Muchos apelaron a esas palabras tan manidas a fin de año, cuando uno pasa raya y desea que el año venidero sea mucho mejor y venga con toda la prosperidad que no trajo el que se está yendo. Entonces, aparecen los vocablos “paz”, “amor”, “prosperidad”, precisamente, y, casi siempre, “felicidad”.
Otros consultados expresaron deseos íntimos y personales, algunos se concentraron en lo colectivo, en deseos para todos los uruguayos. Algunos hicieron alusiones políticas y más de uno dejó colar deseos deportivos.
Montevideo Portal consultó a tres políticos —la vicepresidenta de la República, el ministro de Ambiente y el presidente del Frente Amplio—, un músico, una corredora de rally, una vedette de carnaval y comentarista de esta expresión cultural, la titular de Adeom, el vicepresidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), un virólogo y la fiscal del caso más sonado del momento.
La política y cuidad la democracia
“Que finalice la guerra en Ucrania. Paz en el mundo”, fue lo primero que deseó Beatriz Argimón. Vale recordar que la vicepresidenta de la República estuvo, en julio de este año, en el país europeo invadido por Rusia.
En segundo lugar, Argimón dijo: “Que los partidos políticos de Uruguay sigamos teniendo presente que la democracia se cuida todos los días”.
También, Fernando Pereira, presidente del Frente Amplio, advirtió sobre los peligros de dar por sentada la democracia. Pero lo hizo con una opinión que nada comparte el oficialismo. “Que prime la serenidad como hasta ahora, para atravesar una crisis de salud democrática, y, en cierta medida, de institucionalidad, que atraviesa Uruguay. Es la mejor manera de resolver el problema de la salud democrática, pero sobre todo de tener perspectiva, de tener esperanza, de construir una mañana siguiente. Mi deseo es mantener siempre la calma y la serenidad, la reflexión, el pensar antes de actuar”, dijo.
Adrián Peña, ministro de Ambiente y líder del sector colorado Ciudadanos, también hizo valoraciones políticas a la hora de pedir un deseo para el año próximo. “Un sueño político sería que baje el nivel de crispación y de enfrentamiento entre los actores del sistema. Uruguay no puede ser un país de blanco o negro, y, aunque no esté de moda, trabajaré por eso mientras esté en política”. Peña no está solo. El científico Gonzalo Moratorio deseó “ser más tolerantes para no dejar que esta grieta de pensamientos diferentes en política nos termine impactando de peor manera”.
El tercer deseo de la nacionalista Argimón fue que “Uruguay siga avanzando en mejoras de la calidad de vida de los ciudadanos y las ciudadanas”.
Peña, en tanto, pensó en su cartera: “Un deseo ambiental sería comenzar con la planta de Arazatí, para asegurar agua potable, sembrar saneamiento en el interior y cerrar más vertederos a cielo abierto”.
El expresidente del PIT-CNT y actual líder del frenteamplismo deseó —en el primer lugar de su listita— que “la situación económica del país tuviera mayores niveles de distribución y que cada uruguayo y uruguaya se pueda alimentar en su hogar”. “Que la pobreza infantil caiga sustancialmente es un deseo enorme de este uruguayo, pero pienso que de la mayoría de los uruguayos”, agregó.
De algún modo, Valeria Ripoll, secretaria general de la Asociación de Empleados y Obreros Municipales de Montevideo (Adeom), también hizo apreciaciones políticas en forma de expresiones de deseo.
Deseó que se concrete, por fin, lo
que hoy está “a pasitos” de ser una realidad. “Eso tiene que ver con la
estabilidad laboral de los trabajadores de la cultura dependientes de la
Intendencia de Montevideo (IM) —Orquesta Filarmónica, Banda Sinfónica y Comedia
Nacional—, los compañeros de TV Ciudad y otros colectivos de trabajadores que
nunca en la historia pudieron tener carrera. Eso sería una conquista histórica
de Adeom y queremos concretarla en 2023”.
“Deseo muchísimo
que avancemos en inclusión, inclusión real, no en discursos. Que las personas
con TEA (Trastorno del Espectro Autista) y sus familias sean escuchadas y
comenzamos a conquistar derechos, oportunidades y mejorar así la calidad de
vida de tantos uruguayos y uruguayas”, dijo también.
