Alejandro Fuksbrauner, se mostró sorprendido por el posicionamiento del ministro de respaldar a Riccetto, por advertir que complica el espacio para una posible negociación en busca de una salida tras los reclamos de los bailarines.

“Nosotros estamos esperando una resolución del Consejo Directivo a la reunión que se mantuvo este miércoles. Lo que le pedimos al ministro es que tenga la delicadeza de sentarse en una mesa y ver cómo se sale de este embrollo. Lo que menos queremos es un conflicto, pero tampoco que se diga una cosa que no es cierta”, dijo.

“Lo que no es cierto es que esto es por corporativismo, por la revocación de tres contratos. Esto no pasa por ahí. Esto va más allá de los contratos. El ministro minimiza todo en tres personas que dejan de trabajar para el Sodre, y esto va más allá de esas personas”, añadió.

Consultado sobre las consideraciones de Fuksbrauner, Da Silveira ratificó que “no hay ninguna negociación que se vaya a plantear” sobre la base de la continuidad de Riccetto y Barbé. “El reclamo está totalmente por fuera de lo que es en una república el rol de un sindicato. Los que decidimos quiénes van a estar al frente del ballet somos los representantes de los ciudadanos. No vamos a negociar ese punto”, insistió el ministro.

“Sí estamos dispuestos a trabajar en el sentido de mejorar si hay algún problema de relacionamiento interno, de tratar que todo el mundo se sienta cómodo. Pero el reclamo de que se sustituya la dirección artística y ejecutiva para nosotros es simplemente inaceptable. No es un tema sobre el que estemos dispuestos a conversar”, concluyó.