El gorgojo exótico genera preocupación porque daña de forma irreversible las palmeras que infecta, y es muy difícil de erradicar.
Según informa el portal noticioso San José Ahora, el insecto fue detectado en las localidades maragatas de Rodríguez, Libertad y Colonia Wilson, situación que habría sido constatada por el movimiento ecológico San José más Verde.
Este tipo de insectos no habían sido registrados en Uruguay ni en otros países de América del Sur y hasta el momento la plaga mató más de 180 palmeras Phoenix Canariensis en Canelones.
Los expertos todavía ignoran como el insecto, originario de Polinesia, llegó al país. Su nombre científico es Rhynchophorus ferrugineus, pertenece a la familia de los gorgojos y se alimenta de palmeras hasta secarlas y matarlas.
En concreto, la larva del animal penetra por la copa de la palmera y la va consumiendo desde arriba hacia abajo, provocando primero la sequedad y caída de las ramas más altas y luego del resto del árbol.
Federico López, director de Patrimonio del departamento de Canelones, explicó a Montevideo Portal que el tipo de palmeras que están siendo atacadas fueron plantadas como “paisaje cultural” en épocas que era común hacerlo, por lo que no son autóctonas. Sin embargo, la preocupación es importante porque el insecto podría arrasar con esta variedades, y no se descarta que pudiera afectar a las especies nativas, algo que hasta ahora no ha sucedido.
.“Ahora está en una situación de letargo por el proceso biológico natural del insecto. Pero en primavera se transforma en adulto y sale de los capullos. En primavera al cambiar la temperatura, este tipo de insecto que mata a la palmera va a volar y ocupar otras palmeras. Son insectos que tienen la capacidad de volar cinco kilómetros por día. Se puede desarrollar en el territorio mucho más de lo que hemos visto hasta ahora”. dijo López.
“Este tipo de insecto afecta a otros cinco tipos de palmeras exóticas también, aunque no hemos encontrado ninguna afectada. No lo podemos confirmar, pero hay sospechas de algunos biólogos que hemos consultado que también podría pasarse a palmeras autóctonas (Butia, Trithrinax y Arecastrum). Eso sería una catástrofe. El problema es que al no ser autóctono el insecto, no tenemos referencia de la dimensión. Lo que sí te digo es que podemos estar frente a la pérdida total de la Phoenix Canariensis. Corremos el riesgo de perder una especie, de su extinción”, advirtió.