Luis González, conocido como "El Uruguayo", fue integrante de la barra brava de Boca Juniors entre los años 2007 y 2009, bajo el ala del también exbarra uruguayo Richard Laluz.
Según reporta Infobae, en el 2008 fue acusado de protagonizar un accidente vial que costó la vida a una mujer en una ruta cercana a Bahía Blanca, mientras viajaba para ver a Boca. En aquella ocasión encontraron dos pistolas en su Toyota Hilux, una de ellas con pedido de secuestro. Para entonces había sido condenado por robo y lo buscaban por hurto.
Este inciden te provoco que quedara en la "lista negra" o "lista de admisión" del fútbol argentino, lo que lo dejó fuera de las canchas.
Ahora, informa Infobae, "El Uruguayo" volvió a caer. Fue detenido por la Policía en el marco de una causa que lo indaga por ser el presunto líder de una banda dedicada a cometer entraderas. La "entradera", expresión usada comúnmente en Argentina, designa la modalidad de robo en la que se asalta a personas que están ingresando a su domicilio o a un comercio.
Fue arrestado junto a cuatro presuntos cómplices tras cuatro ataques, tres de ellos en la zona de Recoleta. La banda fue reconocida a través del seguimiento de cámaras del Centro de Monitoreo Urbano (CMU), filmaciones privadas y el seguimiento en redes sociales.
La Justicia ordenó cinco allanamientos. Uno de ellos, en su domicilio, dio como fruto el hallazgo de varios equipos para "robos de alto nivel": pnce destornilladores, una maza de albañil, dos barretas de hierro, un soplete, once pares de guantes y cuatro equipos de control remoto para comunicaciones. También se hallaron seis notebooks, cincuenta llaves y una picana eléctrica.
Las acusaciones incluyen la privación ilegítima de sus víctimas y lesiones leves tras golpearlos. Había una "inteligencia previa evidente" en los robos, con víctimas de alto perfil y poder adquisitivo. Por ejemplo, el ataque contra un empresario de 83 años, presidente de una reconocida firma de desarrollos inmobiliarios con negocios con marcas globales, o el robo a un empresario de 37 años en su departamento en el piso 12 de un edificio de la calle Levene.
En el robo al empresario de 83 años, él y sus cómplices interceptaron a su víctima al verlo bajar del ascensor; cuatro subieron mientras uno quedaba de campana. El empresario y su mujer fueron privados de su libertad durante seis horas mientras les desvalijaban el domicilio.