Dirigentes frenteamplistas celebraron el triunfo de Luis Arce en Bolivia

Varios dirigentes frenteamplistas celebraron el triunfo en la primera vuelta de las elecciones en Bolivia de Luis Arce, del Movimiento al Socialismo (MAS), liderado por Evo Morales.

Es que, si bien aún no están los resultados oficiales del órgano electoral de Bolivia, los sondeos a boca de urna dan vencedor desde la noche del domingo a Arce, y tanto la actual presidenta, Jeanine Áñez, como el candidato opositor a Arce, Carlos Mesa, ya reconocieron el triunfo del MAS.

Entre los dirigentes del Frente Amplio que celebraron la victoria de Arce está el senador Óscar Andrade, quien escribió en su cuenta de Twitter: "Histórico triunfo del pueblo de Bolivia y de América Latina toda. Fue derrotado el golpismo y sus cómplices".

Por su parte, el senador Mario Bergara expresó, citando a Arce: "'Vamos a gobernar para todos. Vamos a construir un gobierno de unidad nacional', fueron las palabras de Luis Arce, flamante presidente de Bolivia. Que así sea, por el bien del pueblo boliviano. Felicitaciones y mucha fuerza, Lucho".

El ex subsecretario de Economía y Finanzas Pablo Ferreri también se expresó sobre el resultado electoral: "Excelentes noticias para Bolivia, se acabó el gobierno de facto y ganó Luis Arce, padre del milagro económico".

El diputado Gonzalo Civila escribió: "¡Viva Bolivia! Que se respete la voluntad popular y se restablezca la democracia".

"¡Para el pueblo liberación! Un saludo fraterno a las hermanas y hermanos de Bolivia", escribió por su parte el diputado Alejandro Sánchez.

- El padre del milagro económico de Morales -

Economista de 57 años, Arce estudió en la estatal Universidad Mayor de San Andrés en La Paz e hizo una maestría en la universidad británica de Warwick, según indicó la agencia AFP.

Trabajó 18 años en el Banco Central, donde ocupó diversos cargos, y fue ministro de Economía y Finanzas casi todo el periodo de Morales, con una pausa de 18 meses. Tiene un perfil más tecnócrata que político.

Bajo Morales, Bolivia elevó su Producto Interno Bruto de 9.500 millones de dólares anuales a 40.800 millones y redujo la pobreza del 60% a 37%, según datos oficiales.

La bonanza permitió pagar bonificaciones a miles de mujeres embarazadas, escolares y ancianos, e inversiones millonarias para intentar industrializar el litio y el gas natural.