Despedida de Isabel II: capilla ardiente por cinco días y la espera de 12 horas de Beckham

Una kilométrica fila de personas se convirtió en un símbolo del sentimiento de parte del pueblo británico y una postal temporal de la capital británica. Tan larga, que alcanzó su “máxima capacidad” y el gobierno del Reino Unido tuvo que pedirle a la ciudadanía que por al menos seis horas —desde las 9:50 de este jueves, hora de Londres— no concurriera al lugar para sumarse a la cola de personas que buscan entrar a Westminster Hall, donde reposa en féretro de la reina Isabel II en capilla ardiente.

En la mañana de este jueves, las autoridades indicaron que la fila recorre más de ocho kilómetros, bordeando la ribera del Támesis y extendiéndose desde el palacio de Westminster —sede del parlamento británico que contiene el hall del mismo nombre— hasta el parque Southwark.

Una de las figuras presentes en la kilométrica cola es el futbolista inglés David Beckham. El exdelantero, amigo de la familia real, que estuvo presente en la boda de Enrique y Meghan en 2018, se ha unido a las miles de personas presentes en la fila. Según los medios británicos, Beckham ha estado unas doce horas en la cola. Con un traje negro y una gorra, quien fuera figura de la selección inglesa, el Real Madrid y el Manchester United ha compartido “sandwiches”, “sorbete de limón” y “donuts” con el resto de personas presentes en la fila.

El departamento de Cultura, Medios y Deportes incluso subió a su cuenta de YouTube el minuto a minuto del estado del corredor humano. 

La BBC informó que sobre las 17:05 horas (13:05 horas en Uruguay) el gobierno quitó la suspensión a la fila, pero que advirtió que el tiempo de espera puede llegar a ser de 24 horas y que se esperan temperaturas bajas en la noche. 

En el punto final de la larga línea, en el edificio más antiguo del complejo parlamentario, yace momentáneamente quien fuera la monarca británica por más de 70 años. La versión londinense de su capilla ardiente comenzó este miércoles en la tarde y culminará en la mañana del lunes, cuando el féretro sea trasladado en procesión a la abadía de Westminster, histórico templo donde han sido coronados y despedidos los soberanos ingleses desde hace siglos.

Así comenzarán sus exequias, el 19 de setiembre, con la ceremonia funeraria en Londres a la que asistirán unas 2000 personas —los invitados a Westminster Hall—, que se sumarán a la multitud que llenarán las calles londinenses para despedir a Isabel II.

Luego del rito en Westminster, la procesión seguirá hasta la capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor, donde la reina será enterrada junto a su esposo Felipe, el duque de Edimburgo. Isabel reposará en la King George VI Memorial Chapel, una parte del centenario templo que fue construida en los años sesenta a pedido de Isabel II como lugar de eterno descanso para su padre, el rey Jorge VI, quien murió en 1952. Allí yacen también la madre y hermana de la monarca, Isabel Bowes-Lyon y la princesa Margarita, ambas fallecidas en 2002.

Antes del funeral y la procesión, este viernes los cuatro hijos de la monarca, el actual rey, Carlos III, y sus hermanos Ana, Andrés y Eduardo, celebrarán en la capilla ardiente la ceremonia conocida como la “vigilia de los príncipes”, la tradición de velar el ataúd que hicieron también en la catedral de St. Giles en Edimburgo.

Carlos III culminará previo a la vigilia su viaje por Gales, terminando así su gira como nuevo soberano por las cuatro naciones británicas. El domingo, en la víspera del funeral, el monarca ejercerá de anfitrión en una recepción para los jefes de Estado y dignatarios que asistirán a las exequias de Isabel II.

Los invitados a Westminster

Considerado uno de los “eventos diplomáticos más sobresalientes de la historia moderna”, como señaló CNN, al funeral asistirán más de 500 dignatarios de todo el globo, entre presidentes y líderes mundiales, miembros de las distintas monarquías de Europa y el mundo y figuras públicas.

Si bien aún no se dio a conocer una lista oficial de los asistentes, el gobierno del Reino Unido ha enviado invitaciones a todos los estados con los que mantiene relaciones diplomáticas.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su esposa Jill confirmaron su asistencia, así como los jefes de Estado y Gobierno de Irlanda, Michael D. Higgins y Micheál Martin, y los presidentes de Francia, Emmanuel Macron; Alemania, Frank-Walter Steinmeier; Italia, Sergio Mattarella; Polonia, Andrzej Duda; Austria, Alexander Van der Bellen; Hungría, Katalin Novak; Finlandia, Sauli Niinisto; Lituania, Gitanas Nauseda; Letonia, Egils Levits; Turquía, Recep Tayyip Erdogan; Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, y Brasil, Jair Bolsonaro.

Tal como informáramos, en representación del gobierno uruguayo asistirá al funeral el canciller Francisco Bustillo.

Dentro de la Commonwealth, la Mancomunidad de Naciones que encabezó Isabel y ahora lidera Carlos, varios países han confirmado los representantes que asistirán. Por Canadá irá su primer ministro, Justin Trudeau; por Australia, el premier Anthony Albanese; por Nueva Zelanda, su jefa de gobierno, Jacinda Ardern; por Sri Lanka, su presidente Ranil Wickremesinghe; por Bangladesh, la primera ministra Sheikh Hasina, y por India, su jefe de Estado, Droupadi Murmu. También concurrirán el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, la presidenta de Trinidad y Tobago, Paula-Mae Weekes, y las gobernadoras generales de Belice y San Vicente y las Granadinas, Floyla Tzalam y Susan Dougan.

Al momento de su fallecimiento, la reina Isabel II ejercía, además de la titularidad de la jefatura de Estado británica, el cargo de reina de otros 14 países: Antigua y Barbuda, Australia, Bahamas, Belice, Canadá, Granada, Islas Salomón, Jamaica, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas y Tuvalu.

España estará representada por el rey Felipe VI, su esposa Letizia, el rey emérito Juan Carlos I y la reina Sofía. Por Japón, irán el emperador Naruhito y su esposa Masako; por los Países Bajos, el rey Guillermo Alejandro y la reina Máxima; por Bélgica, el rey Felipe y la reina Matilde, y por Jordania, el rey Abdullah II. Los países escandinavos enviarán a sus monarcas: el rey de Suecia Carlos XVI Gustavo y su esposa la reina Silvia; el rey Harald V y la reina Sonja de Noruega, y la reina Margarita II de Dinamarca, acompañada por el príncipe heredero Frederik y su esposa Mary.