Asimismo, deseó que después de 20 años se puedan concretar aumentos salariales para los trabajadores municipales, y que haya “un desarrollo de los trabajadores en el área de los concursos”. Ripoll aprovechó a destacar que el vínculo con la IM ha mejorado en esta administración y que, “a diferencia de las anteriores, ahora escuchan propuestas de los trabajadores”. En la gestión de Carolina Cosse, la sindicalista dijo que ha encontrado “un poquito de sensibilidad” a la hora de “valorar” el trabajo de los empleados municipales.
Pero en otros departamentos, la cosa cambia. “A nivel nacional hay atrasos históricos en cuanto a la estabilidad laboral y la posibilidad de tener una carrera. Queremos avanzar más porque en el interior los trabajadores municipales están en condiciones muy precarias. Esperamos que en 2023 —en el que ya la pandemia no será excusa— podamos realmente mejorar la calidad de vida de la familia municipal”, sostuvo.
De varios: una sociedad “más tolerante”
“Primero, el deseo de que el año que viene la ciencia, el desarrollo de la ciencia nacional y la innovación, sean puestos como ejes fundamentales para el país del mañana, del Uruguay del futuro, de manera de contribuir a una sociedad más justa y a un país moderno, más eficiente y sustentable con el medio ambiente”. Como se imaginará, es el deseo de un científico. Gonzalo Moratorio, virólogo de profesión, fue destacado por la revista especializada Nature como uno de los 10 científicos más importantes del 2020 a nivel mundial, tras haber desarrollado test nacionales de diagnóstico de covid-19 que permitieron, en Uruguay, contener el impacto de la pandemia.
En su segundo deseo, Moratorio apeló a uno de los deseos más repetidos por las madres en las fiestas: “¡Salud! Tener buena salud para todos los uruguayos, porque, si no, uno termina deseando para su familia y sus amigos. Mejor vamos a hacerlo a nivel general: mucha salud para todos”.
Valeria Ripoll también se acordó de la salud y los embates del coronavirus. “Que todos tengamos mucha salud. No hay nada más importante que la salud. Venimos de una pandemia, donde perdimos mucha gente, muchos de ellos jóvenes, y creo que la salud es fundamental para tener un excelente año”.
“Y una sociedad más tolerante, más fraterna y más solidaria, sobre todo con los más vulnerables y los que más necesitan”, agregó, por su parte, el virólogo del Instituto Pasteur y la Universidad de la República. “Y que podamos, entre todos, colaborar para que esta fracción de la sociedad pueda insertarse y tener una mejor calidad de vida”, añadió Moratorio.
El músico Carlos Chacho Ramos hizo deseos en el mismo sentido que Moratorio, al apelar a valores como la “tolerancia” y la “solidaridad”. “Deseo un mundo más justo, solidario y con la máxima tolerancia entre los seres humanos”, dijo.
“Deseo que los habitantes de los pueblos del mundo puedan disfrutar cada momento como si fuera el último, a sabiendas de que la vida puede golpear en el momento menos esperado”, dijo el cantante de música tropical, o como a él le gusta decir, “folclore latinoamericano”.
Ramos no bajó la vara de sus ambiciones para el año próximo y apeló al deseo de Peña y Moratorio de achicar la brecha y “bajar la pelota al piso”. “Deseo que el 2023 nos encuentre unidos como país, tratando las diferencias siempre con altura y respeto, donde cada vez más tengamos las máximas oportunidades para todos, sin excluidos”, agregó.
Algo muy similar pidió Adrián Peña, líder del sector Ciudadanos, y secretario de Estado. “Sueño con que volvamos a ser el país de las oportunidades, en donde nadie es más que nadie y nadie tiene su destino marcado. Ese ‘pequeño país modelo’ de Batlle sigue siendo el sueño que más me inspira”, dijo el titular de Ambiente, en un guiño al speech del fundador de su sector, Ernesto Talvi.
