Martín Canabal, Oliver Umpierre y Tuti Iraola emprendieron su viaje desde Alaska hasta Tierra del Fuego en junio de 2022. Este “sueño” empezó a idearse cuando Martín tenía 17 años y vivía en El Paso, Texas (Estados Unidos), y se planteó la idea de viajar a Uruguay en un Mustang.
Años después, esa idea se convertiría en realidad, pero en vez de hacer el viaje en un Mustang, lo haría en un auto eléctrico, más precisamente en un Tesla, y acompañado de Oliver, Tuti y —por tramos— de su esposa, Ana, y sus hijos, Mateo y Lorenzo.
Oliver, cineasta y aventurero, que se presenta como un apasionado por los deportes extremos, por capturar momentos y compartir historias, fue quien documentó todo el viaje.
“Soy muy afortunado de tener a Martín como amigo que trajo esta loca idea con él. Es muy difícil para mí decir que no a una gran oportunidad como esta, así que decidí embarcarme y hacer que suceda”, dijo en un video subido a la web.
“Estoy a cargo de la producción, tratando de captar todos los momentos en imágenes, para que puedan ver la experiencia y poder compartir todo con ustedes y el resto del mundo. Espero poder inspirar a otros a conectarse más con la naturaleza mostrando lo increíble que es surfear y volar por el cielo en parapente. Una vez que sentís la conexión con la naturaleza, realmente entendés que tenés que cuidar el medioambiente en el que vivimos”, agregó.
“El proyecto es resultado de los tres. Yo tuve la idea original, pero la forma que tiene hoy se la dimos entre los tres”, señaló Martín a Montevideo Portal, y agregó: “Yo me había comprado un Tesla cuando vivía en San Francisco, previendo que lo iba a llevar a Uruguay”.
Esta travesía estaba planeada para realizarse en 2020, pero se vieron obligados a postergarla por el covid. Finalmente decidieron hacer el viaje este año. “Había que financiarlo. Había que conseguir el otro auto. Había mucho que hacer y hasta último momento estuvo medio en duda este viaje porque la financiación fue muy difícil, lo hicimos a sangre, sudor y lágrimas; también tenemos unos sponsors increíbles, que nos han ayudado muchísimo, [pero] la mayor parte del presupuesto fue sustentado por nosotros mismos”, indicó.
“Los autos eléctricos se ven muy afectados por la baja temperatura. Yo sabía que tenía que salir en el verano en Alaska y llegar en el verano a Usuahia. Decidimos que la mejor fecha para arrancar era el 1° de junio”, sostuvo, y contó que el viaje terminó el 29 de diciembre en Ushuaia.
No solo aventura
Estos aventureros querían “darle un sentido mayor al viaje”, que no fuera “solo aventura”. “Decidimos que queríamos encontrar distintas personas, organizaciones o empresas que estuvieran haciendo algo lindo para el medio ambiente y decidimos filmar un documental. Además, para darle un poco de color, nos gusta hacer deporte, entonces también filmar un poco de deporte”, dijo.
A su vez, contó que el objetivo principal de este proyecto era “demostrar que hacer la ruta Panamericana en autos eléctricos era posible”.
“Queríamos demostrar que hacer la ruta Panamericana era posible en autos eléctricos, ese era el objetivo inicial del viaje”, contó, y dijo que a este se sumó “identificar y mostrar proyectos increíbles que se estén haciendo para el medioambiente”.
Puntos de carga
Martín dijo que uno de los principales desafíos que presentaba este viaje era encontrar dónde cargar los autos. “Lo bueno es que estos autos cargan en cualquier tipo de enchufe, el único contra que tienen es que demoran muchísimo tiempo, demoran días en cargar en un enchufe ‘normal’ —los de casa—. Sabíamos que los íbamos a poder cargar, pero no podemos estar en cada parada estar cinco días.