La Policía detuvo este jueves en la provincia argentina de Misiones a Sebastián Kiczka, hermano de un diputado provincial arrestado el miércoles, en ambos casos por presunta posesión y distribución de material de abuso sexual infantil.
Fuentes judiciales y policiales citadas por medios locales confirmaron que Sebastián Kiczka, sobre quien pesaba una orden de captura, fue detenido en la localidad misionera de San Juan de la Sierra, en el extremo noreste de Argentina.
El miércoles la Policía detuvo en la vecina provincia de Corrientes al diputado provincial Germán Kiczka, quien, como su hermano, estaba prófugo desde el 22 de agosto.
El juez en lo Penal 4 de la localidad misionera de Apóstoles, Miguel Faría, había activado el viernes pasado un pedido de captura internacional de Germán Kiczka a Interpol, por sospechas de fuga hacia Brasil o Paraguay, después de que las autoridades descubrieran que el legislador había pedido una habitación de hotel en la ciudad de Puerto Iguazú, cercana a la Triple Frontera (que Argentina forma con esos dos países).
La Cámara de Diputados de Misiones aprobó la semana pasada por unanimidad el desafuero del diputado de La Libertad Avanza —partido de ultraderecha fundado por el presidente, Javier Milei—, investigado junto a su hermano Sebastián, en el marco de una red internacional de producción y distribución de material de pedofilia.
A principios de agosto, la policía encontró gran cantidad de material de pornografía, abuso infantil y zoofilia en distintos dispositivos electrónicos en posesión de los hermanos.
Las investigaciones contra el diputado y su hermano surgieron a raíz de la operación policial Guardianes Digitales por la Niñez’ cuando a principios de marzo la Policía Federal Argentina desbarató una red internacional de producción y distribución de material de abuso sexual infantil, que derivó en registros de domicilios en la capital argentina y las provincias de Buenos Aires, Misiones y Tucumán.
La denuncia primaria había sido efectuada por la ONG The International Centre for Missing and Exploited Children, con sede en Estados Unidos.
EFE