Del Dakar a ser papá
La lista de la vedette de las Llamadas, Yessy López, es corta y elocuente: “1) Deseo que las personas tengan más paciencia; 2) Que reine la empatía en los seres humanos; 3) Seguir siendo feliz como hasta ahora; y, a pedido de este periodista, un deseo más, pensando en la sociedad: “4) Que haya más oportunidades de trabajo para todes” [sic].
Así como López pidió empatía, la fiscal Gabriela Fossati pidió “mayor comprensión de los problemas que sean detectados, mayor autocrítica para aceptarlos y enmendarlos, y un mejor diálogo”.
Fossati, la fiscal del momento por tener bajo su estudio al archimencionado caso Astesiano, también deseó “más empatía y generosidad con los migrantes” a nivel mundial. Para sus compañeros de trabajo, familiares y amigos pidió “bienestar, éxitos en sus proyectos y momentos felices”.
Y también puso el foco en el sistema judicial, donde cada fiscal —según el gremio— está sobrepasado de expedientes en cada sede. “[Hay que] rediseñar el nuevo formato procesal penal, adaptarlo a la realidad del país, modificarlo para que el servicio pueda ser mejorado con los recursos que se tienen”, dijo. Fossati —quien ha llevado adelante la investigación más importante del año— añadió: “[Es necesario] repensar las normas que regulan la reserva de investigación (con software que permita distinguir cada copia de la evidencia que se entrega, es decir, trazabilidad), y asignación racional de casos a cada equipo fiscal”.
Así como Argimón pidió paz y Ripoll amor (“que todos podamos dar y recibir mucho amor, mucho cariño”), Patricia Pita, corredora de rally, deseó “prosperidad, salud y educación para todo el país”.
“Deseo que el próximo año se logre avanzar en derechos para todas las niñas y mujeres uruguayas, y del mundo, logrando una representación equitativa en todos los ámbitos”, agregó.
Pato Pita fue la primera corredora en el rally uruguayo y la primera en el prestigioso Rally de Córdoba, y ahora quiere ser la primera uruguaya en correr el Dakar en tierras árabes. “Terminarlo ya es una hazaña”, dijo hace algunas semanas. “Este año largaron más de 500 tripulaciones en camiones, camionetas, side by side, motros y cuatriciclos, y terminó el 52%”, agregó.
Pues bien, Pita agregó un pedido personal a la lista: “Deseo terminar el Dakar y poder transmitir, a través de mi experiencia, valores positivos para nuestra sociedad”.
Gastón Tealdi, vicepresidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, confesó un deseo que espera se concrete el año próximo, y lo haga el hombre más feliz del mundo. “Espero poder concretar la paternidad. Es un anhelo que tenemos con mi señora hace varios años”.
En su ámbito de la AUF, Tealdi dijo que espera que Ignacio Alonso continúe siendo el presidente del órgano rector del fútbol uruguayo. “Ha mostrado buen manejo de la conducción institucional, financiera y política en un espectro sumamente complejo”, añadió.
La alegría va por barrios
“Mechame un bonus track, aunque seas manya rabioso”, pidió Gonzalo Moratorio. “Que Nacional consiga alguna copa internacional”, pidió para 2023.
Fernando Pereira, goense de pura cepa, pensó en su cuadro de básquetbol y no en el de fútbol. “Deseo fervientemente que el club de mis amores, de mi barrio, por el que tanto amor siento, salga campeón. Que Goes sea el campeón de la Liga de Básquetbol del Uruguay”, dijo, como si para que se cumpliera hubiera que decirlo claramente y sin eufemismos. “Y que la plaza de las Misiones se llene de rojo y azul, y que la alegría reine en Jacinto Vera, La Comercial, La Figurita y tantos barrios aledaños a nuestro glorioso club”.
El abogado Gastón Tealdi se olvidó por un instante de la AUF y le dedicó dos deseos al club que lo puso allí. Después de querer con vehemencia que la paternidad se concrete en 2023, dijo: “Que Peñarol salga campeón de la Copa Sudamericana por primera vez, y que consiga su 54º Campeonato Uruguayo”.
Total, pedir es gratis. Y para soñar algo con fuerza solo hace falta estar vivo.